PAU FUSTER Y JULIÁN MONTORO Hace menos de un año, nada más llegar después de haber perdido con el Schalke, nos vimos aquí mismo, pero en circunstancias muy distintas. ¿Cómo fue ayer el viaje de regreso? ¿Le recibió su hijo en casa para darle un abrazo como ocurrió la otra vez?
—Bueno no, ayer llegamos a las cuatro de la mañana… No, no hubo nada especial. Alegría, pero una alegría moderada. Aproveché para leer un poco la prensa y la parte final de uno de los libros que siempre llevo en mi mochila y sobre todo pensar mucho porque el sábado —mañana— otra vez tenemos la Liga, la que nos da principalmente de comer.
—Pues esta vez se le notaba mucho más relajado y sonriente, otras veces, después de los partidos parece estar en su mundo...
—Está claro que de ganar a perder el viaje era diferente, eso es obvio. A mí me gusta manifestar mis alegrías en círculos muy cerrados, con la gente más cercana.
—Dijo tras el partido que no tenía la sensación de haberse quitado un peso de encima. ¿De verdad? No le creemos...
—(Piensa) Te has quitado un peso de encima en el sentido de que la Copa es una competición que en estos años la hemos dejado tercera en el orden de prioridad, eso es una realidad, priorizábamos la eficacia y la eficacia es Liga y Champions. Superar esta eliminatoria era importante por todo lo que significaba de ilusión. Siempre hablamos de que la parte económica es importante, la Liga te da la Champions, la Champions te da prestigio, te da mucha solvencia a nivel económico, la posibilidad de competir con los mejores equipos del mundo, y la Copa es algo diferente, se toca más la ilusión, la emoción de los aficionados en según qué tipo de eliminatorias y sobre todo si llegas a una final. Ya lo hemos vivido, hubo una buena entrada en casa, la gente estaba ilusionada y lógicamente el hecho de pasar o no pasar aumenta esa ilusión o te rompe. La mayor satisfacción es poder seguir recargando esa ilusión, que el sentimiento de esa afición y la ilusión que genera el Valencia siga viva. Ahora mismo ese tercer puesto en la Liga parece —recalca mucho lo de ´parece´— que da un poso de acomodamiento en cuanto a ilusión, aunque yo parto de que si algún día el Valencia no tiene Champions seguro que se volverá a ilusionar como yo creo que ahora nos tiene que ilusionar también.
—¿Y la Copa ahora por qué? ( la pregunta, en realidad, se la hace el propio Unai)
—El análisis que hemos hecho y la explicación que hemos dado es que la Copa puede ser también un foco de ilusión, tiene que ser un foco de unión con Mestalla, con la afición. La Copa nos une y ahora que hemos pasado fríamente lo analizas otra vez y ves que viene el Levante, la posibilidad del Barça y el Madrid, de jugar una final… Es una ilusión, la posibilidad de jugar estos partidos también es importante no a efectos económicos, igual tampoco deportivos porque si al final te elimina el Levante no consigues nada, pero sí a efectos de vivir otra vez 180 minutos de tensión, de ilusión, todo eso es positivo. ¿Y por qué no antes la Copa? Pues por un orden de prioridades.
—¿Se puede competir en las tres?
—Desgasta mucho. Ahora hemos jugado tres partidos a la vuelta de las vacaciones de Navidad de una tensión y una exigencia máximas, y tenemos que seguir con esa misma línea. Por eso ahora tenemos que analizar bien las cosas y buscar el cómo vamos a conseguir el rendimiento del equipo con muchos partidos, habrá futbolistas que están jugando menos y ahora tendrán que engancharse y rendir, ese es el siguiente reto.
—¿Llegan al convencimiento de que vale la pena pelear por la Copa porque detectan que la afición está pidiendo algo más que eficacia?
—Pero no me arrepiento de lo que hemos hecho antes porque cuando llegué a Valencia el objetivo era Champions, establecíamos las prioridades y cómo pensábamos que el rendimiento iba a ir mejor. Nunca hemos dejado de lado la Copa en el sentido de ´queremos que nos eliminen´, eso nunca. Nosotros siempre quisimos pasar, pero en ese orden de prioridades otras veces hicimos más rotaciones de lo normal. En realidad, tampoco creo que si no pasamos algunas eliminatorias fuera por eso. ¿Cuántos partidos seguidos puede jugar un mismo once? Es difícil mantener un mismo equipo tres o cuatro semanas jugando al nivel de exigencia que necesita la competición. Ahora, con todo eso vamos a buscar la manera de ser también eficaces, planificar bien para que el equipo rinda y pueda ganar siempre.
—Es evidente que ahora hay menos rotaciones, ¿por qué? ¿Tiene que ver que siempre se le ha criticado el no tener una columna vertebral clara, un once base?
—También es un proceso mío de entrenador, de creer en todos y preparar a todos, pero seguir una línea midiendo el rendimiento. Eso nos ha llevado a una situación de repetir onces mucho más que antes, no sé si para mejor o para peor.
—¿Quiere decir que, en el fondo, le preocupa estar cargando mucho a unos pocos jugadores?
—Bueno, por eso siempre hablamos de que hay que estar preparados, de que el equipo no puede perder potencial, de que algunos jugadores tienen que engancharse. Hay jugadores que quieren jugar más, nosotros lo que necesitamos es que cuando estén den un paso al frente. Para eso hay momentos en la temporada y éste puede ser uno de ellos.
—¿Hasta qué punto le preocupa la ausencia de Soldado?
—El Valencia no puede depender de ningún futbolista.
—Pero de los goles de Soldado, precisamente, depende mucho…
—Ahí tienen que aparecer otros jugadores como Aduriz o Paco Alcácer, para hacer los goles de Soldado. También otros, Pablo Hernández, Feghouli, Jonas, Piatti, Parejo, Éver, Juan Bernat… Tenemos que buscar alternativas y además es bueno también que se den circunstancias así, ya sea por sanción, por lesión o porque en un momento dado un jugador esté cansado y no pueda jugar todo. Es bueno y necesario, no solamente por Aduriz o por Alcácer, sino por el equipo, que busque caminos para ganar sin Soldado.
—Ha nombrado bastantes no habituales, ¿tanto va a cambiar el equipo ante la Real Sociedad?
—Bueno, no tan poco habituales. Piatti, por ejemplo, no salió en Sevilla pero ha tenido sus partidos y sus minutos. Está pasando un proceso de adaptación que lo pasó también Jonas, que al principio era un jugador intermitente y ahora es cuando hemos visto en el último mes al verdadero Jonas. El fútbol que estaba jugando es diferente al que está haciendo aquí, las exigencias defensivas son mayores, y él desde la predisposición y desde ese querer está recogiendo sus frutos. Queremos que vaya a más, lo mismo que el caso de Piatti o el de Parejo…
—¿Cuál es su grado de confianza en que esos jugadores puedan mantener el nivel?
—Mira, antes no podía decir ésto, pero ahora sí. Con Villa llegó un momento en que él mismo me decía, ´míster, yo no puedo jugar todos los partidos, estoy muerto´. Esa es la realidad. Soldado está bien, pero no puede jugar todos los partidos, llega un momento en que tiene que descansar porque si no su rendimiento baja, se puede lesionar… Soldado es un poco más joven que entonces Villa y de momento no va con la selección y eso le permite tener sus periodos de descanso, es una baza más. Egoístamente no es mejor para nosotros que vaya a la selección, pero está claro que si va ayuda a hacer más grande al Valencia.
—¿Entiende Unai que no haya ido todavía con la Roja?
—Su crecimiento natural es el que le llevará a la selección, eso también depende de él y está haciendo méritos, está dando pasos para ir. A Soldado ni a nadie le han regalado nada, él vino al Valencia porque se mereció venir al Valencia, y cuando no se lo merecía no vino. Y ahora merece ir a la selección.
—¿Tiene de verdad opciones de entrar en la lista Paco Alcácer?
—Con Paco Alcácer hay que buscar un itinerario natural para que llegue al primer equipo y en ese proceso está jugar en el filial, donde está haciendo goles. Están los entrenamientos con el primer equipo, que está haciendo y cada vez más. Y está que cuando salga puntualmente se vaya adaptando a la exigencia y la presión que supone el Valencia. Todo añadido a que tiene 18 años. Estamos intentando poner los condicionantes y los pasos para que lo haga, él ya ha tocado el primer equipo en pretemporada, el año pasado en la Copa, ahora está cerca de tocarlo.
—¿Pero, en ese itinerario, está el partido ante la Real Sociedad?
—Ahora que no está Soldado lo tiene un paso más cerca. Luego, los pasos se los tenemos que poner para que se concreten de verdad, quiero decir, no ponerlo por poner y si lo hace bien ya seguirá. No, ha de ser ponerlo para que lo haga bien, ponerlo para que el equipo siga rindiendo, para que él llegue de la manera más natural posible. Y para eso, cuanto menos ruido hagamos, seguramente será mejor.
—En Villarreal le vimos muy enfadado con algunos errores individuales. Aunque se salvó la eliminatoria, ¿qué sensación le produjeron esos dos goles encajados al final?
—Cuando estoy enfadado, lo estoy conmigo mismo. El otro día en Villarreal tuvimos veinte minutos con muchos errores. Tú lo quieres atar todo, pero hay tantas cosas que un día intentas sujetar por aquí y fallas por allá, El otro día, sobre todo a balón parado, me preocupó mucho, seguiremos trabajando en ello. En Sevilla otra vez recibimos un gol en el minuto 90 y a balón parado… Al final en el fútbol buscar la excelencia es imposible, porque hay un rival que te quiere engañar y te quiere hacer daño, pero tienes que acercarte lo máximo. El otro día estaba enfadado conmigo mismo porque hay situaciones en las que todavía tenemos que acercarnos más a ser mejores.
—¿Pues sabe que a la Real Sociedad, el próximo rival, le metieron en Mallorca cuatro goles en siete minutos?
—La consecuencia de errores acumulados te puede pasar ese tipo de factura, como nos pasó a nosotros contra el Betis, que en tres minutos se nos escapó un partido. Tienes que estar constantemente en previsión y en ejecución para que no ocurra. Y en el fútbol siempre tienes que respetar. Ya lo dije el día del Cádiz, nunca puedes menospreciar al rival, siempre tienes que estar preparado porque estas cosas pueden ocurrir.
—¿Espera una Real Sociedad más peligrosa por esta circunstancia?
—La Real es un equipo que, con este lapsus, se está asentando, ha mejorado en cuanto a juego. Tiene futbolistas que empezaron con un nivel menor y han crecido como pueden ser Griezmann o Vela. Desde fuera lo que les ha ocurrido sorprende mucho. Yo voy a pensar que no les va a pasar factura y que va a seguir siendo un buen equipo. El objetivo de estar la temporada que viene en Champions pasa por estos partidos y más en casa.
—¿Hay jugadores que varian su nivel de jugar en casa a hacerlo fuera?
—En un porcentaje alto le pasa a todos los equipos. ¿Cuál es la verdadera razón? Yo siempre parto de una base, en un balón dividido siempre entra más fuerte el de casa que el contrario. Sabes que ante tu afición, ante tu público, te lo van a reprochar. Después, todos tratamos de equilibrar. De hecho el año pasado fuera de casa logramos once victorias, un récord que creo se consiguió con Rafa Benítez, sin embargo en Mestalla fuimos un poquito menos eficaces. Este año estamos más equilibrados, incluso en casa estamos siendo más fuertes.
—¿Tiene algún calificativo para lo que está haciendo Albelda?
—David tiene una riqueza y una experiencia táctica impresionante, pero hay que mantenerle siempre despierto para que él sepa y ejecute ese liderazgo que le pedimos. Eso añadido a lo que supone Albelda para el Valencia. Tiene una edad en la que para jugar muchos partidos al nivel de exigencia que nosotros queremos ha de tener sus momentos de descanso. Añado también que tiene que tener competencia en Topal, que también tiene una evolución a mejor necesaria.
—¿Le ha sorprendido el nivel de Miguel en estos tres partidos?
—Lo mejor de Miguel es cuando solamente hablamos de él en el terreno de juego. Tenemos que conseguir partiendo de él y de nosotros que eso no tenga fin, que sea un jugador más en todos los sentidos. En estos cuatro años, porque también hay que decirlo, ha tenido por momentos un buen rendimiento con intervalos negativos producidos por él mismo, pero cuando está bien aporta mucho al equipo y ahora otra vez está bien. Hay que exigirle, tenemos que estar encima de él, no podemos relajarnos para que mantenga ese nivel hasta final de temporada, porque también hay que decir que no hace mucho se volvió a equivocar. Ese es el reto que tenemos siempre, por el bien suyo primero y por el bien del equipo después. O no, primero por el bien del equipo y luego por el suyo.
—A Unai se le ha criticado el hecho de perdonar muchas faltas a los jugadores, no sólo Miguel, también Ricardo Costa… ¿Por qué lo hace?
—Es una cuestión de rendimiento, de responsabilidad…
—Muchos entrenadores cuando ponen la equis, la ponen para siempre.
—Vamos a ver, aquí no se perdona todo. En su momento se toman decisiones por el bien del Valencia en el mes, en la semana, en el día y en la hora que toca.
—Y si pudiera volver atrás, al día y la hora de jugar en Londres contra el Chelsea, ¿tomaría la misma decisión con Miguel?
—Las normas y los valores tienen que estar y, además, ningún futbolista condiciona este Valencia.Ninguno. Yo no podría mirar a la cara al resto de los jugadores si en base a esos valores no actuase en consecuencia. En el campo del Chelsea perdimos sin Miguel y con Miguel hubiéramos perdido igual. Un jugador no te puede cambiar ese resultado. La eliminatoria la perdimos en Leverkussen con 0-1 y siendo mejores que ellos. Luego, en Londres necesitábamos lo que sí encontró ese día el Chelsea, jugadores que en el momento oportuno aparezcan. Nosotros ese día no los tuvimos y Miguel no iba a ser ese jugador. Es pasado, ahora necesitamos que en nuestros siguientes pasos haya jugadores que sí den ese salto individual, como en Sevilla con Soldado.
—Hombre, oído así, parece un mensaje muy duro hacia los futbolistas, que no estuvieron a la altura.
—No, no es así. A nosotros se nos llevan a Mata cuando ya está hecho y ahora estamos en un proceso de crecimiento de otros futbolistas, es una realidad. El día del Chelsea no pudimos dar ese paso porque teníamos enfrente un coloso con futbolistas de gran nivel que en ese momento aparecieron, una defensa cuestionada que ese día estuvo de diez, Drogba estaba cuestionado e hizo el partido perfecto… Nosotros no conseguimos ese día tener nuestras referencias. Necesitamos más tiempo, eso es lo que nos compró el Chelsea cuando vino a pagar 28 millones por Mata.
—¿Ha dado un paso adelante Éver? ¿Ha madurado?
—Banega le da un toque muy personal al equipo y está subiendo escalones en cuanto a exigencia y compromiso. Al equipo le da ese toque personal que en muchos partidos es necesario. Hemos ganado con él y lo hemos hecho también sin él, hay caminos para ganar, pero hay muchos partidos en que el equipo necesita lo que nos aporta él.
—Si se llegara una semifinal ante el Barça o el Madrid, ¿ese día tendrían que aparecer todos?
—Barcelona y el Real Madrid han pasado ya por Mestalla y el equipo ha competido bien, estuvo cerca de ganar. Lógicamente para ganarles tienes que estar muy cerca de la excelencia los noventa minutos, pero se puede hacer. En eso trabajaremos, en eso seguiremos insistiendo y en eso tenemos que mentalizarnos y convencernos. Esa es la búsqueda de la mejora en el Valencia y en esos partidos lógicamente tienen que aparecer los futbolistas, pero Soldado ya apareció contra el Madrid, contra el Barcelona apareció Mathieu, hay referencias donde agarrarse. Realmente el único día que no aparecimos fue el del Chelsea por el potencial del rival.
—Sin menospreciar al Levante, que está haciendo una gran temporada, ¿es inevitable pensar en esa semifinal de la Copa?
—No, porque es una realidad que el Levante se está moviendo muy bien y sus razones las tienen, tenemos que respetarlas y superarlas. Además es un verbi en el que ellos tendrán una motivación máxima para ganarnos, la eliminatoria va a ser muy dura. Tampoco podemos negar ni taparnos los ojos, el Levante está cuatro puntos por debajo de nosotros y cuarto en la Liga por delante de equipos como Atlético, Sevilla, Málaga o Villarreal. Eso no es casualidad.
—¿Qué piensa el entrenador del Valencia cuando ve que para muchos sólo existe ya el Barça-Madrid?
—Tiene su lado positivo, los dos mejores equipos del mundo están compitiendo en tu liga y tú con ellos. Y su lado negativo, los dos mejores equipos del mundo te están cerrando muchas puertas. Eso es así, pero eso no nos tiene que desviar de nuestro camino ni quitarnos ilusión, aunque sí nos obliga a trabajar mucho.
