El Athletic Club recibirá el domingo al Valencia con una de la bajas que le resultan más dolorosas, la de Andoni Iraola, pieza no solo indiscutible sino casi insustituible, ya que es el único jugador de campo del equipo rojiblanco que acumula todos los minutos de lo que va de campeonato liguero.
Una ausencia que, además, obligará a Joaquín Caparrós a improvisar un relevo durante la semana ante la falta de un sustituto natural para el de Usurbil en la primera plantilla bilbaína.
En principio, y a falta de conocer lo que pasará en los próximos días, el sevillano podría optar por Óscar de Marcos, un delantero al que está adaptando en los entrenamientos al lateral derecho.
La baja de Iraola se le puede comparar en el Athletic a las de Gorka Iraizoz o Fernando Llorente, jugadores que, incluso sin estar en plenitud de condiciones, lo juegan todo en todos los partidos.
En los tres casos se da la coincidencia de que casi ni tienen un sustituto natural en la plantilla. El de Iraizoz es Raúl Fernández, un chaval sin experiencia más allá de Segunda B y en el que da la sensación de que el técnico no confía demasiado, ya que no le ha dado ni un minuto este curso, ni en Liga ni en Copa del Rey.
En principio, para relevo de Llorente estaba destinado Ion Vélez, pero el navarro ya se ha ido cedido al Numancia y ha llegado otro ariete, Urko Vera, de Segunda B, del Lemona, al plantel rojiblanco.
Íñigo Díaz de Cerio no tuvo demasiadas oportunidades en el Córdoba durante la primera mitad de curso y ha regresado a Lezama para ver si vuelve a ser el mismo que antes de la grave lesión que le tuvo dos años parado.
En el caso de Iraola, es que ni hay un segundo lateral derecho en la plantilla. Suele entrenar en esa posición De Marcos, delantero y hasta ahora utilizado por su técnico fundamentalmente en posiciones adelantadas. Si ha llegado a jugar unos minutos en un lateral, aunque en el izquierdo y como consecuencia del reajuste provocado por una inferioridad numérica y el resultado en contra.
La incidencia de Iraola en el juego es, además, superior a la del portero y el ariete. Es el que arma el juego de su equipo. En él nace de los leones. En San Mamés, donde es más un delantero que un defensa, su aportación es capital. Por poner un ejemplo de lo supone para el Athletic, se podría decir que su papel es más relevante aún que el de Dani Alves en el Barcelona.
Por eso su baja es tan dolorosa para Caparrós, porque sin él, el conjunto rojiblanco pierde buena parte de su poderío ofensivo de cara a un choque, el de la próxima jornada ante Valencia, al que en Bilbao se le concede una importancia especial.
Frente al conjunto valenciano, al que tiene a 10 puntos de distancia, el Athletic quería empezar a testar sus opciones reales de optar a una plaza de Liga de Campeones, que ahora le queda a 8 puntos pero que no se le ha alejado mucho más de lo que ya estaba antes de sus dos últimas derrotas, consecutivas, en Mallorca y el Camp Nou.
Si la del Iberostar Estadi le dejó al Athletic el mal sabor de boca de que le supuso el frenó a una buena racha de resultados, de la capital catalana no ha regresado muy trastabillado el conjunto rojiblanco.
A pesar del 2-1 final, sobre el terreno de juego barcelonista mostró un paso más en el crecimiento que está experimentando esta temporada, un estado de forma que le dio incluso para discutirle el triunfo al Barça. Más todavía que en la Copa, donde cayó contra los de Pep Guardiola sin llegar a perder ninguno de los dos partidos de la eliminatoria.
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