ANDRÉS GARCÍA Paco Alcácer pasó de la alegría a la tristeza en menos de doce horas. El de Torrent cumplió el sábado por la noche el sueño que tanto estaba esperando. Debutar en Liga con el Valencia a las órdenes de Emery. Un sueño deportivo que duró poquito. Sin apenas descanso, el delantero jugó con el filial ayer por la mañana con la peor de las suertes. Se lesionó en una de las últimas jugadas del partido del Mestalla contra el Orihuela que se estaba jugando en el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva de Paterna y todo apunta a una rotura muscular en los isquiotibiales de su pierna izquierda. Un final triste que, según la primera exploración médica a pie de campo, podría tenerle alrededor de un mes apartado de los terrenos de juego. El canterano se someterá esta mañana a pruebas médicas para conocer el alcance exacto de la lesión. ¡Hay que cruzar los dedos!
No ha tenido suerte Paco. Poco ha durado la alegría del estreno oficial en Liga del canterano. Alcácer hizo un sueño realidad el sábado en el minuto 70 cuando Unai le daba entrada en sustitución del lesionado Feghouli y en medio de una ovación impresionante de la afición. Casi igual que la que todo Mestalla le brindó cuando saltó a la banda para calentar. No tuvo la oportunidad de tocar muchos balones. Tampoco acompañó el resultado ante la Real Sociedad, pero se marchó contento con lo que había vivido y con el recuerdo de la camiseta. Jugó 23 minutos —contando el tiempo de la prolongación— y salió de Mestalla sabiendo que al día siguiente jugaría con el filial a las órdenes de Sergio Ventosa. El partido de Mestalla acabó a las 23:48 horas. De haber acabado a las 00:00, el reglamento no le hubiera permitido jugar con el filial.
Recordemos que este año ha cambiado la normativa y permite al futbolista jugar dos partidos si se juegan en días distintos. Fue el caso de Paco Alcácer. El jugador se fue inmediatamente a su casa para descansar con el sabor agridulce del debut y la derrota. En menos de doce horas tenía que estar jugando otro partido, como así reflejaba en su twitter personal.
La pregunta es ¿estaba en condiciones de jugar un partido después de su debut liguero de 23 minutos y, sobre todo, los nervios y las emociones de la noche? La mayoría de las partes coinciden en que sí. Paco no tiene un currículum largo de lesiones, tiene sólo 18 años y no parecía que esos 23 minutos fueran a condicionar su estado físico un día más tarde. Así se demostró durante todo el partido. Paco salió de inicio y fue uno de los jugadores más destacados del partido entre el filial y el Orihuela correspondiente a el grupo tercero de Segunda B. Ya en los últimos minutos del partido, llegaba la jugada desgraciada de la mañana. Paco se marchó directo hacia la portería con una potente arrancada que, desgraciadamente, acabó en lesión. El canterano blanquinegro sufrió un fuerte pinchazo en la parte posterior del muslo de su pierna izquierda. Antes de caer tendido sobre el césped, aún pudo dar una asistencia de gol en la misma jugada que Portu desaprovechó casi a puerta cerrada. No fue gol y encima Paco se retorcía de dolor. La lesión pintaba mal. El jugador se sometió a una primera exploración a pie de campo. El primer diagnóstico era de rotura en los isquios y alrededor de un mes de lesión, aunque no se conocerá con exactitud hasta comprobar hoy el resultado de las pruebas médicas. Paco salió cojeando de la Ciudad Deportiva de Paterna con gestos de dolor y cara de preocupación. Y es que, lo que debía ser un día de fiesta por el debut se había convertido en lesión inoportuna.
http://www.superdeporte.es/valencia/2012/01/16/debut-roto-alcacer/150551.html
No ha tenido suerte Paco. Poco ha durado la alegría del estreno oficial en Liga del canterano. Alcácer hizo un sueño realidad el sábado en el minuto 70 cuando Unai le daba entrada en sustitución del lesionado Feghouli y en medio de una ovación impresionante de la afición. Casi igual que la que todo Mestalla le brindó cuando saltó a la banda para calentar. No tuvo la oportunidad de tocar muchos balones. Tampoco acompañó el resultado ante la Real Sociedad, pero se marchó contento con lo que había vivido y con el recuerdo de la camiseta. Jugó 23 minutos —contando el tiempo de la prolongación— y salió de Mestalla sabiendo que al día siguiente jugaría con el filial a las órdenes de Sergio Ventosa. El partido de Mestalla acabó a las 23:48 horas. De haber acabado a las 00:00, el reglamento no le hubiera permitido jugar con el filial.
Recordemos que este año ha cambiado la normativa y permite al futbolista jugar dos partidos si se juegan en días distintos. Fue el caso de Paco Alcácer. El jugador se fue inmediatamente a su casa para descansar con el sabor agridulce del debut y la derrota. En menos de doce horas tenía que estar jugando otro partido, como así reflejaba en su twitter personal.
La pregunta es ¿estaba en condiciones de jugar un partido después de su debut liguero de 23 minutos y, sobre todo, los nervios y las emociones de la noche? La mayoría de las partes coinciden en que sí. Paco no tiene un currículum largo de lesiones, tiene sólo 18 años y no parecía que esos 23 minutos fueran a condicionar su estado físico un día más tarde. Así se demostró durante todo el partido. Paco salió de inicio y fue uno de los jugadores más destacados del partido entre el filial y el Orihuela correspondiente a el grupo tercero de Segunda B. Ya en los últimos minutos del partido, llegaba la jugada desgraciada de la mañana. Paco se marchó directo hacia la portería con una potente arrancada que, desgraciadamente, acabó en lesión. El canterano blanquinegro sufrió un fuerte pinchazo en la parte posterior del muslo de su pierna izquierda. Antes de caer tendido sobre el césped, aún pudo dar una asistencia de gol en la misma jugada que Portu desaprovechó casi a puerta cerrada. No fue gol y encima Paco se retorcía de dolor. La lesión pintaba mal. El jugador se sometió a una primera exploración a pie de campo. El primer diagnóstico era de rotura en los isquios y alrededor de un mes de lesión, aunque no se conocerá con exactitud hasta comprobar hoy el resultado de las pruebas médicas. Paco salió cojeando de la Ciudad Deportiva de Paterna con gestos de dolor y cara de preocupación. Y es que, lo que debía ser un día de fiesta por el debut se había convertido en lesión inoportuna.
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