Harald Ruiss se encargó de que el partido ante el Rapid de Viena no pareciese amistoso.
PAU FUSTER Harald Ruiss se encargó de que el partido ante el Rapid de Viena no pareciese amistoso. Él solito, con sus decisiones excesivamente severas, sus errores y su afán tarjetero, sobre todo en contra de los de Emery, afeó el final de la estadía y acabó desquiciando a los valencianistas, quienes jugaron la última media hora con uno menos por la roja de Soldado. El delantero, justamente expulsado, se dejó llevar por el nervioso propiciado por el árbitro y propinó un codazo a un rival en un lateral.
Las protestas generalizadas de los blanquinegros empezaron a crecer en intensidad y frecuencia sobre el césped con el paso de los minutos. Ya en frío, tras el pitido final, fue Pablo Hernández el que se encargó de exponer públicamente el enfado del vestuario. «Si fuese un partido oficial, estaríamos aún mucho más dolidos con el árbitro. No tenía categoría para un choque como éste y hemos acabado protestando más de la cuenta», explicó el castellonense, uno de los siete amonestados por parte del conjunto de Mestalla.
Hasta un total de 10 cartulinas —tres fueron para jugadores del Rapid— mostró Reiss durante los 90 minutos. Un número desorbitado para tratarse de un choque de preparación, como el de ayer, y tras ver el desarrollo del mismo. Solo la tensión generada por sus decisiones derivó en una alguna entrada fea por uno u otro bando; el mayor de sus despropósitos, la amarilla que le enseño a Mathieu por una falta inexistente, ya que le había arrebatado el balón a Sahihi limpiamente.
La labor del colegiado no hizo sino potenciar la impotencia de los de Emery por la goleada encajada. «Es una lástima que no hayamos acabado la estancia en Austria con una victoria. Ése era nuestro objetivo, pero ellos estaban más rodados; hemos acusado también las cuatro horas de viaje a Viena», comentó Pablo, quien destacó que su gol fue «una jugada local». «Ha quedado en poco más que una anécdota, igual que lo de la capitanía: con la roja a Soldado, Voro me dio el brazalete», dijo el interior.
Polémica arbitral: Soldado expulsado y seis tarjetas amarillas
Roberto Soldado fue expulsado en el minuto 63 del encuentro por una roja directa, mientras que sus compañeros Juan Mata, Pablo Hernández, Miguel, Mathieu, Parejo y Portu vieron una tarjeta amarilla, en una actuación arbitral un tanto discutida y muy protestada por los jugadores del Valencia, que acabaron desquiciados por el arbitraje de Harald Ruiss.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/07/27/arbitro-carga-amistoso-caprichos/134531.html
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