¿A quién quiere que se asemeje su Valencia?
Quiero que tenga una personalidad propia, una identidad, una idea que se pueda ver en el campo. No es comparable a nadie sino algo propio, un Valencia que empiece ahora y dure mucho tiempo y que al final, viendo jugar al Valencia, se detecte una idea plasmada y una personalidad clara. Lo que creo es que se me ha llamado aquí por lo que he hecho hasta ahora y procuraré seguir en la misma línea, de lo contrario, estaría equivocado yo y los que me han contratado. La idea es que desde una mentalidad de querer progresar, de querer ganar siempre, se vea un Valencia ambicioso en el que cada jugador esté buscando siempre el máximo rendimiento individual en beneficio del grupo.
Lo que más le puede costar a usted es soportar la presión de dirigir a un grande...
La exigencia está en uno mismo, no hay presión porque si uno se autoexige al máximo, eso siempre está por encima de cualquier presión que pueda tener. Esa exigencia va a ser desde la confianza, la tranquilidad, la unión, el compromiso... la diferencia que podría haber con mis anteriores equipos no es tal porque en Segunda B la exigencia del Lorca era subir, la del Almería en Segunda igual y la mía era más aún. No hay diferencia porque siguen siendo personas y futbolistas, el entorno es muy grande sí, hay mucho público, mucho seguidor que espera lo mejor, se genera mucha información, pero al futbolista hay que intentar aislarle de todo eso y centrarle sólo en el juego, independientemente de que haya viéndole 1.000 personas, 5.000, 10.000 o 50.000. Hay que buscar que el futbolista se exprese lo máximo posible, sin ningún tipo de atadura, con libertad para ver todo lo que puede dar.
Sí, pero no será el mismo el ego de un internacional que el de un jugador de Segunda B, sentar a un campeón de Europa que a otro jugador, ¿no?
Eso es independiente porque el futbolista es persona y, llegando a la persona, enseguida hemos llegado al futbolista y las personas son iguales en el Lorca, en el Almería o en el Valencia. Esos egos, llegando a la persona desde el respeto y el compromiso al grupo, habiendo unión y solidaridad, se quedan abolidos. Tenemos que dar un paso de humildad que es necesario para trabajar todos en la misma dirección. No entiendo a ningún futbolista sin entenderlo primero como persona, ése es el mejor camino para evitar todo eso y en este vestuario lograremos que no haya problemas de ese tipo.
Lo del trato personal lo tiene usted muy avanzado, todos los jugadores destacan su buen hacer en ese sentido.
Eso es producto de mi experiencia, de mi aprendizaje y de mi manera de ser. Es fruto de querer entender a los futbolistas como personas primero, para que luego les pueda exigir como jugadores.
Lo positivo de estar en un grande es que trabaja usted con mejor materia prima...
Una de las cosas que queremos conseguir es que este grupo que, en teoría, atesora mayor calidad tenga una actitud de querer cada uno dar lo máximo y sacrificarse para competir. Es más importante tener futbolistas de menor calidad pero que sean capaces de buscar el rendimiento máximo que tener jugadores mejores que no se comprometan o no quieran esforzarse para sacarlo todo. Quiero conseguir que este grupo de gran calidad técnica busque siempre querer avanzar, mejorar, aprender y se esfuercen siempre.
¿Qué influencias ha tenido como entrenador?
He aprendido de todos los técnicos que tuve, pero no hay nadie que sea mi modelo. Tengo un modelo propio elaborado a base de mis experiencias, de mis conocimientos y de mi información. De todos he ido recabando cosas, me he hecho una idea propia y sigo haciéndola. Mi lema es que quiero ser mañana mejor entrenador que hoy al igual que quiero ser mañana mejor persona que hoy. Y quiero que los jugadores tengan esa mentalidad de querer ser mañana mejores futbolistas que hoy.
Vamos, que el libro de estilo de Emery se sigue escribiendo cada día...
Sí, yo procuro cada día tener cosas nuevas, ir elaborándome en base a la información y las experiencias que adquiero, haciéndome una idea propia y seguir progresando. Ahora mismo soy mejor y tengo más capacidad que hace un año y espero que el año próximo tenga más capacidad y sepa darle uso.
¿Va a trabajar un sistema, varios, uno con variantes...?
Todo es trabajable y mejorable y a mí no me gusta improvisar, pero los sistemas más que un dibujo u otro son, primero una adaptación de los futbolistas entre ellos y a una idea de juego y, luego, la adaptación del entrenador a unos futbolistas que son capaces de jugar de una manera o de otra. Yo soy flexible y utilizo un sistema fuerte en el que la variación de las posiciones no sea importante y a la vez esté trabajada. Creo mucho en la aportación del futbolista a ese andar en el terreno de juego y en la coordinación de esos futbolistas para hacer un bloque fuerte.
Veo que no entra a hablar del 4-3-3 o del 4-4-2.
Es que va a ser adaptable y no tiene la importancia que a veces se le da porque del 4-3-3 al 4-2-3-1 hay muy poquitas variantes, incluso al 4-4-2 tampoco las hay. En ese conglomerado de jugadores, las variaciones son pocas.
Si no prioriza el dibujo, ¿qué antepone usted?
Es más importante dónde y cómo colocarse, dónde y cómo querer distribuirse ofensivamente, dónde y cómo querer robar la pelota, el nivel de intensidad que apliquemos... El sistema es un dibujo que se hace de inicio para defender y atacar, pero luego hay que desplegarse y coordinarse y es mucho más importante el trabajo para esa coordinación o el dotarle de intensidad alta que el dibujo en sí.
¿Su Valencia va a ser de posesión o de contraataque?
Va a ser un equipo de equilibrio, eso es lo importante y, dentro de ese equilibrio, vamos a procurar estar más cerca de la portería contraria porque cuanto más arriba robes el balón, más se van a dar las situaciones de contragolpe. Habrá momentos en los que el equipo tenga que contragolpear y ser rápido y eficaz y, cuando nuestro portero tenga el balón, vamos a procurar elaborar, tener la máxima posesión posible porque cuanto más tengamos la pelota menos la tiene el contrario, pero a la vez sabiendo que tenemos que llegar a la portería rival. Buscaremos ese equilibrio y nos situaremos en una posición que estemos cómodos a la hora de robar el balón y no se aleje de la portería contraria y cuando lo tengamos tener mucha movilidad, dinamismo, personalidad, asumir responsabilidad con el compañero y con el equipo para procurar que el balón sea nuestro y tengamos más opciones de hacer daño.
En casa les costará más porque la mayoría de rivales van a Mestalla a cerrarse.
Quiero tener un Valencia igual en casa que fuera, sabemos que no es lo mismo y el por qué no es fácil. Yo tengo mi teoría en la cual el equipo fuera siempre se encuentra con un rival que le va a apretar, está arropado por su gente y eso le da un plus de intensidad y muchas veces eso decanta el partido. Pero nosotros queremos tener una personalidad muy fuerte, dotarle de la agresividad permitida para que el equipo sea igual fuera que en casa. Esa personalidad tiene que tener posesión de balón, mucha ayuda para mantener la pelota y a la vez buscar la eficacia en las acciones ofensivas.
Se le ve muy activo en el banquillo, aunque los técnicos dicen que el trabajo real se hace durante la semana...
Está claro que el entrenador, la mayor parte de su cometido lo realiza durante la semana y en el prepartido. En el encuentro la única misión es tomar decisiones importantes y que los jugadores sientan el respaldo del entrenador y yo, lo que procuro estando activo en el banquillo, es que tengan ese respaldo, ayuda, el empuje que podemos darle y a la vez leer bien las situaciones.
Ante presupuestos superiores, la tarea del técnico es una de las claves para competir de igual a igual, ¿no?
Hay varias claves, pero si hablamos de pelear con Real Madrid o Barcelona hay que tener en cuenta que contra ellos nos jugaremos sólo 12 puntos, por lo que lo importante es mantener la regularidad y eso se consigue con el resto de equipos. El Valencia tiene que quitarse cualquier complejo, no compararse con nadie y dotarse de una identidad propia, con la que el valencianista se sienta identificado. No tenemos que compararnos con otros equipos, ni tener ningún complejo respecto a Real Madrid o Barcelona.
¿Cuándo firmó le pidieron jugar de una manera concreta?
Me contrataron por lo que he hecho, para intentar repetirlo en Valencia, pero lógicamente con un salto de calidad. Cuando me contrató el Almería también lo hizo por lo que hice en Lorca y ahora me llaman de Valencia para hacer lo que hice en Lorca y Almería. Pero con otro coche, más potente, con más motor. Si en algo tengo que centrarme es en procurar hacer lo que he hecho antes.
¿A Emery le vale con ganar de cualquier manera?
No, para nada me vale con eso. Yo procuro siempre cumplir con más objetivos, ampliar metas para encontrar la motivación necesaria. El ganar es muy importante y es el fin último, pero el cómo ganar tiene muchísima importancia y por eso digo que, además de ir a ganar, hay que procurar que el equipo juegue bien y ¿qué es eso? Pues hacer vibrar a la afición, que los seguidores se sientan orgullosos de ver a este Valencia... y si es ganando, pues mejor, pero que pase lo que pase estén satisfechos porque sepan que el Valencia busca tenerles contentos, crear un sentimiento, ese objetivo también lo queremos cumplir. Que el Valencia gane y que en el camino lo haga de una manera que su gente se sienta satisfecha y orgullosa.
¿Cómo se consigue eso?
Haciendo vibrar a la gente y para ello hay que hacer acciones bonitas, marcar goles, eso es lo que hace vibrar a la gente y buscaremos ser ambiciosos siempre. No conformarse con ganar de una manera pobre, sino con solvencia siendo ambiciosos y sabiendo que el fútbol es un juego muy serio, pero también un espectáculo y hay que tener eso en cuenta.
¿Le dará mucha libertad a sus futbolistas en el campo?
Los jugadores tienen que expresarse dentro de un grupo, con una personalidad y una independencia en momentos importantes. Es necesario tener una organización, pero dentro de ella necesitamos también desorganizarnos para poder sorprender.
ME GUSTA LO QUE PIENSA MI ENTRENADOR.
NO LO QUE DICE MI VICEPRESIDENTE: TODO JUGADOR TIENE UN PRECIO.
Y VEO DÍA A DÍA A SORIANO MAS TRANQUILO
PUES MENUDO TÁNDEM UNO PONE PRECIO, Y EL OTRO ESTA ASUSTADO Y CON MIEDO POR QUE NO SE FÍA DE SOLER.
QUE DIOS TENGA PIEDAD DE NOSOTROS.
Quiero que tenga una personalidad propia, una identidad, una idea que se pueda ver en el campo. No es comparable a nadie sino algo propio, un Valencia que empiece ahora y dure mucho tiempo y que al final, viendo jugar al Valencia, se detecte una idea plasmada y una personalidad clara. Lo que creo es que se me ha llamado aquí por lo que he hecho hasta ahora y procuraré seguir en la misma línea, de lo contrario, estaría equivocado yo y los que me han contratado. La idea es que desde una mentalidad de querer progresar, de querer ganar siempre, se vea un Valencia ambicioso en el que cada jugador esté buscando siempre el máximo rendimiento individual en beneficio del grupo.
Lo que más le puede costar a usted es soportar la presión de dirigir a un grande...
La exigencia está en uno mismo, no hay presión porque si uno se autoexige al máximo, eso siempre está por encima de cualquier presión que pueda tener. Esa exigencia va a ser desde la confianza, la tranquilidad, la unión, el compromiso... la diferencia que podría haber con mis anteriores equipos no es tal porque en Segunda B la exigencia del Lorca era subir, la del Almería en Segunda igual y la mía era más aún. No hay diferencia porque siguen siendo personas y futbolistas, el entorno es muy grande sí, hay mucho público, mucho seguidor que espera lo mejor, se genera mucha información, pero al futbolista hay que intentar aislarle de todo eso y centrarle sólo en el juego, independientemente de que haya viéndole 1.000 personas, 5.000, 10.000 o 50.000. Hay que buscar que el futbolista se exprese lo máximo posible, sin ningún tipo de atadura, con libertad para ver todo lo que puede dar.
Sí, pero no será el mismo el ego de un internacional que el de un jugador de Segunda B, sentar a un campeón de Europa que a otro jugador, ¿no?
Eso es independiente porque el futbolista es persona y, llegando a la persona, enseguida hemos llegado al futbolista y las personas son iguales en el Lorca, en el Almería o en el Valencia. Esos egos, llegando a la persona desde el respeto y el compromiso al grupo, habiendo unión y solidaridad, se quedan abolidos. Tenemos que dar un paso de humildad que es necesario para trabajar todos en la misma dirección. No entiendo a ningún futbolista sin entenderlo primero como persona, ése es el mejor camino para evitar todo eso y en este vestuario lograremos que no haya problemas de ese tipo.
