EL VALENCIA CF SE OLVIDA DEL GOL EN BELGICA

El equipo fue de más a menos y se deja dos puntos en la salida más fácil de la liguilla.


PEPE ROS Cuando consigues puntuar fuera de casa en la Liga de Campeones siempre suele ser un buen resultado. Si tu rival en cambio es el Genk y a la finalización del partido sus jugadores dan la vuelta al campo para celebrar un 0-0, la cosa cambia. El Valencia CF arrancó su periplo europeo con el sabor amargo de un punto que visto el nivel del rival queda en el casillero del Grupo E como un resultado pírrico.

Emery sacrificó el gol por el control del juego en Bélgica alineando a Parejo y Banega en la medular y dejando demasiado solo en punta a Soldado. El experimental 'trivote' no deslució en los primeros 45 minutos pero la excesiva compañía que tenían el de Coslada y el de Rosario en línea de tres cuartos acabó dejando en soledad al delantero valenciano.

A los cuatro minutos llegó la primera ocasión para el Valencia CF. Pablo Piatti se metió dentro del área y asistió para Soldado que demostró que aún estaba algo frío tras no llegar a rematar un balón que le quedaba franco.

El Valencia CF tocaba con demasida comodidad hasta acabar jugando en estático. Sólo la movilidad de Piatti y Feghouli dio jaqueca a los defensores del Genk. El 'Duende' lo intentó por dos ocasiones con dos tiros desde fuera del área que quedaron en nada y el francés conectó bien con Miguel por su banda pero no con los posibles rematadores.

Víctor Ruiz pudo estrenarse como valaencianista pero no pudo enganchar en el punto de penalti un balón peinado por Soldado. El Genk no llegaba a presionar la velocidad de balón del VCF y se fue echando atrás hasta dejar casi sin ideas a los de Emery. Sólo un gran remate de Piatti de espuela al palo corto puso el miedo en el Cristal Arena de Genk.

La segunda mitad siguió el mismo camino que la primera. Sin cambios sobre el terreno de juego, el Valencia CF jugó a lo mismo pero cada vez con menos intensidad. Esto provocó algunas llegadas con peligro de los locales a medida que bajaba la presión en el centro del campo y faltaba el oxígeno a los laterales.

Parejo tuvo dos grandes ocasiones. En la primera remató llegando desde atrás un gran centro de Soldado que despejó Koteles y en la segunda rozó el palo con un lejano lanzamiento de falta.

El área del Genk y el travesaño de la portería temblaron tras un saque de esquina en la mejor oportunidad del partido. Adil Rami se levantó con sorprendente agilidad para enganchar una preciosa chilena que se estrelló en el larguero.

Emery dio entrada a toda la artillería que tenía junto él, entre ellos Aduriz. Sus compañeros siguieron jugando al pie pese a tener una referencia clara por arriba y fueron incapaces de enviarle balones largos. Una pena que podría haber sido mayor si Diego Alves no hubiese aparecido en los últimos minutos para sacar una mano providencial en un remate a bocajarro. Al final, a los de Emery se les olvidó meter gol entre tanta posesión y el Genk celebró el punto como si de la clasificación se tratase.
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