Se esperan seis grados bajo cero a la hora del partido
Inglaterra, cubierta de nieve, se ha convertido estos días en un espectacular manto blanco.
C. BOSCH
Desde lo alto, Inglaterra es un manto blanco. Todo nieve en cuanto el avión busca el aeropuerto y desciende por debajo de las nubes. Un manto blanco que cubre los campos y convierte los caminos en simples hilos que comunican casas, aldeas, pueblos y ciudades. La expedición valencianista aterrizó en Manchester sobre la hora prevista, las once y media de la mañana en el Reino Unido y una horas más en España y lo primero que se encontró fue el frío viento del invierno de las islas británicas.
Un inesperado sol de invierno recibió en Manchester al Valencia, pero un solo con trampa, porque ya a esas horas apenas tenía fuerza lo que provocó que la temperatura fuese de dos grados cuando aterrizó el equipo. Sólo media hora después, con toda la expedición subida en los autocares, Manchester avisaba de lo que se podía venir encima. El termómetro marcaba ya un grado menos.
De ahí que esta noche, a la hora del partido ante el United las mejores previsiones hablen de seis grados bajo cero. Ya en la jornada de ayer, durante la sesión de entrenamiento en Old Trafford, los futbolistas pudieron comprobar cómo será el ambiente a ras de césped, que ya se sabe que en lo que a la grada se refiere, Old Trafford, como todo campo inglés con un mínimo de épica e historia, apretará mucho.
Más allá del frío y que como dijo Ángel Dealbert en el aeropuerto de Manises, «es para los dos equipos igual, no tenemos que estar pendiente de ello», lo cierto es que para los servicios médicos del Valencia sí supon un pequeño contratiempo puesto que los jugadores toman unos reconstituyentes líquidos después de cada partido y cada entrenamiento, pero claro, con el frío de hoy, no se espera que suden mucho. Sí se espera que corran, claro.
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