fernando garcia berlanga
Al nacer mi padrino me hizo socio del Real Madrid, pero la afición de mi padre por el Valencia CF pudo más. Desde aquellos tiempos del Carrusel Deportivo al ritmo de "Anis Castellana, el anís de España" hasta hoy, siempre siguiendo al Club que ha conseguido que ame tanto este deporte.
DESDE LA DISTANCIA
Miguel Brito ha pasado en pocos días de estar negociando su finiquito a posible titular el sábado ante el Atlético de Madrid. No hará falta que los locales de la noche valenciana coloquen un crespón negro en sus puertas porque el portugués se queda.
Tiene su mérito. Por su conducta y poca profesionalidad, cada dos por tres está más fuera que dentro del Valencia CF y al final siempre acaba resucitando. Tiene siete vidas como los gatos. Ahora bien, mucho me temo que ya las ha consumido todas porque haga lo que haga la presente temporada el 30 de junio de 2012 será historia.
Otra cuento es lo que puedan pensar sus compañeros. Que alguien con su hoja de servicios se mantenga en la plantilla es un mal ejemplo para los más jóvenes. Se corre el riesgo que crean que una vida poco ordenada fuera de los terrenos de juego es compatible con el fútbol.
CURVAS EN SEPTIEMBRE
A Emery no le ha quedado más remedio que tragarse el sapo del luso e intentar recuperarlo para la causa ya que a las primeras de cambio vienen curvas. Barragán, como es lógico, necesitará un tiempo de adaptación. No es fácil dar el salto de Segunda a Primera y a un grande. Demasiado toro para el chico teniendo encima que enfrentarse el Valencia a lo largo de este mes a Atlético de Madrid, Sevilla, Barcelona y Chelsea. Casi nada. En cualquier caso, la diversión está asegurada y el nivel de los rivales debiera darnos una idea - nunca definitiva ni para bien ni para mal - de lo que es capaz de hacer el equipo de Unai la presente temporada.
A TORTAS POR LA TV
Antes o después tenía que pasar. El actual modelo de reparto de los derechos de TV está enterrando al fútbol español. Del Nido encabeza una revuelta que esta vez al menos sí que están dispuestos a escuchar Valencia y Atlético de Madrid.
Por encima de las cifras, me gusta el cambio profundo que propone Gil Marín para la Liga de Fútbol Profesional (LFP). Todos sin excepción deberían ceder sus derechos de televisión y publicidad estática a la organización, que negociaría en su nombre un único contrato. Además, actuaría como banco para todas las transacciones de futbolistas y llevaría a cabo un rígido control de las cuentas de los clubes, expulsando de la competición a aquellos que incumplan con sus obligaciones.
El fútbol profesional necesita sentarse para abordar un cambio así. Otra historia es que Florentino y Rossel estén dispuestos a ser dos más y no los aventajados de la clase que se comen casi todo el pastel y no rinden cuentas a nadie. Porque esta es otra: ¿Serían Real Madrid y Barcelona capaces de sostener su despilfarrador chiringuito en un entorno más justo y equilibrado?
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