Hasta en 12 partidos el Valencia ha jugado con fuego en el primer tercio de esta temporadaEmery avisó en la previa del partido ante el Betis de que el equipo debe mejorar. En el viaje de vuelta era el más afectado
TONI CALERO Hace apenas una semana, el Valencia conseguía su tercera victoria seguida ante el Espanyol. El equipo de Pochettino había sido mejor sobre el césped de Mestalla, pero la genial aparición de Soldado a falta de diez minutos para el final permitió un triunfo que no dejó satisfecho a Unai Emery. Al vasco no le gustó la versión rácana de su equipo, la que sufre para ganar encuentros que aparentemente tiene bajo control. Y sobre todo, esos partidos, como el del Betis, que se van por el sumidero sobre la bocina.
El varapalo ante el Chelsea no hizo sino confirmar aquello que Emery venía barruntando en las últimas semanas. Y lo avisó en la previa del mediocre encuentro del Villamarín. «El partido del Espanyol fue el peor del equipo en mucho tiempo. Estoy muy dolido con la victoria que conseguimos porque esa versión del Valencia no es la que queremos ofrecer». El viaje tras el partido de Sevilla fue larguísimo para Unai, uno de los más afectados de la expedición valencianista. No podía entender cómo Rubén Castro logró voltear el marcador en dos fatídicos minutos.
Caer de la Champions League dejó en estado de shock al Valencia, pero Emery había preparado a conciencia el retorno a la Liga. «Mentalmente estábamos bien para medirnos al Betis. Salimos fastidiados de Londres, pero sabíamos lo importante que era ganar al Betis para seguir arriba en la Liga y recuperar las buenas sensaciones», reconoció ayer Pablo Hernández.
Las estadísticas dicen que el Valencia de Unai no sabe ganar tras caer eliminado en competiciones europeas. Ya van cuatro años sin victoria liguera tras derrota en el viejo continente. Contra el Betis, el Valencia volvió a sufrir el maldito 'deja-vú'. Bajó los brazos. Y las consecuencias fueron devastadoras: «La lectura es que hay que intentar que no se nos escapen puntos importantes en estos partidos, que en noventa minutos has controlado, has hecho lo más difícil que es ponerte por delante y que en el descuento se te escape... te vas jodido tras haber visto tan cerca la victoria», explicaba Pablo, uno de los titulares en Sevilla.
El Valencia se ha acostumbrado a vivir en el alambre. Ya necesitó de un milagro en Mestalla para batir al Racing (4-3) en el debut liguero. Luego necesitó de los guantes de Guaita (Atlético de Madrid, Sporting) y Diego Alves (Genk) para firmar un buen arranque de temporada. Los premios del día a día escondían los problemas que han terminado por aparecer. Pan para hoy y hambre para mañana. Hasta llegar a la reflexión de Pablo Hernández valorando el doblete de Rubén Castro: «el fútbol tiene esto y nos tiene que servir para aprender y que no se vuelva a repetir. Contra el Betis tuvimos que matar el partido antes de los minutos finales».
Después del empate ante el Chelsea de la ida de la Champions, el Valencia volvió a encadenar cuatro partidos de infarto. El primer susto se lo dio el Granada en Mestalla. Una jornada después, Éver desaprovechó un penalti y el Mallorca, ya moribundo, rascó un punto con algo de fortuna. Luego llegó la remontada del Bayer Leverkusen en Alemania y el empate ante el Athletic de Bielsa con el nudo en la garganta. A partir de ahí, Unai y el Valencia respiraron, encadenando hasta cuatro victorias seguidas hasta que el 'pecho' de Higuaín se impuso para arruinar el empate del equipo blanquinegro.
El año pasado a estas alturas el Valencia estaba a quince puntos del líder (Barcelona). Hoy suma 30 y está a 'sólo' siete de los dos principales candidatos al título. Cuando a principio de temporada Manuel Llorente y el propio Unai hablaban de «aprovechar cualquier oportunidad» para acercarse a Madrid y Barça, se referían, seguramente, a no perder la concentración en partidos como el de Sevilla o el de Mestalla ante el Espanyol. Al Valencia, de momento, le sobra para ser tercero, pero en dos partidos (Mallorca y Betis) ha perdido cuatro puntos que le hubieran situado a una sola victoria de los dos primeros.
