Los de Emery firman su partido más completo de los últimos meses y golean a un débil AZ Alkmaar por 4-0 con un Rami estelar
JOAQUÍN BALLESTA | VALENCIA.-
El Valencia firmó anoche su clasificación para las semifinales de la Europa League, último escalón para plantarse en la finalísima de Rumanía y con opciones de conquistar un título continental, aunque sea el de consolación. Una cosa es segura: habrá un equipo español en la final, ya que en el paso previo a dicha cita los de Emery se las verán con el Atlético de Madrid. Oportunidad de revancha de aquel 'atraco' de hace unos años en el Calderón, con la camiseta destrozada de Zigic en el recuerdo.
La historia de anoche es breve. Con suma rapidez el Valencia encarriló el partido. Un par de goles en otros tantos minutos del primer acto, repitiendo guarismos en el segundo. Cuatro, como cuatro soles a un AZ Alkmaar que vino a demostrar la endeblez actual del fútbol holandés y, al mismo tiempo, de esta Europa League con supremacía española.
A los de Emery les aguarda una semifinal que se avecina dura, complicada y en la que tendrán que mostrarse mucho más firmes, serios y resolutivos de lo que lo vienen haciendo en el campeonato doméstico. Para la ida el técnico valencianista no dispondrá del lateral Barragán, que tendrá que cumplir sanción tras la amonestación que recibió anoche. Una noche que empezó bien y terminó siendo placentera, con lluvia incluida.
En el primer acto la eliminatoria estaba resuelta. El Valencia no se precipitó. Y esa paciencia le dio frutos mucho antes de lo que podía imaginar. Incluso, más de los esperados. Bastaron dos minutos para que Rami, oh lá lá, se marcase dos acciones seguidas con las que puso el 2-0 en lo alto. Sendos remates, variados, diferentes, con los que el francés rompió la muralla holandesa y llevó el delirio a una grada que, sin poblarse en exceso, estaba con su equipo desde el pitido inicial.
Mejor no se le pudieron poner las cosas a un Valencia bien plantado, vertical y con ambición, que supo contrarrestar su falta de creatividad en el centro del campo con las jugadas de estrategia. Funcionó el laboratorio de Paterna. Que ya era hora.
Para abrir el marcador, minuto 15, saque desde la esquina que se ejecuta en corto con apertura hacia Feghouli, ubicado cerca del vértice izquierdo del área visitante; la meta con rosca al centro del área y Rami conecta con la cabeza anticipándose a un lento central llamado Viergever. Dos minutos más tarde fue Tino Costa el que metió el cuero en la zona de peligro del rival, Soldado tocó hacia atrás con la testa y de nuevo Rami, ahora con su pie derecho, llevó el cuero a la red.
La sensación que quedaba, vista la diferencia entre un equipo y el otro, era de que el resultado y por ende la eliminatoria no iban a peligrar, a pesar de las tristes segundas partes que ha venido ofreciendo el equipo de Emery en los últimos meses. No había lugar para la sorpresa. La superioridad valencianista era abismal y, si los inocentes holandeses se iban para arriba en busca de recortar distancias, se podían llevar un saco de goles.
El único remate de los visitantes en todo el primer acto se produjo desde fuera del área. Maher, el autor. Intencionado zapatazo que hizo intervenir, con brillantez, a Diego Alves. Antes de llegarse al intermedio pudo llegar el tercero de los blanquinegros. Pero ni con seis árbitros sobre el terreno de juego, lo que equivale a 12 ojos, se señaló un claro penalti de Holman a Feghouli.
Tras el descanso se confirmaron las previsiones. Bastaron poco más de diez minutos, once en concreto, para que llegara el tercer tanto local, con el que el AZ Alkmaar mostraba ya todas sus limitaciones. Acción con doble remate y, en el segundo, diana de Jordi Alba. Marcellis evitó primero sobre la línea, recuperó el balón el Valencia, Feghouli entregó a Soldado y el servicio de este lo remachó el carrilero catalán. Todo resuelto.
A partir de ahí, el espectáculo se fraguó en la grada. Cánticos, palmas, la ola y, lo que más se echaba de menos, tranquilidad, por una vez y sin que sirva de precedente. El Valencia europeo fue otro. No tuvo nada que ver con el que estamos acostumbrados a ver en la Liga y, sobre todo, en Mestalla. Cierto es también que el rival era de medio pelo. Pero de ese corte han pasado otros nacionales por el recinto valenciano y la han liado.
Con la fiesta tanto tiempo deseada en pleno auge, Pablo se reencontró con el gol. Un tanto con clase, visión y calidad en el golpeo. Tras centro de Jordi Alba, el valenciano, dentro del área, controló el balón, levantó la cabeza y lo colocó con el interior justo donde no podía llegar el guardameta visitante. De ahí al final, minutitos para Maduro, ausente muchos meses por lesión, y satisfacción generalizada en una afición que, por fin, pudo disfrutar. Bien está lo que bien acaba.
Ficha técnica:
4 - Valencia:
Diego Alves, Barragán, Rami, Ricardo Costa, Mathieu, Topal, Tino Costa (Maduro, m.84), Feghouli (Pablo Hernández, m.76), Jonas (Parejo, m.68), Jordi Alba y Soldado.
0 - AZ Alkmaar:
Esteban, Marcellis, Moisander, Viergever, Poulsen, Maher, Elm, Martens, Beerens (Falkenburg, m.80), Altidore (Benschop, m.68) y Holman (Gudmundsson, m.46).
Goles:
1-0, m.15: Rami.
2-0, m.17: Rami.
3-0, m.56: Jordi Alba.
4-0, m.81: Pablo Hernández.
Árbitro:
Pavel Kralovec (checo). Amonestó a Tino Costa y Barragán del Valencia.
Incidencias:
partido correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Liga Europa disputado en el campo de Mestalla ante cerca de 35.000 espectadores.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2012-04-05/valencia-azalkmaar-partido-vuelta-201204051805.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario