En la pretemporada no pudimos verle brillar demasiado en Ermelo. ¿Complejos? ¿Jugar pocos minutos, y en banda derecha, fuera de su posición natural? Todavía no lo sabemos, pero el caso es que Daniel Olcina, con 20 años, debutó ayer con el primer equipo del Valencia CF en partido oficial. Y con su entrada en la segunda mitad dotó de una chispa electrizante al juego de ataque blanquinegro.
El de l’Albaida disputó minutos donde le gusta, donde juega en el Valencia Mestalla: con libertad en la zona de la mediapunta, escorándose a una y otra banda con absoluta libertad. Lógicamente, los galones del resto de sus compñaeros imponen respeto, y Olcina poco a poco fue encontrando, con el paso de los minutos, su mina de oro particular pegado a la línea de cal izquierda.
Desde allí, fue el autor de una magnífica jugada individual en colaboración con Mathieu, con quien realizó una pared para dejar sentado a su marcador y marcharse como una bala hacia el área con el aliento de un defensa en el cogote. El futbolista rival, por temor a cometer penalti, no interrupió la carrera de un Olcina que lo hizo de cine: entrar en el área con la cabeza levantada y dejar un pase de la muerte hacia atrás para que Miku llegase desde segunda fila y anotase su ter gol. Estaremos atentos: este chico promete.
Desde allí, fue el autor de una magnífica jugada individual en colaboración con Mathieu, con quien realizó una pared para dejar sentado a su marcador y marcharse como una bala hacia el área con el aliento de un defensa en el cogote. El futbolista rival, por temor a cometer penalti, no interrupió la carrera de un Olcina que lo hizo de cine: entrar en el área con la cabeza levantada y dejar un pase de la muerte hacia atrás para que Miku llegase desde segunda fila y anotase su ter gol. Estaremos atentos: este chico promete.
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