El francés estuvo colosal en defensa y en ataque. Pudo dar la victoria al Valencia con una espectacular chilena.
DAVID RODRÍGUEZ A Adil Rami se le quedó pequeño el Cristal Arena. Estuvo constantemente abajo y arriba, arriba y abajo, y estuvo en todo momento bien. Tanto como para erigirse en el principal baluarte defensivo y, al mismo tiempo, en el protagonista de las más claras acciones de peligro blanquinegras. Como la chilena que se marcó en el minuto 71, que acabó con el balón estrellándonse en el larguero de la portería del Genk.
Fue la acción más espectacular. Poco faltó para que se convirtiera también en la clave del duelo. El acrobático remate del galo pudo perfectamente dar la victoria a los de Emery, pese a que éstos, a esas alturas, ya habían perdido el dominio. Pablo recibió el balón en la derecha, encaró a su par, lo dejó atrás y puso el balón en el punto de penalti. Y allí apareció Adil, incorporado al ataque en una jugada inmediatamente anterior, quien sacó a ese ´llegador´ que era en sus inicios y remató al vuelo. Lástima que la meta belga no fuera unos centímetros más alta, pues Köteles había hecho la estatua ante semejanza demostración de potencia y calidad.
El primer aviso de Rami había llegado mucho antes. A los dos minutos de partido, exactamente. En una de sus ya conocidas apariciones en los saques de esquina, el defensa cabeceó un centro al primer palo de Feghouli ligeramente por encima del larguero. Un cuarto de hora más tarde, de nuevo tras un córner, sumó otra ocasión similar.
Si sus números fueron notables en ataque, de prácticamente inmaculada se puede catalogar su actuación en tareas defensivas. Formó una pareja central infranqueable junto a Víctor Ruiz, para desesperación de Vossen y Nwanganga, que se marcharon a vestuarios cansados de correr y de ver abortadas sus incursiones antes de llegar al área. Tampoco el famoso Ogunjimi, que redebutó con el Genk —a expensas de volver a Mallorca en enero, para quedarse definitivamente—, tuvo mejor suerte a su salida al campo. Sin duda, una buena noticia para Emery, quien anoche señaló indirectamente a Adil como piedra angular de la defensa; es el único miembro de la plantilla que lo ha jugado a todo.
El internacional francés dominó a placer el juego aéreo. No perdió ni uno de los duelos por los balones divididos, aunque le costara algún disgusto; en la primera parte tuvo que ser atendido durante unos minutos, tras chocar con un delantero local en la lucha por el esférico. Hasta en la salida del balón se mostró acertado. Condujo el balón hasta la media con asiduidas y solo en un par de ocasiones, cuando los belgas más presionaban, recurrió al patadón.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/09/14/adil-rami-central-total/138822.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario