El ´9´ del VCF puso fin a sus vacaciones para ultimar su puesta a punto, mimar su menisco y llegar a tope al lunes. 11:45 horas. Ciudad Deportiva de Paterna. Roberto Soldado decide poner fin a sus vacaciones de verano antes que el resto y ponerse a trabajar. El nuevo ´9´ del Valencia no aguanta más encerrado en casa o relajado en una paradisíaca playa del Mediterráneo. Tiene mono de balón y tiene tanta hambre de entrenamientos, fútbol y, por supuesto, goles que ayer comenzó a entrenar en las instalaciones blanquinegras tres días antes que el resto de sus compañeros. Lo admitía el propio jugador. «Tengo mono de volver a meter goles». Toda una declaración de intenciones y un síntoma inequívoco de las ganas, el compromiso y la profesionalidad de este goleador valenciano que no sólo ha venido a la capital del Turia a disfrutar de su tierra, de su familia y sus amigos. Ha venido a triunfar. Por eso ayer era un buen día para empezar a calentar motores en su nueva ´oficina de trabajo´. Quería ultimar su puesta a punto física y mimar su rodilla operada. Quería llegar a tope el lunes.
Ése es el día en el que todos los futbolistas de la plantilla están citados para empezar la pretemporada a las órdenes de Emery. Soldado estará el lunes en Paterna con el resto de compañeros y con todos los focos de las cámaras apuntándole a él. Sin embargo, ayer quiso hacerlo en la intimidad. Igual que el pasado viernes. Hace una semana visitó las instalaciones para planificar el plan de trabajo de la semana junto a los fisios. Soldado ha estado siguiendo en casa la planificación que habían programado los preparadores físicos, pero todavía no se había vestido de corto en Paterna. Ayer fue el día. El ex del Don Bosco llegó a las 11:45 a la Ciudad Deportiva con un espectacular Bentley negro. El valenciano fue recibido como un ídolo por el centenar de chavales que están disfrutando del Campus Fundació del Valencia. «¡Soldado, Soldado!», gritaban los niños cuando vieron salir a Roberto de su ´tanque´. «¡Es Soldado, es Soldado!». Roberto escuchó los cánticos de los críos, les miró y les dedicó una sonrisa dándole las gracias por el recibimiento. Saludó al personal del club que estaba trabajando en ese momento y entró e el vestuario. Había que ponerse manos a la obra y, por primera vez, vestirse con la equipación de entrenamiento del Valencia. Una nueva ropa deportiva que conoce muy bien. De hecho, el fue el primer fichaje que posó con la nueva colección de Kappa en su presentación oficial en Mestalla.
Una puesta en escena glamourosa que nada tenía que ver con lo de ayer. Soldado trabajó durante una hora y cuarto en el interior del gimnasio junto a los fisios del club. Soldado quiere coger el mejor tono físico cuanto antes para llegar en las mejores condiciones a la pretemporada. Sabe que el club ha hecho un esfuerzo muy importante por él y está dispuesto a devolver esa confianza desde el primer día de entrenamiento, desde el primer amistoso del verano. Quiere llegar a tope el lunes, pero también quiere llegar al lunes con la mejor de las sensaciones en su rodilla derecha.
El nuevo ´9´ del Valencia aprovechó también la mañana para tratarse y mimar su menisco izquierdo. El valenciano se rompió el menisco de su rodilla izquierda el pasado mes de marzo. La lesión se produjo en el partido del Liga ante el Mallorca. Soldado notó dolor durante el descanso, pero decidió aguantar y estuvo a punto de acabar el encuentro. Sin embargo, no pudo ejercitarse con el equipo al día siguiente y las pruebas médicas confirmaron los peores pronósticos. El quirófano era inevitable. El entonces jugador del Getafe fue intervenido por el Doctor Cugat en la Clínica Quirón de Barcelona y su plazo de recuperación se fijó para «unas cinco semanas». Parecía que ya no llegaría a tiempo para la Liga. No fue así. Su capacidad de sacrificio le llevó a volver a los terrenos de juego antes de hora. El 4 de mayo volvía al once titular de Míchel y lo hacía con un golazo de chilena al Sporting de Gijón.
