Éver Banega se ha metido una idea en la cabeza: «empezar a devolver a la gente el cariño que me ha dado en los últimos días». Y Unai Emery quiere aprovecharlo, consciente de la importancia que tiene el argentino en la plantilla. Cuando está bien nadie es capaz de hacerle sombra, además, ni Fernandes ni Tino Costa se acercan a su perfil. Hablar de nuevo de la mala noche que tuvo el pasado viernes no le va a dar «puntos» al equipo, lo importante una vez se ha reconocido el error es levantar la cabeza y volver a luchar para dar lo mejor de sí. Conforme pasan las horas, Éver se encuentra mejor, ha pasado en unos días de estar hundido y sólo a recibir la comprensión del grueso del vestuario, que se han ofrecido para ayudarle. «Es un buen chico», dicen en el vestuario. Sentir ese cariño le ha venido de lujo y el argentino ya lleva unos días manos a la obra, siguiendo un plan físico de trabajo cuya primera parada será el domingo contra el Getafe, donde actuará al lado de Albelda.
Hace unos días Éver habló con el cuerpo técnico, pero se hizo borrón y cuenta nueva por el asunto de la gastroenteritis (el jugador mostró su arrepentimiento y aceptó la sanción que marca el régimen interno), el tema principal de la reunión fue buscar soluciones para recuperar su estado físico. Si no está bien no rinde al máximo, de ahí que en los últimos días haya realizado un trabajo físico al margen de sus compañeros para mejorar la resistencia. Quiere ser una pieza importante, sabe cuál es el camino que tiene seguir. Y Emery le ha tendido la mano porque sabe que va a recibir una respuesta positiva del argentino. «Basta verle en los últimos entrenamientos», comenta el técnico. Tal como informó SUPER en su edición de ayer, Éver no iba a entrar en la convocatoria para el partido de Copa del Rey, porque la gran preocupación de Unai es ganarle al Getafe. Aunque no lo parezca por las alturas de temporada, se va a disputar la jornada once, el pírrico balance de un punto sobre doce convierte el choque del domingo en «vital», y por eso juntó ayer a su ´equipo base´ sobre el césped por espacio de una hora, entre los que está Éver Banega al lado de David Albelda.
Cuando un futbolista pierde espera ansioso la llegada del partido siguiente para ganar y tomarse la revancha, en el caso de Banega, lo que quiere Emery es darle el guante. En el momento en que el argentino se vio ahí fue una inyección de moral para él que no va a desaprovechar, sobre todo por los compañeros y la afición a las que falló hace unos días. Unai le ha dado mucho cariño en los últimos días, estuvo muy encima dándole instrucciones específicas y se le vio muy metido. El técnico dividió a los 12 jugadores de campo (más los porteros Moyà y Saúl) en dos grupos; la defensa (Miguel, Navarro, Ricardo Costa, Mathieu, Albelda y Banega) contra el ataque (Joaquín, Mata, Aduriz y Soldado, que tenían a Manuel Fernandes y al canterano Montoro por detrás). Éver no paró de bajar a la defensa para salir con el balón controlado, entendiéndose con una mirada con Albelda. Cuando están en su mejor versión son el doble pivote titular del Valencia, para la final contra el Getafe son los dos elegidos y si el argentino tiene algún problema le reemplazará Fernandes, que con su actitud ha adelantado a Tino.
http://www.superdeporte.es/valencia/2010/11/13/emery-piensa-getafe-banega-once/110957.html
Hace unos días Éver habló con el cuerpo técnico, pero se hizo borrón y cuenta nueva por el asunto de la gastroenteritis (el jugador mostró su arrepentimiento y aceptó la sanción que marca el régimen interno), el tema principal de la reunión fue buscar soluciones para recuperar su estado físico. Si no está bien no rinde al máximo, de ahí que en los últimos días haya realizado un trabajo físico al margen de sus compañeros para mejorar la resistencia. Quiere ser una pieza importante, sabe cuál es el camino que tiene seguir. Y Emery le ha tendido la mano porque sabe que va a recibir una respuesta positiva del argentino. «Basta verle en los últimos entrenamientos», comenta el técnico. Tal como informó SUPER en su edición de ayer, Éver no iba a entrar en la convocatoria para el partido de Copa del Rey, porque la gran preocupación de Unai es ganarle al Getafe. Aunque no lo parezca por las alturas de temporada, se va a disputar la jornada once, el pírrico balance de un punto sobre doce convierte el choque del domingo en «vital», y por eso juntó ayer a su ´equipo base´ sobre el césped por espacio de una hora, entre los que está Éver Banega al lado de David Albelda.
Cuando un futbolista pierde espera ansioso la llegada del partido siguiente para ganar y tomarse la revancha, en el caso de Banega, lo que quiere Emery es darle el guante. En el momento en que el argentino se vio ahí fue una inyección de moral para él que no va a desaprovechar, sobre todo por los compañeros y la afición a las que falló hace unos días. Unai le ha dado mucho cariño en los últimos días, estuvo muy encima dándole instrucciones específicas y se le vio muy metido. El técnico dividió a los 12 jugadores de campo (más los porteros Moyà y Saúl) en dos grupos; la defensa (Miguel, Navarro, Ricardo Costa, Mathieu, Albelda y Banega) contra el ataque (Joaquín, Mata, Aduriz y Soldado, que tenían a Manuel Fernandes y al canterano Montoro por detrás). Éver no paró de bajar a la defensa para salir con el balón controlado, entendiéndose con una mirada con Albelda. Cuando están en su mejor versión son el doble pivote titular del Valencia, para la final contra el Getafe son los dos elegidos y si el argentino tiene algún problema le reemplazará Fernandes, que con su actitud ha adelantado a Tino.
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