TONI CALERO
El Valencia ofrece su mejor imagen con un gran Bernat y destroza al Sporting de Lisboa
Después de tres victorias consecutivas y un buen arranque de pretemporada, el Valencia tropezó ante un conjunto menor como el Rapid de Viena. El 4-1 escoció y mucho. No por el resultado, intrascendente a estas alturas, sino por la imagen ofrecida por el equipo de Unai, especialmente en el capítulo defensivo. Pidió el vasco calma y tiempo para su nuevo proyecto.
Había certidumbre por conocer cuál sería la respuesta del Valencia ante un rival de mayor enjundia. Un Sporting de Lisboa que estaba de presentación ante los suyos. Con un Jose Alvalade repleto de 50.000 aficionados buscando ponerle cara a los nuevos nombres del equipo (entre ellos el exsevillista Diego Capel) liderado por Domingos Paciencia. Apenas pudo el nuevo entrenador lisboeta extraer conclusiones positivas. El Valencia engulló el poco fútbol generado por los locales y desdibujó una defensa débil e inestable que fue un juguete para el ataque valencianista.
Mención especial para Juan Bernat y Roberto Soldado. El chico del filial dio una lección desde la banda izquierda. Con carácter, incisivo y goleador. Bernat fue el mejor sobre el césped lisboeta. Suyo fue el primer tanto después de un error garrafal de los defensores del Sporting. Cabeceó sin oposición al fondo de la red después de que el balón se paseara sin dueño por el área de un timorato Patricio.
Ya con el trofeo, el chaval se desmelenó y diez minutos después estuvo a punto de hacer el segundo. Fue en una combinación con Soldado, que estuvo generoso en el juego combinativo y portentoso de cara a gol. El valenciano acabó la pasada campaña como un tiro, con un voraz promedio goleador que a punto estuvo de llevarle a la selección.
Mucho va a tener que sudar Aduriz para robarle minutos a Soldado como ariete del Valencia. Su tanto, el que hacía dos para el Valencia, le definió como delantero: fuerza, velocidad y precisión. Soportó la carga de un defensa tras recibir una genial asistencia de Albelda y luego no dudó ante Patricio.
El Valencia había mutado. Ni rastro de lo ofrecido ante el Rapid. Todo lo contrario: Diego Alves estuvo seguro; Rami y Ricardo Costa contundentes; y el ataque, auspiciado por el desborde de Bernat y Pablo Hernández y la movilidad de un notable Piatti, funcionó mejor que bien.
Las cámaras recogían los rostros de la afición del Sporting. Todo era lamento, todo impotencia ante un equipo que aún tuvo que soportar un tercer tanto en contra antes de marcharse al descanso. Lo marcó Piatti tras una gran incursión de Jordi Alba -superior a Mathieu en estos primeros compases de temporada-, pero podía haberlo hecho cualquiera. La defensa portuguesa había dejado de existir en el primer tiro de Soldado al palo en el segundo minuto de partido.
Carrusel de cambios
El Valencia había jugado los mejores minutos de la pretemporada. En el momento oportuno, después de la dolorosa derrota ante el Rapid, justo cuando más lo necesitaba el equipo y también Unai. El técnico premió a los once que habían deshecho al Sporting en la primera mitad y no realizó cambios hasta el minuto setenta. Salieron Mata, Parejo, Feghouli, Jonas, Portu, Dealbert... el carrusel de entradas propio de los amistosos. No fueron grandes minutos para ellos. El Valencia ya había anestesiado el encuentro.
Hubiera sido interesante ver cómo se comportaban juntos el madrileño Parejo y Juan Mata. Dos de los presumibles titulares del Valencia que se cuece. Talento puro para el ataque blanquinegro. Junto a ellos saltó Jonas. Un tridente que viene a demostrar la calidad del juego ofensivo del que dispone Unai. Este año, cuando las cosas no marchen, habrán balas de sobra en el banquillo. Y aún falta por incorporarse Sergio Canales.
El Sporting de Lisboa, decaído, no pudo ni tan siquiera celebrar un tanto en la presentación oficial ante su público. Domingos Paciencia hizo debutar a Capel, escurridizo y motivado pero falto de ritmo. Podría haber hecho lo propio Unai con Cristiano Pereira, el guardameta portugués recién llegado a la disciplina blanquinegra, pero el vasco mantuvo a Diego Alves durante todo el encuentro. Su competencia en la portería con Guaita, ayer lesionado, es una de las batallas más interesantes que se librarán este año en el vestuario del Valencia.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-07-31/balsamo-tras-palo-viena-20110731.html
El Valencia ofrece su mejor imagen con un gran Bernat y destroza al Sporting de Lisboa
Después de tres victorias consecutivas y un buen arranque de pretemporada, el Valencia tropezó ante un conjunto menor como el Rapid de Viena. El 4-1 escoció y mucho. No por el resultado, intrascendente a estas alturas, sino por la imagen ofrecida por el equipo de Unai, especialmente en el capítulo defensivo. Pidió el vasco calma y tiempo para su nuevo proyecto.