Lo del trato personal lo tiene usted muy avanzado, todos los jugadores destacan su buen hacer en ese sentido.
Eso es producto de mi experiencia, de mi aprendizaje y de mi manera de ser. Es fruto de querer entender a los futbolistas como personas primero, para que luego les pueda exigir como jugadores.
Lo positivo de estar en un grande es que trabaja usted con mejor materia prima...
Una de las cosas que queremos conseguir es que este grupo que, en teoría, atesora mayor calidad tenga una actitud de querer cada uno dar lo máximo y sacrificarse para competir. Es más importante tener futbolistas de menor calidad pero que sean capaces de buscar el rendimiento máximo que tener jugadores mejores que no se comprometan o no quieran esforzarse para sacarlo todo. Quiero conseguir que este grupo de gran calidad técnica busque siempre querer avanzar, mejorar, aprender y se esfuercen siempre.
¿Qué influencias ha tenido como entrenador?
He aprendido de todos los técnicos que tuve, pero no hay nadie que sea mi modelo. Tengo un modelo propio elaborado a base de mis experiencias, de mis conocimientos y de mi información. De todos he ido recabando cosas, me he hecho una idea propia y sigo haciéndola. Mi lema es que quiero ser mañana mejor entrenador que hoy al igual que quiero ser mañana mejor persona que hoy. Y quiero que los jugadores tengan esa mentalidad de querer ser mañana mejores futbolistas que hoy.
Vamos, que el libro de estilo de Emery se sigue escribiendo cada día...
Sí, yo procuro cada día tener cosas nuevas, ir elaborándome en base a la información y las experiencias que adquiero, haciéndome una idea propia y seguir progresando. Ahora mismo soy mejor y tengo más capacidad que hace un año y espero que el año próximo tenga más capacidad y sepa darle uso.
¿Va a trabajar un sistema, varios, uno con variantes...?
Todo es trabajable y mejorable y a mí no me gusta improvisar, pero los sistemas más que un dibujo u otro son, primero una adaptación de los futbolistas entre ellos y a una idea de juego y, luego, la adaptación del entrenador a unos futbolistas que son capaces de jugar de una manera o de otra. Yo soy flexible y utilizo un sistema fuerte en el que la variación de las posiciones no sea importante y a la vez esté trabajada. Creo mucho en la aportación del futbolista a ese andar en el terreno de juego y en la coordinación de esos futbolistas para hacer un bloque fuerte.
Veo que no entra a hablar del 4-3-3 o del 4-4-2.
Es que va a ser adaptable y no tiene la importancia que a veces se le da porque del 4-3-3 al 4-2-3-1 hay muy poquitas variantes, incluso al 4-4-2 tampoco las hay. En ese conglomerado de jugadores, las variaciones son pocas.
Si no prioriza el dibujo, ¿qué antepone usted?
Es más importante dónde y cómo colocarse, dónde y cómo querer distribuirse ofensivamente, dónde y cómo querer robar la pelota, el nivel de intensidad que apliquemos... El sistema es un dibujo que se hace de inicio para defender y atacar, pero luego hay que desplegarse y coordinarse y es mucho más importante el trabajo para esa coordinación o el dotarle de intensidad alta que el dibujo en sí.
¿Su Valencia va a ser de posesión o de contraataque?
Va a ser un equipo de equilibrio, eso es lo importante y, dentro de ese equilibrio, vamos a procurar estar más cerca de la portería contraria porque cuanto más arriba robes el balón, más se van a dar las situaciones de contragolpe. Habrá momentos en los que el equipo tenga que contragolpear y ser rápido y eficaz y, cuando nuestro portero tenga el balón, vamos a procurar elaborar, tener la máxima posesión posible porque cuanto más tengamos la pelota menos la tiene el contrario, pero a la vez sabiendo que tenemos que llegar a la portería rival. Buscaremos ese equilibrio y nos situaremos en una posición que estemos cómodos a la hora de robar el balón y no se aleje de la portería contraria y cuando lo tengamos tener mucha movilidad, dinamismo, personalidad, asumir responsabilidad con el compañero y con el equipo para procurar que el balón sea nuestro y tengamos más opciones de hacer daño.
En casa les costará más porque la mayoría de rivales van a Mestalla a cerrarse.
Quiero tener un Valencia igual en casa que fuera, sabemos que no es lo mismo y el por qué no es fácil. Yo tengo mi teoría en la cual el equipo fuera siempre se encuentra con un rival que le va a apretar, está arropado por su gente y eso le da un plus de intensidad y muchas veces eso decanta el partido. Pero nosotros queremos tener una personalidad muy fuerte, dotarle de la agresividad permitida para que el equipo sea igual fuera que en casa. Esa personalidad tiene que tener posesión de balón, mucha ayuda para mantener la pelota y a la vez buscar la eficacia en las acciones ofensivas.
Se le ve muy activo en el banquillo, aunque los técnicos dicen que el trabajo real se hace durante la semana...
Está claro que el entrenador, la mayor parte de su cometido lo realiza durante la semana y en el prepartido. En el encuentro la única misión es tomar decisiones importantes y que los jugadores sientan el respaldo del entrenador y yo, lo que procuro estando activo en el banquillo, es que tengan ese respaldo, ayuda, el empuje que podemos darle y a la vez leer bien las situaciones.
Ante presupuestos superiores, la tarea del técnico es una de las claves para competir de igual a igual, ¿no?
Hay varias claves, pero si hablamos de pelear con Real Madrid o Barcelona hay que tener en cuenta que contra ellos nos jugaremos sólo 12 puntos, por lo que lo importante es mantener la regularidad y eso se consigue con el resto de equipos. El Valencia tiene que quitarse cualquier complejo, no compararse con nadie y dotarse de una identidad propia, con la que el valencianista se sienta identificado. No tenemos que compararnos con otros equipos, ni tener ningún complejo respecto a Real Madrid o Barcelona.
¿Cuándo firmó le pidieron jugar de una manera concreta?
Me contrataron por lo que he hecho, para intentar repetirlo en Valencia, pero lógicamente con un salto de calidad. Cuando me contrató el Almería también lo hizo por lo que hice en Lorca y ahora me llaman de Valencia para hacer lo que hice en Lorca y Almería. Pero con otro coche, más potente, con más motor. Si en algo tengo que centrarme es en procurar hacer lo que he hecho antes.
¿A Emery le vale con ganar de cualquier manera?
No, para nada me vale con eso. Yo procuro siempre cumplir con más objetivos, ampliar metas para encontrar la motivación necesaria. El ganar es muy importante y es el fin último, pero el cómo ganar tiene muchísima importancia y por eso digo que, además de ir a ganar, hay que procurar que el equipo juegue bien y ¿qué es eso? Pues hacer vibrar a la afición, que los seguidores se sientan orgullosos de ver a este Valencia... y si es ganando, pues mejor, pero que pase lo que pase estén satisfechos porque sepan que el Valencia busca tenerles contentos, crear un sentimiento, ese objetivo también lo queremos cumplir. Que el Valencia gane y que en el camino lo haga de una manera que su gente se sienta satisfecha y orgullosa.
¿Cómo se consigue eso?
Haciendo vibrar a la gente y para ello hay que hacer acciones bonitas, marcar goles, eso es lo que hace vibrar a la gente y buscaremos ser ambiciosos siempre. No conformarse con ganar de una manera pobre, sino con solvencia siendo ambiciosos y sabiendo que el fútbol es un juego muy serio, pero también un espectáculo y hay que tener eso en cuenta.
¿Le dará mucha libertad a sus futbolistas en el campo?
Los jugadores tienen que expresarse dentro de un grupo, con una personalidad y una independencia en momentos importantes. Es necesario tener una organización, pero dentro de ella necesitamos también desorganizarnos para poder sorprender.
ME GUSTA LO QUE PIENSA MI ENTRENADOR.
NO LO QUE DICE MI VICEPRESIDENTE: TODO JUGADOR TIENE UN PRECIO.
Y VEO DÍA A DÍA A SORIANO MAS TRANQUILO
PUES MENUDO TÁNDEM UNO PONE PRECIO, Y EL OTRO ESTA ASUSTADO Y CON MIEDO POR QUE NO SE FÍA DE SOLER.
QUE DIOS TENGA PIEDAD DE NOSOTROS.
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