Mañana el Valencia tiene otra prueba de fuego. Otro de esos partidos en los que es favorito absoluto -ante el Cádiz-, en una competición en la que los blanquinegros tienen depositadas muchas esperanzas: «Empezamos la participación en la Copa del Rey, en la que tenemos que ilusionarnos. Podemos llegar lejos y soñar con ganarla si hacemos las cosas bien», dijo Pablo Hernández. Ese es el otro plus que pidió el presidente en verano, llegar más lejos en los torneos de eliminatorias. En la Champions ha caído antes que el año pasado. Ahora, la Copa y la Europa League aparecen como salvavidas.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-12-12/cuatro-meses-viviendo-alambre-20111212.html
TONI CALERO Hace apenas una semana, el Valencia conseguía su tercera victoria seguida ante el Espanyol. El equipo de Pochettino había sido mejor sobre el césped de Mestalla, pero la genial aparición de Soldado a falta de diez minutos para el final permitió un triunfo que no dejó satisfecho a Unai Emery. Al vasco no le gustó la versión rácana de su equipo, la que sufre para ganar encuentros que aparentemente tiene bajo control. Y sobre todo, esos partidos, como el del Betis, que se van por el sumidero sobre la bocina.El varapalo ante el Chelsea no hizo sino confirmar aquello que Emery venía barruntando en las últimas semanas. Y lo avisó en la previa del mediocre encuentro del Villamarín. «El partido del Espanyol fue el peor del equipo en mucho tiempo. Estoy muy dolido con la victoria que conseguimos porque esa versión del Valencia no es la que queremos ofrecer». El viaje tras el partido de Sevilla fue larguísimo para Unai, uno de los más afectados de la expedición valencianista. No podía entender cómo Rubén Castro logró voltear el marcador en dos fatídicos minutos.
Caer de la Champions League dejó en estado de shock al Valencia, pero Emery había preparado a conciencia el retorno a la Liga. «Mentalmente estábamos bien para medirnos al Betis. Salimos fastidiados de Londres, pero sabíamos lo importante que era ganar al Betis para seguir arriba en la Liga y recuperar las buenas sensaciones», reconoció ayer Pablo Hernández.
Las estadísticas dicen que el Valencia de Unai no sabe ganar tras caer eliminado en competiciones europeas. Ya van cuatro años sin victoria liguera tras derrota en el viejo continente. Contra el Betis, el Valencia volvió a sufrir el maldito 'deja-vú'. Bajó los brazos. Y las consecuencias fueron devastadoras: «La lectura es que hay que intentar que no se nos escapen puntos importantes en estos partidos, que en noventa minutos has controlado, has hecho lo más difícil que es ponerte por delante y que en el descuento se te escape... te vas jodido tras haber visto tan cerca la victoria», explicaba Pablo, uno de los titulares en Sevilla.
El Valencia se ha acostumbrado a vivir en el alambre. Ya necesitó de un milagro en Mestalla para batir al Racing (4-3) en el debut liguero. Luego necesitó de los guantes de Guaita (Atlético de Madrid, Sporting) y Diego Alves (Genk) para firmar un buen arranque de temporada. Los premios del día a día escondían los problemas que han terminado por aparecer. Pan para hoy y hambre para mañana. Hasta llegar a la reflexión de Pablo Hernández valorando el doblete de Rubén Castro: «el fútbol tiene esto y nos tiene que servir para aprender y que no se vuelva a repetir. Contra el Betis tuvimos que matar el partido antes de los minutos finales».
Después del empate ante el Chelsea de la ida de la Champions, el Valencia volvió a encadenar cuatro partidos de infarto. El primer susto se lo dio el Granada en Mestalla. Una jornada después, Éver desaprovechó un penalti y el Mallorca, ya moribundo, rascó un punto con algo de fortuna. Luego llegó la remontada del Bayer Leverkusen en Alemania y el empate ante el Athletic de Bielsa con el nudo en la garganta. A partir de ahí, Unai y el Valencia respiraron, encadenando hasta cuatro victorias seguidas hasta que el 'pecho' de Higuaín se impuso para arruinar el empate del equipo blanquinegro.
El año pasado a estas alturas el Valencia estaba a quince puntos del líder (Barcelona). Hoy suma 30 y está a 'sólo' siete de los dos principales candidatos al título. Cuando a principio de temporada Manuel Llorente y el propio Unai hablaban de «aprovechar cualquier oportunidad» para acercarse a Madrid y Barça, se referían, seguramente, a no perder la concentración en partidos como el de Sevilla o el de Mestalla ante el Espanyol. Al Valencia, de momento, le sobra para ser tercero, pero en dos partidos (Mallorca y Betis) ha perdido cuatro puntos que le hubieran situado a una sola victoria de los dos primeros.
Mañana el Valencia tiene otra prueba de fuego. Otro de esos partidos en los que es favorito absoluto -ante el Cádiz-, en una competición en la que los blanquinegros tienen depositadas muchas esperanzas: «Empezamos la participación en la Copa del Rey, en la que tenemos que ilusionarnos. Podemos llegar lejos y soñar con ganarla si hacemos las cosas bien», dijo Pablo Hernández. Ese es el otro plus que pidió el presidente en verano, llegar más lejos en los torneos de eliminatorias. En la Champions ha caído antes que el año pasado. Ahora, la Copa y la Europa League aparecen como salvavidas.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-12-12/cuatro-meses-viviendo-alambre-20111212.html
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario