BAÑO DE MASAS PARA BARAJA

El 'Pipo' es homenajeado antes, durante, y a la conclusión del partido ante el Tenerife, sú último duelo como valencianista.

El jugador valencianista Rubén Baraja recibió la insignia de oro y brillantes del club de manos del presidente de la entidad Manuel Llorente, en los prolegómenos del encuentro de la última jornada de Liga ante el Tenerife, en Mestalla.

Minutos antes de que comenzara el choque, Baraja saltó al terreno de juego por medio del pasillo de honor que le hicieron sus compañeros de la primera plantilla. Además, los niños de la escuela han formado, con sus cuerpos y sobre el césped, su sobrenombre (Pipo) y el número 8 que ha lucido habitualmente.

Baraja jugó como titular y lució el brazalete de capitán ante una afición que pobló Mestalla de pancartas de agradecimiento dirigidas al futbolista como 'A vegades un nom es fa llegenda...gracies", 'Un trivote para la historia Puchades, Claramunt y Baraja', 'Gracias Pipo Baraja o 'Eterno 8 del VCF' entre otras.

Además, en el Gol Gran se mostró una gran retrato de Baraja en blanco y negro.

Durante el partido, los cánticos, los aplausos y las ovaciones al '8' fueron constantes. Empezaron ya en el minuto 7, y en el 8 (el minuto de su número) la ovación fue atronadora por parte de toda la grada de Mestalla. Gestos que se repitieron en los minutos 23, 31, 38 y 83.

Rubén Baraja dio adiós a Mestalla tras diez años en el Valencia, en una emotiva despedida a la conclusión del encuentro, en la que el futbolista dio una vuelta completa al estadio mientras recibía una cariñosa despedida por parte de una afición entregada al que ha sido uno de sus ídolos en la última década.

Baraja fue sustituido en el minuto 89 por Éver Banega, mientras todo el estadio de Mestalla se puso en pie y coreó al únisono "Pipo Baraja", mientras el futbolista respondía aplaudiendo y recibía el abrazo de todos sus compañeros.

A la conclusión del encuentro, Baraja saltó de nuevo al terreno de juego y de nuevo fue jaleado por la afición, mientras que sus compañeros lo manteaban.

El vallisoletano fue subido a hombros por Nikola Zigic y dio una vuelta de honor por todo el estadio mientras recibía la ovación de los aficionados e incluso recibió a pie de campo una placa de agradecimiento por parte de la peña 'Gol Gran'.

A la conclusión de la vuelta, con una bufanda del Valencia, se dirigió emocionado al centro del campo, donde de nuevo fue manteado por sus compañeros. Luego fue rodeado por todos los integrantes de la plantilla, incluso los que no fueron convocados, y posaron por una foto para la historia con un jugador que ya es historia en el valencianismo.
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