El Valencia es uno de los equipos más potentes de la Liga en las acciones a balón parado. Aunque no tiene el poderío en el juego aéreo del que dispone Caparrós en el Athletic de Bilbao, el conjunto che reúne algunos ingredientes que lo hacen temible. Unai Emery se ha confirmado como uno de los técnicos más creativos de la categoría en este tipo de jugadas. En su etapa en el Almería ya inventó alguna acción a balón parado que sorprendió al resto de equipos, y en el Valencia ha depurado su repertorio.
La llegada de Tino Costa ha dado un nuevo sentido a este tipo de jugadas. La pierna izquierda del argentino es armamento pesado, el sueño de cualquier entrenador al que le guste controlar al detalle este tipo de jugadas. Costa es capaz de poner el balón exactamente donde lo quiere su entrenador con la potencia y la precisión requeridas por Emery.
El complemento perfecto a los lanzamientos de Tino Costa lo aportan los buenos cabeceadores que se reúnen en la plantilla. Soldado, Aduriz, Topal o Ricardo Costa son una amenaza para la defensa mejor curtida.
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