P. CALABUIG La lesión de Banega le ha abierto la puerta de la titularidad a Tino y el argentino no ha desaprovechado esta oportunidad. Fue el mejor en el Ciutat de Valencia con una asistencia a Jordi Alba y su gol de falta directa a Munúa. Una actuación que el propio jugador reconoce como «positiva» para coger confianza, para volver dentro del grupo y para sentirse importante dentro de la plantilla. Le dedicó el gol a Éver, agradeció el apoyo de la afición y ya piensa en el partido contra el Real Madrid. Tino ha vuelto.
Sin Banega pero con Tino, el derbi ha acabado siendo un partido redondo para el equipo y para usted. Después de estar tiempo sin jugar y alguna polémica, ¿esto es lo que necesitaba, no?
—Sí, lo único que yo pedía era eso, jugar. Creo que mi oportunidad llegó en un momento ideal, un partido como este derbi, con tanta intensidad y tan decisivo para la afición y para nosotros. El conseguir esa tercera plaza en la Liga era la meta que teníamos y la luchamos bien.
—¿Qué más se puede pedir cuando regresa al once? Un gol, el pase del primero...
—Me he encontrado muy bien en el campo. Para mí, es importantísimo volver habiendo participado en el primer tanto y marcando el segundo gol de esa manera. Es algo muy positivo para coger confianza, para volver dentro del grupo y sentirme importante dentro de la plantilla. Y ganar el derbi de Valencia ha sido la mejor forma.
—Duele tener que salir por un compañero lesionado, más por un amigo como es el caso de Éver.
—Es así, es una desgracia por lo de Éver, todos queremos que vuelva cuanto antes. Me tocó sustituirle a mí y estoy muy contento por el resultado, por los tres puntos y porque se ganó fuera de casa. Y en lo individual, por igual.
—¿Aumenta en mayor medida las revoluciones de un jugador disputar un derbi de la ciudad con los dos equipos clasificados en la zona de Champions?
—Sí, por ahí no es un partido muy bonito para ver, pero dentro del césped el ambiente es muy particular, donde cada duelo con el rival vale muchísimo. El clásico se empieza ganando si cada uno se impone en su duelo. A partir de ahí hemos podido neutralizar la ventaja de dos puntos que ellos traían y colocarnos por delante como terceros. Perfecto.
—Y Tino aparece casi siempre con uno de sus misiles, ¿cómo ha sido este, ese segundo gol con el que se cerró el partido?
—Hasta entonces había centrado todas al área. Esta vez vi posibilidades y dije, ´bueno voy a buscar al portero por su lado izquierdo´. Le pegué con fuerza al arco y creo que él (Munúa) volviendo se encuentra la pelota a contrapié... Por fortuna, entra a gol.
—¿El gol llevaba una dedicatoria especial para Éver?
—Sí, sí, porque el pobre tuvo la mala suerte de lesionarse. Por la mañana hablé con él y le pregunté que cómo quería que lo festejara y me dijo que renqueando con la rodilla un poco dura (risas). Así que se lo dediqué para él.
—Los dos tienen estilos diferentes, pero el de Tino queda claro que es válido. En el 0-1 asiste con clase a Jordi Alba desde el centro del campo y, además, su espíritu guerrero ha llegado al equipo.
—Bueno, si estoy aquí creo que tan malo no soy. Éver tiene sus cualidades y yo tengo las mías. No cabe duda de que es un excelente futbolista, está jugando hoy en día en una de las mejores selecciones del mundo, pero yo también estoy en el Valencia, tan malo no soy, tengo mis cualidades, mis defectos, y seguiré trabajando. Ahora me toca jugar a mí y el equipo se tiene que adaptar a mí y yo a ellos. Trabajamos para adaptarnos a los compañeros a los que les toca jugar.
—Quizás, ahora que se ´ha enganchado´ lo peor sea que se detenga una semana la competición. El partido contra el Madrid es dentro de dos semanas...
—Parar o no, debemos pensar en que se ganó al Levante, que era importante para nuestra gente verse por delante en la tabla y cuando nos toca parar tenemos que pensar en el presente, nada más. Además, después de cada partido los lunes yo siempre me entreno. No paramos de trabajar.
