El cántabro marcó el definitivo gol y estuvo excelso en la primera parte del encuentro
Si un futbolista quiere tener seguridad en un partido, la mejor medicina es que arranque bien desde el minuto uno. Y, si es marcando un gol, mejor que mejor. Pues Canales aprovechó perfectamente esta máxima, premiando la confianza de Unai tras su inclusión en el once inicial, y a los tres minutos marcó el primer gol del Valencia CF ante el Granada CF en un excelente zapatazo. El cántabro, al frente de la sala de máquinas en la fabricación ofensiva, recibió un buen pase de Piatti, con un lujoso taconazo, cayó en el balcón del área, vio espacio en una decisión rapidísima para el disparo con su zurda de oro, y alojó el cuero en el palo corto del portero, imposible de predecir ante tamaño obús. Sergio jugó con una admirable confianza y completó, seguramente, los mejores 45 minutos desde su llegada a nuestro equipo. Y el futbolista exhibió buena parte del abanico de sus cualidades. Además de su gran chut, que se encontraría esta vez en varias ocasiones más con la espléndida actuación de Roberto – otra vez con bombas desde media distancia-, bajó en labores de creación con otro grande esta tarde, Éver, se entendió bien con Piatti, hiló en el pasillo del área con Soldado, y asistió con meridiana claridad, entendiendo el tempo de las jugadas, las incursiones de Mathieu y Pablo. El valencianista se le vio muy cómodo sobre el Camp y lo aprovecharon sus compañeros y, ante todo, el Camp para disfrutarle.
http://www.valenciacf.com/contenidos/Actualidad/Noticias/2011/10/Noticia_32435.html?__locale=es
Si un futbolista quiere tener seguridad en un partido, la mejor medicina es que arranque bien desde el minuto uno. Y, si es marcando un gol, mejor que mejor. Pues Canales aprovechó perfectamente esta máxima, premiando la confianza de Unai tras su inclusión en el once inicial, y a los tres minutos marcó el primer gol del Valencia CF ante el Granada CF en un excelente zapatazo. El cántabro, al frente de la sala de máquinas en la fabricación ofensiva, recibió un buen pase de Piatti, con un lujoso taconazo, cayó en el balcón del área, vio espacio en una decisión rapidísima para el disparo con su zurda de oro, y alojó el cuero en el palo corto del portero, imposible de predecir ante tamaño obús. Sergio jugó con una admirable confianza y completó, seguramente, los mejores 45 minutos desde su llegada a nuestro equipo. Y el futbolista exhibió buena parte del abanico de sus cualidades. Además de su gran chut, que se encontraría esta vez en varias ocasiones más con la espléndida actuación de Roberto – otra vez con bombas desde media distancia-, bajó en labores de creación con otro grande esta tarde, Éver, se entendió bien con Piatti, hiló en el pasillo del área con Soldado, y asistió con meridiana claridad, entendiendo el tempo de las jugadas, las incursiones de Mathieu y Pablo. El valencianista se le vio muy cómodo sobre el Camp y lo aprovecharon sus compañeros y, ante todo, el Camp para disfrutarle.
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