Málaga, Hércules, Sporting y Bursaspor han sufrido los certeros arranques de los blanquinegros El Valencia, como visitante, siempre marca antes del primer cuarto de hora
El que se encanta lo lleva claro con este Valencia. El equipo de Emery se va a convertir en el más rápido del Oeste. Cada vez que saca el arma, es para disparar y suele dar en el corazón del rival. Que se lo pregunten a Málaga, Hércules, Sporting y a los turcos del Bursaspor. Fuera de casa, los valencianistas son tan temibles como certeros a la hora de golpear. Su racha es espectacular y el que no le da al televisor pronto se tiene que conformar con ver los goles en la repetición.
La estadística es demoledora. Aduriz marcó en La Rosaleda en el minuto 9, Mata en el Rico Pérez a los dos minutos, Topal lo hizo ayer a los siete, y Soldado a los nueve. En la cita de Champions, Tino Costa se cubrió de gloria al cuarto de hora. Luego la historia se repite: el Valencia maneja el ritmo del encuentro y se echa durante unos minutillos a sestear para despertarse con el pitido final con los puntos en el bolsillo.
Lo extraño es que no lo supiera el zorro de Manuel Preciado o no se lo hubiera advertido el valenciano Josep Alcácer, aquel entrenador del Levante femenino que se ha convertido en la mano derecha del preparador sportinguista. Preciado lleva una semana cargadita. Mourinho le tiró un viaje de esos en los que sólo el portugués sabe meterse (por aquello de alinear contra el Barça el equipo 'B') y ayer le zarandeó Emery, a quien no tuvo otro remedio que felicitarle y estrecharle la mano al final del encuentro.
Presenciando la escena desde el palco estaba Manuel Llorente, que a este paso va a pisar todos terrenos de juego. Cada vez que acaba un partido se acerca a los jugadores a felicitarles. El presidente está eufórico. Pese a las amortizaciones, el Valencia sigue firme allá por donde pisa. Es lo único que exige, al fin y al cabo, la afición. A los que se atrevieron a meterse la panzada de kilómetros en coche hasta Gijón les recompensó la tarde. Fabada cargadita y goles de los suyos. Hacia la esquina donde se encontraban fueron al final del partido los Topal, Costa, Alba, Soldado, Feghouli y alguno más para aplaudir el apoyo que tuvieron.
A Llorente estas cosas le calman la tensión, si es que se puede interpretar su estado de ánimo como calma. Fue el único directivo que viajó (acompañado por un miembro de la Fundación) y el único que se ha propuesto atacar el peliagudo tema del lavado de cara del contrato de Mata. Al presidente le cuesta digerir que este tema esté colgando desde hace meses y meses, y se incomoda cuando le preguntan por la cuestión.
A Mata, por cierto, el partido de ayer le sentó bien aunque se quedó sin mojar esta vez. El Molinón le odia porque el ahora valencianista se crió en el Oviedo y por aquí estas cosas no se perdonan. Mata había marcado en las dos últimas visitas a este estadio, que en otros tiempo hasta coreaba el nombre de Villa.
Sin el Guaje, el Valencia sigue peinadito y sumando méritos. Esta décima victoria en campo asturiano reafirma la tesis de que Unai puede volver a dar batalla, aunque desde Madrid y Barcelona casi se ningunea las posibilidades de su equipo como la tercera vía.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-09-26/tirador-rapido-oeste-20100926.html
El que se encanta lo lleva claro con este Valencia. El equipo de Emery se va a convertir en el más rápido del Oeste. Cada vez que saca el arma, es para disparar y suele dar en el corazón del rival. Que se lo pregunten a Málaga, Hércules, Sporting y a los turcos del Bursaspor. Fuera de casa, los valencianistas son tan temibles como certeros a la hora de golpear. Su racha es espectacular y el que no le da al televisor pronto se tiene que conformar con ver los goles en la repetición.
La estadística es demoledora. Aduriz marcó en La Rosaleda en el minuto 9, Mata en el Rico Pérez a los dos minutos, Topal lo hizo ayer a los siete, y Soldado a los nueve. En la cita de Champions, Tino Costa se cubrió de gloria al cuarto de hora. Luego la historia se repite: el Valencia maneja el ritmo del encuentro y se echa durante unos minutillos a sestear para despertarse con el pitido final con los puntos en el bolsillo.
Lo extraño es que no lo supiera el zorro de Manuel Preciado o no se lo hubiera advertido el valenciano Josep Alcácer, aquel entrenador del Levante femenino que se ha convertido en la mano derecha del preparador sportinguista. Preciado lleva una semana cargadita. Mourinho le tiró un viaje de esos en los que sólo el portugués sabe meterse (por aquello de alinear contra el Barça el equipo 'B') y ayer le zarandeó Emery, a quien no tuvo otro remedio que felicitarle y estrecharle la mano al final del encuentro.
Presenciando la escena desde el palco estaba Manuel Llorente, que a este paso va a pisar todos terrenos de juego. Cada vez que acaba un partido se acerca a los jugadores a felicitarles. El presidente está eufórico. Pese a las amortizaciones, el Valencia sigue firme allá por donde pisa. Es lo único que exige, al fin y al cabo, la afición. A los que se atrevieron a meterse la panzada de kilómetros en coche hasta Gijón les recompensó la tarde. Fabada cargadita y goles de los suyos. Hacia la esquina donde se encontraban fueron al final del partido los Topal, Costa, Alba, Soldado, Feghouli y alguno más para aplaudir el apoyo que tuvieron.
A Llorente estas cosas le calman la tensión, si es que se puede interpretar su estado de ánimo como calma. Fue el único directivo que viajó (acompañado por un miembro de la Fundación) y el único que se ha propuesto atacar el peliagudo tema del lavado de cara del contrato de Mata. Al presidente le cuesta digerir que este tema esté colgando desde hace meses y meses, y se incomoda cuando le preguntan por la cuestión.
A Mata, por cierto, el partido de ayer le sentó bien aunque se quedó sin mojar esta vez. El Molinón le odia porque el ahora valencianista se crió en el Oviedo y por aquí estas cosas no se perdonan. Mata había marcado en las dos últimas visitas a este estadio, que en otros tiempo hasta coreaba el nombre de Villa.
Sin el Guaje, el Valencia sigue peinadito y sumando méritos. Esta décima victoria en campo asturiano reafirma la tesis de que Unai puede volver a dar batalla, aunque desde Madrid y Barcelona casi se ningunea las posibilidades de su equipo como la tercera vía.
http://valenciacf.lasprovincias.es/noticias/2010-09-26/tirador-rapido-oeste-20100926.html
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