Villa sigue sin golpear el balón y eso, a cuatro días del partido, es síntoma de que tiene toda la pinta de que el encuentro contra el Barcelona lo verá en el palco y no sobre el césped. El delantero asturiano volvió ayer, una jornada más, a hacer méritos para ganar el título honorífico de empleado del mes. Por la mañana fue a la clínica para hacerse una resonancia, después regresó a Paterna donde llegó pasado el mediodía, trabajó un poco con los fisios, comió en la misma residencia de la Ciudad Deportiva y de nuevo, por la tarde, otra vez al tajo para añadir al menú carrera continua en compañía de Joaquín y, de postre, una ración de gimnasio.
Su recuperación va fenomenal pero de ahí a que se produzca el milagro hay una profunda diferencia. Si el primer diagnóstico hablaba de tres semanas, hoy se cumplirán 10 días. No obstante, ni el propio responsable de los servicios médicos del club, Jorge Candel, se atreve a pronunciarse con claridad en un sentido o en otro, quizás en su deseo de no dar facilidades al rival. «A final de semana veremos», decía ayer en un intento que no sirvió para aclarar el estado real del jugador más importante dentro del esquema del Valencia, aunque de inmediato dejaba claro que «no hay que asumir riesgos». Este último apunte, junto con las palabras de Emery que recordaba el precedente que hubo de recaída con Villa hace dos años, invita a pensar que Mestalla se quedará sin el morbo que da el enfrentamiento de su crack contra el equipo que le tentó en verano.
Lo único que está claro es que Villa está ya curado. Otra cosa distinta es que esté en disposición de jugar. La resonancia demostró ayer varias cosas. Por un lado, que el edema de más de un centímetro que tenía ha desaparecido y además se demostró que no hay lesión en la actualidad, aunque Candel reitera que el objetivo no es recuperarlo para el Barcelona «sino curarlo».
Pero lo más curioso de todo es cuando el propio Candel, después de su comparecencia pública, reconoce que el delantero asturiano no había sufrido ninguna rotura fibrilar y sí una contractura. Tan sólo hay que repasar el parte médico dado por el mismo club hace unos días para apreciar la contradicción porque ahí sí se hablaba de microrrotura.
Joaquín, hoy en Gandía
A Joaquín, en cambio, se le trata con muchísima más precaución. El andaluz (que hoy de 20 a 21 horas estará en la tienda oficial del club en Gandía) tenía un derrame mucho mayor que el delantero y su periodo de recuperación sí se mantiene con rotundidad en esas tres semanas anunciadas en un primer momento, periodo en el que hará compañía en la enfermería al último en incorporarse: Marchena. El internacional tiene una rotura de un centímetro en el recto anterior y no se escapa de pasar el próximo mes en el dique seco. Con Vicente la línea de actuación va mucho más pausada.
Su recuperación va fenomenal pero de ahí a que se produzca el milagro hay una profunda diferencia. Si el primer diagnóstico hablaba de tres semanas, hoy se cumplirán 10 días. No obstante, ni el propio responsable de los servicios médicos del club, Jorge Candel, se atreve a pronunciarse con claridad en un sentido o en otro, quizás en su deseo de no dar facilidades al rival. «A final de semana veremos», decía ayer en un intento que no sirvió para aclarar el estado real del jugador más importante dentro del esquema del Valencia, aunque de inmediato dejaba claro que «no hay que asumir riesgos». Este último apunte, junto con las palabras de Emery que recordaba el precedente que hubo de recaída con Villa hace dos años, invita a pensar que Mestalla se quedará sin el morbo que da el enfrentamiento de su crack contra el equipo que le tentó en verano.
Lo único que está claro es que Villa está ya curado. Otra cosa distinta es que esté en disposición de jugar. La resonancia demostró ayer varias cosas. Por un lado, que el edema de más de un centímetro que tenía ha desaparecido y además se demostró que no hay lesión en la actualidad, aunque Candel reitera que el objetivo no es recuperarlo para el Barcelona «sino curarlo».
Pero lo más curioso de todo es cuando el propio Candel, después de su comparecencia pública, reconoce que el delantero asturiano no había sufrido ninguna rotura fibrilar y sí una contractura. Tan sólo hay que repasar el parte médico dado por el mismo club hace unos días para apreciar la contradicción porque ahí sí se hablaba de microrrotura.
Joaquín, hoy en Gandía
A Joaquín, en cambio, se le trata con muchísima más precaución. El andaluz (que hoy de 20 a 21 horas estará en la tienda oficial del club en Gandía) tenía un derrame mucho mayor que el delantero y su periodo de recuperación sí se mantiene con rotundidad en esas tres semanas anunciadas en un primer momento, periodo en el que hará compañía en la enfermería al último en incorporarse: Marchena. El internacional tiene una rotura de un centímetro en el recto anterior y no se escapa de pasar el próximo mes en el dique seco. Con Vicente la línea de actuación va mucho más pausada.
El técnico del Barcelona, Josep Guardiola, está pendiente de las evoluciones de varios de sus jugadores para ver si puede contar con ellos, con especial preocupación por el cerebro culé, Xavi, el defensa Márquez, el centrocampista Iniesta y el delantero Henry. Todos ellos están tocados.
Esta mañana está previsto el regreso de todos los internacionales a los entrenamientos. Pero Xavi y Márquez no tocarán el campo de entrenamiento e irán directamente a hacerse pruebas para ver el alcance de sus lesiones y si estas les permiten o no estar el sábado en Mestalla ante el Valencia.
La posible baja de Xavi, con molestias en una rodilla, es la que más preocupa en el Barça. Y más si se tiene en cuenta que Andrés Iniesta está entre algodones y todavía se desconoce si hoy jugará con España, aunque desde el club catalán se espera que no lo haga o, en su defecto, que sean pocos minutos.
Los problemas de Márquez, que igualmente viene de jugar con México y clasificarlo para el Mundial de Sudáfrica, no suponen un quebradero de cabeza para Guardiola.
En la defensa podrá contar con un Puyol descansado tras ver una cartulina amarilla con la selección que le impide jugar en Bosnia y la recuperación de Chigrinsky después de su lesión. En la retaguardia sigue la más que conocida baja de Milito.
En la delantera está también la duda de Henry, quien todavía no se ha recuperado de sus molestias. Pero, por contra, recuperan al 100% a Bojan, que ya entró en la lista de la última jornada del Barcelona ante el Almería.
El resto de los delanteros del club catalán juegan hoy compromisos internacionales y ambos apuntan a la titularidad en partidos clave, Messi con Argentina e Ibrahimovic con Suecia.
Esta mañana está previsto el regreso de todos los internacionales a los entrenamientos. Pero Xavi y Márquez no tocarán el campo de entrenamiento e irán directamente a hacerse pruebas para ver el alcance de sus lesiones y si estas les permiten o no estar el sábado en Mestalla ante el Valencia.
La posible baja de Xavi, con molestias en una rodilla, es la que más preocupa en el Barça. Y más si se tiene en cuenta que Andrés Iniesta está entre algodones y todavía se desconoce si hoy jugará con España, aunque desde el club catalán se espera que no lo haga o, en su defecto, que sean pocos minutos.
Los problemas de Márquez, que igualmente viene de jugar con México y clasificarlo para el Mundial de Sudáfrica, no suponen un quebradero de cabeza para Guardiola.
En la defensa podrá contar con un Puyol descansado tras ver una cartulina amarilla con la selección que le impide jugar en Bosnia y la recuperación de Chigrinsky después de su lesión. En la retaguardia sigue la más que conocida baja de Milito.
En la delantera está también la duda de Henry, quien todavía no se ha recuperado de sus molestias. Pero, por contra, recuperan al 100% a Bojan, que ya entró en la lista de la última jornada del Barcelona ante el Almería.
El resto de los delanteros del club catalán juegan hoy compromisos internacionales y ambos apuntan a la titularidad en partidos clave, Messi con Argentina e Ibrahimovic con Suecia.
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