—Si tuviera ocasión, ¿a cuál de los dos se pediría para esa semifinal o con cuál cree que el Valencia tendría más posibilidades de llegar a la final?
—Cada uno tiene sus caminos para ganar. ¿Cuál nos convendría? Nos conviene preparar bien el partido del Levante.
—¿Le incomoda la situación de la portería?
—Lo que de verdad me preocupa es que Guaita esté bien y estamos en ello, trabajando desde la parte médica para que esté cuanto antes. Sí es verdad que él también está preocupado. Lo primero es la recuperación de Guaita y después su participación en el equipo, pero en Sevilla el equipo necesitaba que estuviera, no podíamos ir a Sevilla con un portero juvenil con toda la responsabilidad que tenemos. Si ya a los jugadores del primer equipo a veces les pesa la responsabilidad de jugar partidos tan importantes, imagina un juvenil si tuviera que salir. ¿Guaita puede jugar? Sí. ¿Es mejor que no juegue? También. ¿Es necesario que esté ahí por lo que pueda pasar a Diego Alves? Sí. ¿Puede hacerlo? Sí. ¿Es lo mejor para él? No. ¿Es lo mejor para el equipo? Sí. Este es el resumen, a partir de ahí podemos hacer mil quinientas opiniones, pero con nuestra responsabilidad, la de los médicos y los técnicos, tenemos que mirar lo bueno. Y Guaita se mentalizó para ello. Se podrá bien y esperemos que sea cuanto antes, si no lo utilizamos mucho mejor.
—¿Ha pedido Emery el fichaje de un portero?
—Si yo nunca pido fichajes, son las circunstancias. Necesitamos dos porteros, tenemos a Diego Alves y a Guaita que está lesionado. Tenemos un tercer portero que se ha lesionado también. ¿Qué tenemos en el filial? Dos futbolistas ahora mismo juveniles y un portero que sale de una lesión. Además, la temporada pasada ya estuvo con nosotros y, aunque es un buen portero, para el nivel de primera división que nosotros queremos necesitamos más. Entonces, ¿hace falta un portero hoy? Sí, pero igual dentro de una semana no. En eso estamos, ¿vendrá un portero? Pues puede que sí y puede que no, porque no es fácil encontrar el jugador que buscamos.
—Más allá de la eliminación en la Liga de Campeones, que fue un momento especialmente duro, ¿se ve con más confianza que otros años o percibe menos criticas hacia su persona? Estamos en enero y apenas se habla en Valencia del entrenador ni de su futuro...
—No es que lo crea o no, mi verdadero refugio es mi trabajo, pero mi trabajo en las críticas y en los elogios, porque mi trabajo es lo único que va a poner los condicionantes para que las cosas salgan bien. Tengo que progresar, tengo que madurar, tengo que ampliar experiencias, mejorar en conocimientos, tengo que recoger mucha información para que todas las decisiones que yo tome sean lo más acertadas posible. Tengo que saber digerir también esa buena crítica para mejorar, pero también diferenciar esa crítica que va un poquito más allá de la puramente deportiva, la que va a título personal incluso. Entonces selecciono mucho, intento recoger poco de fuera.
—¿De verdad no le ocupa el hecho de que quiza ahora ha convencido a muchos excépticos con su trabajo?
—Es que, de verdad, no palpo lo que se dice, intento ser lo más honrado, lo más noble y sobre todo trabajar, que para mí no es estar aquí muchas horas, sino sacar el máximo rendimiento y la máxima eficacia a mi trabajo. Y luego, pues el día que se vaya Emery del Valencia lo hará con la cabeza alta, pero ese día nunca lo he esperado, no lo espero ahora y nunca lo esperaré. Sé que en el fútbol es todo inmediato, siempre he dicho en momentos mejores y peores que trabajo como si fuera a quedarme aquí veinte años, de hecho cuando el otro día digo que Roberto Soldado es mejor de aquí a Lima que Negredo, lo hago en un tono de ironía defensiva hacia el valencianismo puro, porque Soldado es nuestro y lo vemos por encima de Negredo, de Messi y de Cristiano Ronaldo, sin ningún tipo de desprecio hacia lo de fuera. Ese es mi modus operandi, defender al máximo y trabajar al máximo por el Valencia, por el club en el que me siento con una responsabilidad grande, para fallar lo menos posible.
http://www.superdeporte.es/valencia/2012/01/14/emery-copa-madrid-barca-les-ganar/150389.html
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