Isco está siendo la sensación de los últimos días en el Valencia y el malacitano no para de recibir mimos de sus compañeros. Cuando Unai y la Dirección Deportiva deciden dar un paso adelante y apostar por una de las perlas de la cantera lo han hecho con unos argumentos, y el siguiente paso es saber dirigir bien su crecimiento. Al margen del talento innato que un canterano pueda tener, es muy importante seguir el camino correcto para evitar que sea un paso fugaz. Los pesos pesados del vestuario están muy pendientes de Isco, no paran de darle consejos en los entrenamientos más allá de los aspectos puramente tácticos, y todos coinciden en que ahora no se debe calificar a Isco como el «salvador» del Valencia. Hay que ir subiendo peldaños con solidez, y así evitar que pueda producirse una caída que vaya en contra del futbolista en el plano individual, y del club en el aspecto colectivo, ya que Isco es una inversión muy importante por las expectativas que tiene que no puede ir al traste. Y en ello están trabajando.
Tras su espectacular presentación con el primer equipo, erigiéndose en el mejor ante la UD Logroñés, Isco ha seguido trabajando a las órdenes de Emery, que cuando vio el 2-0 favorable ante el Getafe, decidió darle los últimos veinte minutos. Pero más allá de la competición oficial, un aspecto que considera el grupo fundamental para su progresión es que esté trabajando a diario con el primer equipo, ya que son de mayor exigencia y se hacen a un mayor ritmo que con el filial. Y después que vaya acumulando experiencia en la competición oficial con apariciones ´oportunas´, no darle la titularidad en el Madrigal por sus dos grandes actuaciones aunque le sobre calidad y desparpajo. Para Isco están siendo unos días muy enriquecedores, pero el VCF y el vestuario le están mimando para convertir a la perla en realidad.
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