Emery dio durante 45 minutos la gloria a Bernat y se la arrebató en apenas unos segundos. Desde aquel intermedio del debut contra el Racing, cuando el marcador se había puesto descaradamente cuesta arriba por culpa de todos, el canterano había pasado al olvido. Ayer, el técnico volvió a inyectar una dosis de optimismo al joven interior, al darle participación en el entrenamiento -penúltimo- a puerta cerrada que llevó a cabo el Valencia. Aun así, la presencia de Bernat en la lista no está ni mucho menos clara.
El técnico, pese a las lesiones de Maduro, Canales y Banega, tiene donde elegir y hasta podría apostar otra vez por reforzar la banda izquierda con Mathieu y Alba. Llega el Valencia, no obstante, marcado por la ausencia del argentino, que atravesaba un momento dulce de juego a pesar de que el equipo nunca le ha acompañado. Hoy será la hora de un Tino Costa inédito y que parece haber olvidado algunas de las virtudes que le llevaron a fichar por este club, roce con el propio Emery al margen.
A Unai hay que discutirle el juego exhibido por el Valencia pero en la parcela de resultados el técnico sale airoso, salvo en los importantes patinazos sufridos en Champions. No obstante, la afición sigue en guardia. El martes quedó demostrado. No tuvo piedad con el entrenador y le torpedeó con un atronador «¡burro, burro!». Menos mal que la jugada salió como quería Emery.
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