—Para finalizar, ¿cómo se ha comportado la afición? Le vimos al final del partido regalarle la camiseta a los aficionados que acudieron al Ciutat de Valencia.
—Fantásticamente, al final todos nos acercamos a agradecerles el apoyo durante 90 minutos. Son un extra que da fuerzas al equipo.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/11/07/necesitaba-volver-sentirme-importante/144051.html
Sin Banega pero con Tino, el derbi ha acabado siendo un partido redondo para el equipo y para usted. Después de estar tiempo sin jugar y alguna polémica, ¿esto es lo que necesitaba, no?
—Sí, lo único que yo pedía era eso, jugar. Creo que mi oportunidad llegó en un momento ideal, un partido como este derbi, con tanta intensidad y tan decisivo para la afición y para nosotros. El conseguir esa tercera plaza en la Liga era la meta que teníamos y la luchamos bien.
—¿Qué más se puede pedir cuando regresa al once? Un gol, el pase del primero...
—Me he encontrado muy bien en el campo. Para mí, es importantísimo volver habiendo participado en el primer tanto y marcando el segundo gol de esa manera. Es algo muy positivo para coger confianza, para volver dentro del grupo y sentirme importante dentro de la plantilla. Y ganar el derbi de Valencia ha sido la mejor forma.
—Duele tener que salir por un compañero lesionado, más por un amigo como es el caso de Éver.
—Es así, es una desgracia por lo de Éver, todos queremos que vuelva cuanto antes. Me tocó sustituirle a mí y estoy muy contento por el resultado, por los tres puntos y porque se ganó fuera de casa. Y en lo individual, por igual.
—¿Aumenta en mayor medida las revoluciones de un jugador disputar un derbi de la ciudad con los dos equipos clasificados en la zona de Champions?
—Sí, por ahí no es un partido muy bonito para ver, pero dentro del césped el ambiente es muy particular, donde cada duelo con el rival vale muchísimo. El clásico se empieza ganando si cada uno se impone en su duelo. A partir de ahí hemos podido neutralizar la ventaja de dos puntos que ellos traían y colocarnos por delante como terceros. Perfecto.
—Y Tino aparece casi siempre con uno de sus misiles, ¿cómo ha sido este, ese segundo gol con el que se cerró el partido?
—Hasta entonces había centrado todas al área. Esta vez vi posibilidades y dije, ´bueno voy a buscar al portero por su lado izquierdo´. Le pegué con fuerza al arco y creo que él (Munúa) volviendo se encuentra la pelota a contrapié... Por fortuna, entra a gol.
—¿El gol llevaba una dedicatoria especial para Éver?
—Sí, sí, porque el pobre tuvo la mala suerte de lesionarse. Por la mañana hablé con él y le pregunté que cómo quería que lo festejara y me dijo que renqueando con la rodilla un poco dura (risas). Así que se lo dediqué para él.
—Los dos tienen estilos diferentes, pero el de Tino queda claro que es válido. En el 0-1 asiste con clase a Jordi Alba desde el centro del campo y, además, su espíritu guerrero ha llegado al equipo.
—Bueno, si estoy aquí creo que tan malo no soy. Éver tiene sus cualidades y yo tengo las mías. No cabe duda de que es un excelente futbolista, está jugando hoy en día en una de las mejores selecciones del mundo, pero yo también estoy en el Valencia, tan malo no soy, tengo mis cualidades, mis defectos, y seguiré trabajando. Ahora me toca jugar a mí y el equipo se tiene que adaptar a mí y yo a ellos. Trabajamos para adaptarnos a los compañeros a los que les toca jugar.
—Quizás, ahora que se ´ha enganchado´ lo peor sea que se detenga una semana la competición. El partido contra el Madrid es dentro de dos semanas...
—Parar o no, debemos pensar en que se ganó al Levante, que era importante para nuestra gente verse por delante en la tabla y cuando nos toca parar tenemos que pensar en el presente, nada más. Además, después de cada partido los lunes yo siempre me entreno. No paramos de trabajar.
—Para finalizar, ¿cómo se ha comportado la afición? Le vimos al final del partido regalarle la camiseta a los aficionados que acudieron al Ciutat de Valencia.
—Fantásticamente, al final todos nos acercamos a agradecerles el apoyo durante 90 minutos. Son un extra que da fuerzas al equipo.
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