Stankevicius conoció a su compatriota Javtokas en un encuentro organizado por Superdeporte.
«Y tú, ¿cuánto mides?», le pregunta Marius Stankevicius a Robertas Javtokas al conocerse. Y es que al defensa del Valencia le llamó mucho la atención la altura del pívot del Power Electronics. «Mi mujer siempre me dice que yo soy muy alto», bromeaba el futbolista con su compatriota. Ambos llegaron este verano a Valencia y SUPER hizo de celestino para que pudieran conocerse. «Es bonito poder hablar con alguien en Lituano», comentaban tras fundir sus manos al saludarse. Después ya llegó el momento de intercambiar los números de teléfono y emplazarse para asistir al palco de Mestalla y al de la Fonteta, respectivamente, y ser seguidores el uno del otro. «Poco a poco nos vamos a conocer como personas, lo importante es que tenemos voluntad en conocernos y poder venir a los partidos de baloncesto y que él venga a ver fútbol a Mestalla», señala Stankevicius, al que su amigo Mantas Kalnietis —jugador lituano de baloncesto— ya le había hablado de Javtokas e incluso le había intentado poner en contacto con él.
«Me gusta mucho el fútbol, no juego, pero siempre que el baloncesto me lo permite voy a Mestalla para ver al Valencia», asegura el pívot del Power Electronics, que se atreve a dar su opinión sobre su nuevo amigo: «No soy profesional del fútbol, sólo un simple aficionado. He ido a Mestalla alguna vez esta temporada, pero no he podido verle jugar, aunque si que le he visto en otras ocasiones y pienso que es un buen jugador, está en un gran equipo como el Valencia, uno de los equipos fuertes en Europa. En Lituania es uno de los pocos jugadores de fútbol importantes. Son pocos los jugadores lituanos que salen a jugar a otras ligas y son muy populares». «Yo también le conozco como jugador de baloncesto. Somos del mismo país —bromea—. Ahora no veo mucho baloncesto, pero si me invita al pabellón vendré a ver al Power Electronics —risas—, me gusta el deporte y ver un pabellón con mucha gente, pero me gusta más jugar que ver baloncesto. Cuando Zalgiris ganó la Euroliga —en 1999—, yo tenía unos 17 años, era muy aficionado, sufría con el equipo… pero después me decanté por el fútbol», comenta Stankevicius.
Lituania es un pequeño país del Norte de Europa. Entre Siauliai y Kaunas, separadas por unos 150 kilómetros, y con un año y tres meses de diferencia, nacieron Javtokas y Stankevicius. Un país, considerado una de las cunas del baloncesto europeo, y donde a diferencia de España, el deporte rey es el baloncesto: «El baloncesto en Lituania es más importante y por ahora es el deporte número uno. Yo desde pequeño jugaba al fútbol en el colegio con un amigo. Desde pequeño me ha gustado el fútbol, aunque también he jugado al baloncesto, incluso veía más baloncesto que fútbol en la televisión con los amigos», señala el defensa del VCF. «Como futbolista veo una estructura muy diferente, en España hay mucha afición también al bàsquet, pero el fútbol es una locura. Creo que incluso hay más pasión por el fútbol en España que por el baloncesto en Lituania. El fútbol en Lituania está creciendo, pienso que puede tener un futuro bueno», añade. Para el pívot del Power, que dice que en su caso la elección cuando era pequeño entre fútbol y baloncesto estuvo condicionada por su altura, el entorno en la infancia es decisivo: «Depende un poco de los amigos, la familia… el ambiente en el que creces desde pequeño. Hay niños que juegan a fútbol y otros que juegan al baloncesto. Mi padres son grandes, como yo, y mi madre jugaba al bàsquet y desde pequeños siempre hemos jugado al baloncesto, tanto yo como mi hermano… pero si que hay niños que juegan al fútbol en Lituania, aunque no tantos como en Europa».
