El argentino se ha llevado a Eslovenia un libro que explica cómo alcanzar el éxito tras haber cometido fallos. «Fuimos creados para vivir y no para existir. Todos nuestros errores esconden la semilla de las grandes oportunidades. Lo importante es aprender del error, olvidar los detalles y poder seguir adelante. El fracaso es una situación, no una posición; no es un muro, es una puerta que te llevará a una nueva dimensión de triunfo. Lo único que hará en tu vida el error será liberar tu potencial escondido. En este libro encontrarás principios que te ayudarán a transformar tus fracasos en éxitos ¡Nos vemos en la cima!». Estas frases se pueden leer en la sinopsis del libro que Alejandro, ´El Chori´ Domínguez, se ha llevado para que le acompañe en sus ratos libres en el período de pretemporada que el equipo acaba de iniciar en Ptuj. El autor de la obra, el también argentino Fernando Stamateas, es uno de los escritores más leídos en materia de autoayuda en su país, licenciado en Psicología y con otros títulos en su bibliografía como ´Autoboicot´, ´Gente Tóxica´ o ´Resultados Extraordinarios´ en ese género dentro y fuera de sus fronteras.
Domínguez es consciente —y así lo ha reconocido públicamente en más de una ocasión— de que ha cometido errores durante sus primeros meses de estancia en el VCF. El enfrentamiento que tuvo con Emery y que le costó una semana de trabajo al margen del grupo como sanción le ha hecho, según él mismo ha reconocido, aprender y conocer al que es su técnico... y no quiere que todo lo aprendido caiga en saco roto. Por eso, entre otros motivos, ha empezado a leer el libro antes mencionado: «Fueron muy positivos estos seis meses y me vinieron bien para unirme al grupo, para conocer a la gente, para estar en el ´tribú´ y la verdad es que fue muy bueno para mí poder haber llegado antes y comenzar ahora desde cero ahora ya sabiendo como se manejan un poquito las cosas. Lo que me pasó con el técnico fue, como lo llamamos nosotros, un momento un poco de calentura... un poco de querer jugar, esa ansiedad de querer demostrar cuando uno llega a un club nuevo. Obviamente, las conversaciones que tuvimos, las charlas con el míster y el cuerpo técnico fueron muy buenas porque ellos saben de mi parte que no hay ningún rencor, que no pasa nada, y yo pude saber de su parte que para conmigo tampoco las hay, así que todo sigue igual. Yo soy de pensar que muchas veces es mejor tener jugadores así dentro de un plantel, que les duela no jugar...», asevera.
Al máximo
Domínguez, cuando se le pregunta por ello, afirma de forma tajante que no se puede juzgar el verdadero porcentaje de él que se ha visto en sus seis primeros meses en Valencia «porque no pude tener la continuidad que tuve en la Liga rusa cuando de 30 partidos jugué 28». De sus palabras se desprende que tiene una cuenta pendiente y quizás por ello se ha propuesto, cuanto antes, tener un papel protagonista en un equipo al que ve aspirando a lo máximo. De hecho, ante la pregunta de si firmaría ahora ganar la Copa del Rey y quedar cuarto en Liga como hizo el Sevilla la pasada campaña, se muestra especialmente ambicioso: «Si yo firmase eso creo que sería un poco conformista y, personalmente, voy en busca del primer puesto. Ya no me interesa quien se enfrente al Valencia... Yo sinceramente no la veo una buena propuesta. Para mí una buena propuesta sería ganar la Liga... y ganar la Copa porque creo que el equipo y el club lo merecen».
Por último, en su adaptación a Valencia y al VCF, sin duda ha jugado un papel especial su compatriota Éver Banega. Es su compañero de habitación en Ptuj y junto a él ha pasado mucho tiempo desde su llegada hace ya más de medio año, motivos por los cuales no oculta su afinidad con él: «una persona muy importante que me echó una mano, que recién llegué me ayudó. Es un amigo y me brindó lo mejor desde que llegué a la entidad, a la ciudad... y pienso que es mucho más fácil para uno adaptarse a un equipo cuando tiene jugadores y gente como él y como los que hay en este plantel».
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/07/24/secreto-chori-triunfar-vcf/101162.html
Domínguez es consciente —y así lo ha reconocido públicamente en más de una ocasión— de que ha cometido errores durante sus primeros meses de estancia en el VCF. El enfrentamiento que tuvo con Emery y que le costó una semana de trabajo al margen del grupo como sanción le ha hecho, según él mismo ha reconocido, aprender y conocer al que es su técnico... y no quiere que todo lo aprendido caiga en saco roto. Por eso, entre otros motivos, ha empezado a leer el libro antes mencionado: «Fueron muy positivos estos seis meses y me vinieron bien para unirme al grupo, para conocer a la gente, para estar en el ´tribú´ y la verdad es que fue muy bueno para mí poder haber llegado antes y comenzar ahora desde cero ahora ya sabiendo como se manejan un poquito las cosas. Lo que me pasó con el técnico fue, como lo llamamos nosotros, un momento un poco de calentura... un poco de querer jugar, esa ansiedad de querer demostrar cuando uno llega a un club nuevo. Obviamente, las conversaciones que tuvimos, las charlas con el míster y el cuerpo técnico fueron muy buenas porque ellos saben de mi parte que no hay ningún rencor, que no pasa nada, y yo pude saber de su parte que para conmigo tampoco las hay, así que todo sigue igual. Yo soy de pensar que muchas veces es mejor tener jugadores así dentro de un plantel, que les duela no jugar...», asevera.
Al máximo
Domínguez, cuando se le pregunta por ello, afirma de forma tajante que no se puede juzgar el verdadero porcentaje de él que se ha visto en sus seis primeros meses en Valencia «porque no pude tener la continuidad que tuve en la Liga rusa cuando de 30 partidos jugué 28». De sus palabras se desprende que tiene una cuenta pendiente y quizás por ello se ha propuesto, cuanto antes, tener un papel protagonista en un equipo al que ve aspirando a lo máximo. De hecho, ante la pregunta de si firmaría ahora ganar la Copa del Rey y quedar cuarto en Liga como hizo el Sevilla la pasada campaña, se muestra especialmente ambicioso: «Si yo firmase eso creo que sería un poco conformista y, personalmente, voy en busca del primer puesto. Ya no me interesa quien se enfrente al Valencia... Yo sinceramente no la veo una buena propuesta. Para mí una buena propuesta sería ganar la Liga... y ganar la Copa porque creo que el equipo y el club lo merecen».
Por último, en su adaptación a Valencia y al VCF, sin duda ha jugado un papel especial su compatriota Éver Banega. Es su compañero de habitación en Ptuj y junto a él ha pasado mucho tiempo desde su llegada hace ya más de medio año, motivos por los cuales no oculta su afinidad con él: «una persona muy importante que me echó una mano, que recién llegué me ayudó. Es un amigo y me brindó lo mejor desde que llegué a la entidad, a la ciudad... y pienso que es mucho más fácil para uno adaptarse a un equipo cuando tiene jugadores y gente como él y como los que hay en este plantel».
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