Había certidumbre por conocer cuál sería la respuesta del Valencia ante un rival de mayor enjundia. Un Sporting de Lisboa que estaba de presentación ante los suyos. Con un Jose Alvalade repleto de 50.000 aficionados buscando ponerle cara a los nuevos nombres del equipo (entre ellos el exsevillista Diego Capel) liderado por Domingos Paciencia. Apenas pudo el nuevo entrenador lisboeta extraer conclusiones positivas. El Valencia engulló el poco fútbol generado por los locales y desdibujó una defensa débil e inestable que fue un juguete para el ataque valencianista.
Mención especial para Juan Bernat y Roberto Soldado. El chico del filial dio una lección desde la banda izquierda. Con carácter, incisivo y goleador. Bernat fue el mejor sobre el césped lisboeta. Suyo fue el primer tanto después de un error garrafal de los defensores del Sporting. Cabeceó sin oposición al fondo de la red después de que el balón se paseara sin dueño por el área de un timorato Patricio.
Ya con el trofeo, el chaval se desmelenó y diez minutos después estuvo a punto de hacer el segundo. Fue en una combinación con Soldado, que estuvo generoso en el juego combinativo y portentoso de cara a gol. El valenciano acabó la pasada campaña como un tiro, con un voraz promedio goleador que a punto estuvo de llevarle a la selección.
Mucho va a tener que sudar Aduriz para robarle minutos a Soldado como ariete del Valencia. Su tanto, el que hacía dos para el Valencia, le definió como delantero: fuerza, velocidad y precisión. Soportó la carga de un defensa tras recibir una genial asistencia de Albelda y luego no dudó ante Patricio.
El Valencia había mutado. Ni rastro de lo ofrecido ante el Rapid. Todo lo contrario: Diego Alves estuvo seguro; Rami y Ricardo Costa contundentes; y el ataque, auspiciado por el desborde de Bernat y Pablo Hernández y la movilidad de un notable Piatti, funcionó mejor que bien.
Las cámaras recogían los rostros de la afición del Sporting. Todo era lamento, todo impotencia ante un equipo que aún tuvo que soportar un tercer tanto en contra antes de marcharse al descanso. Lo marcó Piatti tras una gran incursión de Jordi Alba -superior a Mathieu en estos primeros compases de temporada-, pero podía haberlo hecho cualquiera. La defensa portuguesa había dejado de existir en el primer tiro de Soldado al palo en el segundo minuto de partido.
Carrusel de cambios
El Valencia había jugado los mejores minutos de la pretemporada. En el momento oportuno, después de la dolorosa derrota ante el Rapid, justo cuando más lo necesitaba el equipo y también Unai. El técnico premió a los once que habían deshecho al Sporting en la primera mitad y no realizó cambios hasta el minuto setenta. Salieron Mata, Parejo, Feghouli, Jonas, Portu, Dealbert... el carrusel de entradas propio de los amistosos. No fueron grandes minutos para ellos. El Valencia ya había anestesiado el encuentro.
Hubiera sido interesante ver cómo se comportaban juntos el madrileño Parejo y Juan Mata. Dos de los presumibles titulares del Valencia que se cuece. Talento puro para el ataque blanquinegro. Junto a ellos saltó Jonas. Un tridente que viene a demostrar la calidad del juego ofensivo del que dispone Unai. Este año, cuando las cosas no marchen, habrán balas de sobra en el banquillo. Y aún falta por incorporarse Sergio Canales.
El Sporting de Lisboa, decaído, no pudo ni tan siquiera celebrar un tanto en la presentación oficial ante su público. Domingos Paciencia hizo debutar a Capel, escurridizo y motivado pero falto de ritmo. Podría haber hecho lo propio Unai con Cristiano Pereira, el guardameta portugués recién llegado a la disciplina blanquinegra, pero el vasco mantuvo a Diego Alves durante todo el encuentro. Su competencia en la portería con Guaita, ayer lesionado, es una de las batallas más interesantes que se librarán este año en el vestuario del Valencia.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2011-07-31/balsamo-tras-palo-viena-20110731.html
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