La experiencia frente a la confianza y la continuidad de las últimas intervenciones. César Sánchez, veterano de 39 años, fue finalmente el elegido anoche por Unai Emery para defender la portería del Valencia. Vicente Guaita, canterano de 23 años, deberá esperar a una nueva ocasión para consolidarse en el puesto.
La afición se había pronunciado a favor del de Torrent en las encuestas, especialmente después de sus soberbias actuaciones en campos tan complicados como el Bernabéu y Old Trafford. Y encima César no tuvo su noche: estaba adelantado en el primer gol, falló claramente en el segundo y otro error suyo acabaó con un cabezazo de Lekic a la madera. El debate de la portería sigue abierto.
En realidad el dilema comenzó en verano. Esta temporada el técnico guipuzcoano quería contar con tres porteros en la primera plantilla. Las dudas y las críticas hacia Emery surgieron en parte de la afición, apoyándose en el argumento de si a Guaita se le iba a cortar su proyección, después de ser el guardameta menos goleado de Segunda División en la pasada campaña, durante su cesión al Recreativo de Huelva. En el lado contrario estaba el riesgo, siempre presente, de las lesiones.
Y más teniendo en cuenta que la edad de César actúa en su contra en cuanto a tiempos de recuperación.
El cancerbero extremeño se lesionó el 7 de noviembre, en el partido que disputó el Valencia en el Sánchez Pizjuán de Sevilla. En la segunda parte del encuentro, Guaita sustituyó a su compañero.
La microrrotura muscular de César Sánchez le ha tenido apartado de los terrenos de juego desde entonces. Se ha perdido en total siete partidos: cinco de Liga y dos de Champions.
Después la mala suerte se cebó con el teórico segundo portero, Miguel Ángel Moyà. En una acción parecida a la de César en el Pizjuán, el mallorquín sentía un pinchazo en el recto anterior de la pierna derecha, el día de la goleada en Mestalla al Bursaspor turco. Era el 24 de noviembre y el meta fichado la temporada pasada tampoco ha podido recuperarse.
Ayer, antes del encuentro, Moyà explicó que prefiere restablecerse al 100% en lugar de forzar su regreso antes de tiempo. «Es una lesión delicada y quiero recuperarme bien», argumentó. «En Valencia son mucho de debates. Les encanta», comentaba Miguel Ángel Moyà en tono distendido. «Que en un equipo como el Valencia se pueda debatir sobre hasta tres porteros es positivo. Hay que ser pacientes. Esta temporada, por las circunstancias, ha habido opciones para todos», explicó el guardameta balear.
Sin César ni Moyà se acabó momentáneamente el debate: era la hora de Guaita. Y el portero de Torrent afincado en Picassent ha sabido aprovechar su oportunidad. Se convirtió en el mejor del Valencia contra el Real Madrid y el Manchester United y, además, ofreció muy buenas sensaciones a la afición, que se decantó por él. De hecho, anoche se lo hicieron saber los aficionados situados tras el banquillo, gesto que agradeció el valenciano. Pero como quien decide es Emery, optó por César, que acabó luciendo el brazalete.
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