De momento, ambos califican sus experiencias profesionales en Valencia como positivas. Con un sueño en común como es ganar un título, trabajan cada día para conseguirlo. «Estamos muy contentos de jugar en la Euroliga, así como el Valencia juegue la Liga de Campeones. Tenemos un nuevo entrenador y estamos empezando a jugar bien, cada vez mejor y pienso que es bueno para la ciudad que los dos equipos estén jugando en Europa, también el equipo de baloncesto femenino —en el Ros Casares también hay una compatriota suya, Agne Abromaite—. Pienso que Valencia tiene un gran nivel deportivo». Por su parte, al defensa del Valencia le gustaría repetir los éxitos de la pasada temporada con el Sevilla en la Copa del Rey: «Tuve una gran experiencia el año pasado en Sevilla. Mi primer título en España, fue muy importante para mi y he hizo muy feliz, me hizo crecer como jugador y como persona. Es una competición que me ilusiona y me gustaría volver a ganarla con el Valencia».
Desde su llegada a Valencia, ambos se han aclimatado perfectamente a la ciudad. Ambos han tenido la oportunidad de hacer ´turismo´ y coinciden en señalar el Oceanográfic y el Biopark como los lugares más visitados, sobre todo «por los niños», como apunta el futbolista, que le desvela a su compatriota que lo que más le gustó fueron los «tiburones. Me impresionó porque los pude ver muy de cerca. Fue una experiencia muy bonita». Al escuchar sus palabras, el pívot lituano empezó a reir y después le explicó a Stankevicius, que a él le apodan el tiburón —incluso lleva tatuado uno en su brazo— porque nació en el mes que en lituania es el del pez, así que puestos a elegir un pez, «elegí el tiburón».
Estas navidades, tendrán una celebración diferente. Javtokas pasará las fiestas fuera de casa «por primera vez en muchos años, aunque viene mi familia a Valencia», mientras que Stankevicius viajó tras el encuentro de Copa ante el Villarreal a Italia para estar con familiares y amigos durante las vacaciones: «me gusta mucho estar todos juntos en la mesa, hablando, notando a la familia cerca». Dos lituanos, dos deportistas de primer nivel que triunfan en Valencia, en dos equipos valencianos y que se conocieron a través de SUPER… a partir de ahora, dos nuevos amigos para siempre.
«Y tú, ¿cuánto mides?», le pregunta Marius Stankevicius a Robertas Javtokas al conocerse. Y es que al defensa del Valencia le llamó mucho la atención la altura del pívot del Power Electronics. «Mi mujer siempre me dice que yo soy muy alto», bromeaba el futbolista con su compatriota. Ambos llegaron este verano a Valencia y SUPER hizo de celestino para que pudieran conocerse. «Es bonito poder hablar con alguien en Lituano», comentaban tras fundir sus manos al saludarse. Después ya llegó el momento de intercambiar los números de teléfono y emplazarse para asistir al palco de Mestalla y al de la Fonteta, respectivamente, y ser seguidores el uno del otro. «Poco a poco nos vamos a conocer como personas, lo importante es que tenemos voluntad en conocernos y poder venir a los partidos de baloncesto y que él venga a ver fútbol a Mestalla», señala Stankevicius, al que su amigo Mantas Kalnietis —jugador lituano de baloncesto— ya le había hablado de Javtokas e incluso le había intentado poner en contacto con él.«Me gusta mucho el fútbol, no juego, pero siempre que el baloncesto me lo permite voy a Mestalla para ver al Valencia», asegura el pívot del Power Electronics, que se atreve a dar su opinión sobre su nuevo amigo: «No soy profesional del fútbol, sólo un simple aficionado. He ido a Mestalla alguna vez esta temporada, pero no he podido verle jugar, aunque si que le he visto en otras ocasiones y pienso que es un buen jugador, está en un gran equipo como el Valencia, uno de los equipos fuertes en Europa. En Lituania es uno de los pocos jugadores de fútbol importantes. Son pocos los jugadores lituanos que salen a jugar a otras ligas y son muy populares». «Yo también le conozco como jugador de baloncesto. Somos del mismo país —bromea—. Ahora no veo mucho baloncesto, pero si me invita al pabellón vendré a ver al Power Electronics —risas—, me gusta el deporte y ver un pabellón con mucha gente, pero me gusta más jugar que ver baloncesto. Cuando Zalgiris ganó la Euroliga —en 1999—, yo tenía unos 17 años, era muy aficionado, sufría con el equipo… pero después me decanté por el fútbol», comenta Stankevicius.
Lituania es un pequeño país del Norte de Europa. Entre Siauliai y Kaunas, separadas por unos 150 kilómetros, y con un año y tres meses de diferencia, nacieron Javtokas y Stankevicius. Un país, considerado una de las cunas del baloncesto europeo, y donde a diferencia de España, el deporte rey es el baloncesto: «El baloncesto en Lituania es más importante y por ahora es el deporte número uno. Yo desde pequeño jugaba al fútbol en el colegio con un amigo. Desde pequeño me ha gustado el fútbol, aunque también he jugado al baloncesto, incluso veía más baloncesto que fútbol en la televisión con los amigos», señala el defensa del VCF. «Como futbolista veo una estructura muy diferente, en España hay mucha afición también al bàsquet, pero el fútbol es una locura. Creo que incluso hay más pasión por el fútbol en España que por el baloncesto en Lituania. El fútbol en Lituania está creciendo, pienso que puede tener un futuro bueno», añade. Para el pívot del Power, que dice que en su caso la elección cuando era pequeño entre fútbol y baloncesto estuvo condicionada por su altura, el entorno en la infancia es decisivo: «Depende un poco de los amigos, la familia… el ambiente en el que creces desde pequeño. Hay niños que juegan a fútbol y otros que juegan al baloncesto. Mi padres son grandes, como yo, y mi madre jugaba al bàsquet y desde pequeños siempre hemos jugado al baloncesto, tanto yo como mi hermano… pero si que hay niños que juegan al fútbol en Lituania, aunque no tantos como en Europa».
De momento, ambos califican sus experiencias profesionales en Valencia como positivas. Con un sueño en común como es ganar un título, trabajan cada día para conseguirlo. «Estamos muy contentos de jugar en la Euroliga, así como el Valencia juegue la Liga de Campeones. Tenemos un nuevo entrenador y estamos empezando a jugar bien, cada vez mejor y pienso que es bueno para la ciudad que los dos equipos estén jugando en Europa, también el equipo de baloncesto femenino —en el Ros Casares también hay una compatriota suya, Agne Abromaite—. Pienso que Valencia tiene un gran nivel deportivo». Por su parte, al defensa del Valencia le gustaría repetir los éxitos de la pasada temporada con el Sevilla en la Copa del Rey: «Tuve una gran experiencia el año pasado en Sevilla. Mi primer título en España, fue muy importante para mi y he hizo muy feliz, me hizo crecer como jugador y como persona. Es una competición que me ilusiona y me gustaría volver a ganarla con el Valencia».
Desde su llegada a Valencia, ambos se han aclimatado perfectamente a la ciudad. Ambos han tenido la oportunidad de hacer ´turismo´ y coinciden en señalar el Oceanográfic y el Biopark como los lugares más visitados, sobre todo «por los niños», como apunta el futbolista, que le desvela a su compatriota que lo que más le gustó fueron los «tiburones. Me impresionó porque los pude ver muy de cerca. Fue una experiencia muy bonita». Al escuchar sus palabras, el pívot lituano empezó a reir y después le explicó a Stankevicius, que a él le apodan el tiburón —incluso lleva tatuado uno en su brazo— porque nació en el mes que en lituania es el del pez, así que puestos a elegir un pez, «elegí el tiburón».
Estas navidades, tendrán una celebración diferente. Javtokas pasará las fiestas fuera de casa «por primera vez en muchos años, aunque viene mi familia a Valencia», mientras que Stankevicius viajó tras el encuentro de Copa ante el Villarreal a Italia para estar con familiares y amigos durante las vacaciones: «me gusta mucho estar todos juntos en la mesa, hablando, notando a la familia cerca». Dos lituanos, dos deportistas de primer nivel que triunfan en Valencia, en dos equipos valencianos y que se conocieron a través de SUPER… a partir de ahora, dos nuevos amigos para siempre.
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