CÉSAR IZQUIERDO El Valencia supo interpretar el guión del partido a la perfección: presión, templanza y energía ofensiva. Unai Emery acertó a descifrar las debilidades defensivas del PSV y sus jugadores aprovecharon de manera magnífica esas facilidades. Los desajustes, públicos y notorios, de los neerlandeses sirvieron para que los blanquinegros se reencontrarán con esa personalidad creativa que en los últimos partidos había resultado pesarosa. Ese principio de gran victoria terminó empañado por una recta final donde el equipo cedió terreno sin motivo aparente y se empeñó en dar vida a la eliminatoria, concediendo dos goles que debería haberse ahorrado. Así es el equipo de Unai, las alegrías nunca pueden ser completas. Con esa sensación se vació Mestalla.
Durante setenta minutos el Valencia lo hizo todo fácil. Hasta se gustó. En cuestión de sensaciones, hubo indicios de reconciliación. El equipo manifestó su superioridad a través de sus jugadores de banda. Amplitud y profundidad, todo en uno. Mejor dicho, todo en tres: Pablo, Pablo Piatti y Antonio Barragán. La conexión por la banda derecha hizo pedazos al PSV. El celebre Manolev quedó retratado por el castellonense en el primer gol. Pablo arrancó por la izquierda, dejó atrás al ´2´ búlgaro, se llevó por delante al fibroso Hutchinson y puso un balón al segundo palo, que Víctor Ruiz culminó en gol. Así es Manolev, insistente en ataque, pero trágico en defensa. Un adjetivo que resume la personalidad de los de Eindhoven. Isaksson, Derijck, Bouma o Jetro Willems no corresponden la calidad, que la tienen, de Matavz, Toivonen, Mertens, Strootman, Labyad o Wijnaldum. Estos dos últimos fueron una pesadilla para la zaga del Valencia en una mustia recta final de partido.
Personalidad creativa
La banda derecha fue la encargada de hacer perder el equilibrio y la cordura al PSV. Pablo y Barragán abrieron la autopista de la victoria.
La presencia de Antonio en el once titular fue todo un éxito. Unai acertó de pleno en su elección. El lateral derecho comenzó titubeante y terminó crecido. El Valencia sacó máximo provechó de su despliegue ofensivo y de su capacidad para ganar línea de fondo y centrar. La jugada del segundo gol la cocinó y la sirvió en bandeja Barragán. El ´12´ recibió un balón de Dani Parejo en la frontal y explotó en dirección a la portería de Isaksson dejando en evidencia a Willems y Strootman. La arrancada culminó con un gran balón a Soldado, que el ´9´ del Valencia acertó a mandar a la red. Partido completo de Barragán, el mejor que ha jugado de blanquinegro.
Pablo y Piatti volvieron a dejar patente que están recuperando el tacto y la puntería. Picante y mordaz el argentino, directo e insistente el ´19´. El damnificado de toda esa actividad fue a Willems (17 años), el juvenil fue superado una y otra vez durante media hora. Su calvario terminó antes de llegar al descanso, cuando Rutten decidió cambiarlo por Pieters. En realidad, Unai debe agradecerle mucho al entrenador del PSV. Rutten le hizo un favor al Valencia prescindiendo de Pieters y Wijnaldum. El principal responsable de los desequilibrios y la inestabilidad rojiblanca es él.
Como sucedió ante el Stoke, parece claro que Europa ha abierto una ventana para que jugadores menos habituales como Barragán, Pablo, Parejo o Piatti reclamen protagonismo y se sientan importantes. Los cuatro dieron un paso al frente, como antes había sucedido con Guaita o Dealbert. Su concurso se antoja fundamental en estos meses. Todo salió redondo: Empezando por Soldado y terminando por Víctor. Dos piezas importantes, cuyo protagonismo es básico en el engranaje blanquinegro.
http://www.superdeporte.es/valencia/2012/03/09/valencia-ciclon-derecha/155773.html
viernes, 9 de marzo de 2012
EL VALENCIA FUE UN CICLON POR LA DERECHA
Pablo Hernández y Antonio Barragán abrieron la autopista de la victoria por su banda
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