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domingo, 19 de octubre de 2008

Alan Santana, jugador cadete del Valencia CF y padre de un bebé


Alan llegó a Valencia a principios de temporada procedente ni más ni menos que de Brasil. Cuando apenas contaba con 14 años, un emisario de la empresa Toldrá Consulting le vio entrenar en una escuela de la capital del país (Brasilia) conocida con el nombre de Plan Alto, con la que mantiene un convenio y decidió traerle a España a prueba junto a otro grupo de jugadores también brasileños el pasado mes de mayo. Fue entonces cuando el VCF le vio jugar -llegó a disputar un amistoso en la ciudad deportiva- y, con Claramunt aún al frente de la escuela, decidió abordar su fichaje pese a que el futbolista, antes, apenas había jugado de forma medianamente regulada.Alan nació en el barrio más modesto de Gama, una ciudad satélite y dormitorio adherida a Brasilia en la que de forma oficiosa dio sus primeras patadas a un balón en un campo a las afueras del distrito de Brazlandia. Allí aprendió de forma totalmente autodidacta todo lo que sabe de fútbol hasta que unos amigos le vieron jugar en ´la escolinha´ y le llamaron para acudir a ejercitarse en la anteriormente citada escuela de Plan Alto... Allí es donde su vida empezó a dar un giro de 180 grados.Santana ha decidido salir de su país pese a que allí permanece toda su familia... incluida su hija, la pequeña Giovana, que tiene ahora siete meses de edad y a la que tuvo cuando apenas había cumplido los quince años. Para el joven jugador, pese a la distancia, sus familiares -a los que envía la mayor parte del dinero que ingresa mensualmente por jugar en el VCF- son y serán siempre lo primero: «Cuando tuve la posibilidad de venir se lo dije a mis padres y hermanos y ellos me dijeron que si este era mi sueño, tenía que cogerlo... Y hoy estoy aquí». Alan, cuyo padre atraviesa además un delicado estado de salud, tiene claro que «si Dios quiere» algún día traerá a todos sus familiares aquí para que estén con él incluida la pequeña Giovana... aunque también es consciente de que aún le queda un largo camino por recorrer.

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