FUE TODO UN HONOR, HACERME ESTA FOTO CON EL MITO.
«Más de un penalti lo paré por las estadísticas que hacía mi mujer»
Portero mítico, su nombre aparece con letras de oro en la historia del Valencia y del fútbol español Ignacio Eizaguirre Ex jugador del Valencia y entrenador.
LUIS FURIÓ | .-
-Calle Salamanca, número 33, puerta 16.
-¡Hombre! Donde viví cuando estuve aquí, en Valencia.
-¿Qué siente cuando regresa?
-Mucha emoción (dice con voz entrecortada). Los recuerdos persisten y volver a conectar con aquellas cosas que tanto apreciaste es una sensación especial. Aquí siempre me trataron muy bien. Estuve diez temporadas.
-¿Recuerda su debut?
-Claro. Fue en Madrid.
-Le metieron cinco, ¿eh?-
-(Sonríe) Perdimos por 5-3. Pero era mi primer partido después de año y pico sin poder jugar.
-Por haberse declarado en rebeldía para venir al Valencia, ¿no?
-Entendí que no se portaron bien conmigo y sufrí las circunstancias de los contratos enrevesados.
-Ramón Encinas, que era el entrenador, volvió a recurrir a su compañero Pío.
-Sí. En esa época sólo se iba un portero, y tres o cuatro jornadas después, camino de San Mamés, Pío se indispuso.
-¿Y acudió usted?
-Sí, desde San Sebastián. Yo había pedido permiso para ir a ver mi familia y don Ramón me llamó para que me presentara en Bilbao ese sábado por la noche.
-¿Alguna vez escuchó aquello de «Eizaguirre y diez más», cuando se hablaba de la alineación del Valencia?
-(Sonríe de nuevo) ¡No, hombre! Había un gran equipo. Muy compenetrado, muy unido, con un trato especial entre todos.
-¿La de aquella década fue una de las mejores plantillas de la historia?
-Seguro. Imagina a Álvaro, Juan Ramón, Iturraspe, Puchades, Lelé, Pasieguito. ¡Y la 'delantera eléctrica', con Epi, Amadeo, Mundo, Asensi y Gorostiza!
-¿Muchos amigos?
-Muchos.
-Puchades es uno de ellos, ¿no?
-A Toni lo quiero mucho. Debutó conmigo, en Vigo, ¿sabes? Tenía unas enormes facultades. Había que estar gritándole todo el partido para sujetarlo, porque lo mismo estaba de extremo izquierda que de defensa.
-¿Con Pasieguito también tuvo buena amistad?
-Además fui yo quien lo trajo al Valencia. Lo había visto jugar en los colegios. Tenía mucha clase.
-¿Qué porteros destaca del fútbol actual?
-Hay muy buenos y es difícil elegir. De Gea, Guaita. Precisamente el año pasado estuve en Paterna y tuve la oportunidad de hablar con él y con César.
-¿Les dio algún consejo?
-No, no llegué a profundizar. Cuando eres entrenador sí que procuras hacer tú la toma del balón, el despeje o lo que convenga.
-¿Y qué consejo daría al chaval que empieza?
-Pues que piense como yo pensé. En el futuro. Cuando volví del Mundial de Brasil, en el 50, mi padre me preguntó si quería llevar sus negocios o seguir con el deporte. Decidí seguir, pero tuve muy claro que era necesario pensar en qué haría al llegar a los treinta años. Seguí trabajando y tengo una compañía de seguros.
-¿Usted estudiaba a los delanteros rivales?
-Sí, y me ayudaba mi mujer. Carmen hacía unos estadillos con columnas en vertical, a la izquierda, con los nombres de todos los jugadores, y en horizontal, por jornadas. En las intersecciones anotaba puntuaciones, goles, características, por dónde tiraban los penaltis.
-¿Más 'futbolera' que usted?
-¡Y más que mi padre! Te diré que más de un penalti lo paré por sus estadísticas.
-¿Hay alguno en especial?
-Sí, pero como entrenador. Estando en el Córdoba, en un partido contra el Elche hice debutar a Reina, al padre del portero que está en la selección. Hubo un penalti, Carmen me había dado todos los datos de cómo los tiraban, se lo dije a Miguel y despejó el balón a córner. Ganamos 2-0.
-Muchos porteros fallan en el juego con el pie. ¿Usted era bueno?
-Sí, porque fui futbolista playero. Aprendí en La Concha. Al lado del hotel Londres mi padre tenía una tienda de caza y pesca y cuando bajaba la manera, la playa se quedaba lisa y jugábamos allí. Lo que me pone muy nervioso ahora es que ver que muchos porteros no blocan el balón.
-¿Sus mejores recuerdos?
-Muchos, pero no puedo olvidar aquellos primeros años en el Arenas de la Concha. Había muchos clubes playeros. En el año 35, el presidente de uno de éstos equipos, cuando me quería la Real, me dijo: «¡No fiches, porque allí vas a ser suplente y con nosotros juegas todos los domingos!».
-Pero aceptó la oferta de la Real. De ahí pasó al Valencia, volvió a Donosti, pasó por Osasuna y finalmente se dedicó a entrenar durante quince temporadas.
-Estuve en Osasuna, en el Murcia, al que ascendí a Primera, en dos etapas en el Celta, Granada, Córdoba y Burgos, en el Sevilla, Burgos, Hércules, Tenerife, y me retiré en el Alavés.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario