La contratación de un ´8´ de garantías es complicada, por lo que el VCF prefiere enganchar al luso y no fichar con prisas. Manuel Fernandes se marchó de vacaciones pensando que tenía los días contados en el Valencia. El nombre del portugués figura desde el primer día en la lista de posibles salidas de la plantilla, si bien, con el paso de las semanas el propio mercado está haciendo cambiar de parecer a los gestores blanquinegros. Más tras escuchar Manuel Llorente y Braulio Vázquez en boca de Unai Emery que el cuerpo técnico aún confía en las cualidades futbolísticas de Manuel Fernandes, aunque ese nunca ha sido precisamente el problema.
En los últimos días el planteamiento en cuanto a la planificación de la plantilla se refiere se ha dado de bruces con la realidad del mercado. De primeras, la intención del Club era la de fichar a dos delanteros y un centrocampista organizador. A partir de ahí, se ficharía según las salidas que hubiera. Pero lo de incorporar un ´8´ hay que ponerlo ahora en cuarentena. Ni el Valencia tiene fácil encontrar un ´cerebro´ de garantías —principalmente por cuestiones económicas— ni Fernandes tiene tantas novias dispuestas a no solo asumir su ficha sino a pagar un traspaso que contente al Valencia. Y hoy por hoy solo llegará un ´8´ si Fernandes abandona la plantilla.
El club de Mestalla no está dispuesto a ´regalar´ al luso. Menos para tener luego que hacer un desembolso para precisamente ocupar la posición que dejaría huérfana —solo quedaría Banega como mediocentro ofensivo en plantilla—. Los ocho millones que pide el Montpellier por Tino Costa son un ejemplo. Sobre todo cuando futbolísticamente Emery no ve tantas diferencias entre uno y otro centrocampista. Por ello, y en economía de guerra, Fernandes puede que no haya dicho aún su última palabra como valencianista, aunque la intención del jugador sigue siendo la salir del club.
Emery transmitió a Llorente y Braulio que antes de arriesgar con un fichaje —salvo que no genere duda alguna y su fichaje sea asumible por el Club—, prefiere tratar de reenganchar a Fernandes para la causa. Cuanto menos opta por ver cual es su predisposición durante la pretemporada.
La relación entre Emery y Fernandes es de auténtico amor y odio. El técnico es un enamorado futbolísticamente hablando de Fernandes, si bien, por diferentes circunstancias, su rol no ha sido el esperado, ni por uno ni por otro. Asuntos extradeportivos al margen, la confianza de Fernandes en Emery quedó mermada por no jugar lo que él esperaba tras su cesión frustrada al Inter. El técnico ha manifestado y demostrado de puertas a dentro del vestuario que cuenta con Fernandes, aunque en opinión del jugador, nunca a la hora de la verdad: en las alineaciones. Tampoco el futbolista ha dado nunca el paso al frente que de él se espera desde que fichó por el Valencia.
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/06/14/emery-confia-fernandes/97716.html
En los últimos días el planteamiento en cuanto a la planificación de la plantilla se refiere se ha dado de bruces con la realidad del mercado. De primeras, la intención del Club era la de fichar a dos delanteros y un centrocampista organizador. A partir de ahí, se ficharía según las salidas que hubiera. Pero lo de incorporar un ´8´ hay que ponerlo ahora en cuarentena. Ni el Valencia tiene fácil encontrar un ´cerebro´ de garantías —principalmente por cuestiones económicas— ni Fernandes tiene tantas novias dispuestas a no solo asumir su ficha sino a pagar un traspaso que contente al Valencia. Y hoy por hoy solo llegará un ´8´ si Fernandes abandona la plantilla.
El club de Mestalla no está dispuesto a ´regalar´ al luso. Menos para tener luego que hacer un desembolso para precisamente ocupar la posición que dejaría huérfana —solo quedaría Banega como mediocentro ofensivo en plantilla—. Los ocho millones que pide el Montpellier por Tino Costa son un ejemplo. Sobre todo cuando futbolísticamente Emery no ve tantas diferencias entre uno y otro centrocampista. Por ello, y en economía de guerra, Fernandes puede que no haya dicho aún su última palabra como valencianista, aunque la intención del jugador sigue siendo la salir del club.
Emery transmitió a Llorente y Braulio que antes de arriesgar con un fichaje —salvo que no genere duda alguna y su fichaje sea asumible por el Club—, prefiere tratar de reenganchar a Fernandes para la causa. Cuanto menos opta por ver cual es su predisposición durante la pretemporada.
La relación entre Emery y Fernandes es de auténtico amor y odio. El técnico es un enamorado futbolísticamente hablando de Fernandes, si bien, por diferentes circunstancias, su rol no ha sido el esperado, ni por uno ni por otro. Asuntos extradeportivos al margen, la confianza de Fernandes en Emery quedó mermada por no jugar lo que él esperaba tras su cesión frustrada al Inter. El técnico ha manifestado y demostrado de puertas a dentro del vestuario que cuenta con Fernandes, aunque en opinión del jugador, nunca a la hora de la verdad: en las alineaciones. Tampoco el futbolista ha dado nunca el paso al frente que de él se espera desde que fichó por el Valencia.
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/06/14/emery-confia-fernandes/97716.html
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