Aquel día dio carpetazo a la lesión de menisco, pero no del todo. Sigue cuidándolo como medida de prevención para que no dé problemas este año. Algo que no sucederá. Al menos de eso están convencidos el jugador y el cuerpo médico, conocedor de su historial. Roberto también aprovechó el día para conocer a tres de sus nuevos compañeros, Feghouli, Jordi Alba y Dealbert y, ya está como loco por volverlos a ver el lunes. El día que se quitará el mono de los goles...
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/07/10/mono-volver-meter-goles/99883.html
Ése es el día en el que todos los futbolistas de la plantilla están citados para empezar la pretemporada a las órdenes de Emery. Soldado estará el lunes en Paterna con el resto de compañeros y con todos los focos de las cámaras apuntándole a él. Sin embargo, ayer quiso hacerlo en la intimidad. Igual que el pasado viernes. Hace una semana visitó las instalaciones para planificar el plan de trabajo de la semana junto a los fisios. Soldado ha estado siguiendo en casa la planificación que habían programado los preparadores físicos, pero todavía no se había vestido de corto en Paterna. Ayer fue el día. El ex del Don Bosco llegó a las 11:45 a la Ciudad Deportiva con un espectacular Bentley negro. El valenciano fue recibido como un ídolo por el centenar de chavales que están disfrutando del Campus Fundació del Valencia. «¡Soldado, Soldado!», gritaban los niños cuando vieron salir a Roberto de su ´tanque´. «¡Es Soldado, es Soldado!». Roberto escuchó los cánticos de los críos, les miró y les dedicó una sonrisa dándole las gracias por el recibimiento. Saludó al personal del club que estaba trabajando en ese momento y entró e el vestuario. Había que ponerse manos a la obra y, por primera vez, vestirse con la equipación de entrenamiento del Valencia. Una nueva ropa deportiva que conoce muy bien. De hecho, el fue el primer fichaje que posó con la nueva colección de Kappa en su presentación oficial en Mestalla.
Una puesta en escena glamourosa que nada tenía que ver con lo de ayer. Soldado trabajó durante una hora y cuarto en el interior del gimnasio junto a los fisios del club. Soldado quiere coger el mejor tono físico cuanto antes para llegar en las mejores condiciones a la pretemporada. Sabe que el club ha hecho un esfuerzo muy importante por él y está dispuesto a devolver esa confianza desde el primer día de entrenamiento, desde el primer amistoso del verano. Quiere llegar a tope el lunes, pero también quiere llegar al lunes con la mejor de las sensaciones en su rodilla derecha.
El nuevo ´9´ del Valencia aprovechó también la mañana para tratarse y mimar su menisco izquierdo. El valenciano se rompió el menisco de su rodilla izquierda el pasado mes de marzo. La lesión se produjo en el partido del Liga ante el Mallorca. Soldado notó dolor durante el descanso, pero decidió aguantar y estuvo a punto de acabar el encuentro. Sin embargo, no pudo ejercitarse con el equipo al día siguiente y las pruebas médicas confirmaron los peores pronósticos. El quirófano era inevitable. El entonces jugador del Getafe fue intervenido por el Doctor Cugat en la Clínica Quirón de Barcelona y su plazo de recuperación se fijó para «unas cinco semanas». Parecía que ya no llegaría a tiempo para la Liga. No fue así. Su capacidad de sacrificio le llevó a volver a los terrenos de juego antes de hora. El 4 de mayo volvía al once titular de Míchel y lo hacía con un golazo de chilena al Sporting de Gijón.
Aquel día dio carpetazo a la lesión de menisco, pero no del todo. Sigue cuidándolo como medida de prevención para que no dé problemas este año. Algo que no sucederá. Al menos de eso están convencidos el jugador y el cuerpo médico, conocedor de su historial. Roberto también aprovechó el día para conocer a tres de sus nuevos compañeros, Feghouli, Jordi Alba y Dealbert y, ya está como loco por volverlos a ver el lunes. El día que se quitará el mono de los goles...
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