A. GARCÍA—¿Cómo le han recibido en casa después de haber debutado por fin en Liga con el Valencia?—Lo que han hecho ha sido felicitarme porque estaba pasando por un momento difícil; a todos nos gusta jugar y cuando no lo haces estás algo enfadado, así que me han felicitado, yo estoy contento. Ellos me dan un apoyo increíble.
—¿En qué personas se apoya más?
—Sobre todo en mis padres y en mi chica. Vivo con ella y, sinceramente, me ayuda muchísimo.
—¿Y son críticos con Parejo?
—Sí, mi padre es el más crítico. Siempre me dice las cosas como son y cuando lo he hecho mal me lo dice de la misma manera que cuando lo hago bien. Hay que ser así, realista, y decir tanto cuando se juega bien como cuando se hace mal.
—Imagino que, como usted, su padre no acabaría de entender por qué no estaba jugando.
—Sí, pero tampoco podía decir demasiado porque no me veía entrenar. De todos modos, él confía en mí y yo le contaba que estaba entrenando bien y sacrificándome. Mi padre me aconsejó tener tranquilidad porque el premio llegaría. Y el sábado llegó, jugué y estoy contento.
—¿Qué tal se vio en el debut?
—Mejor de lo que pensaba. Llevaba mucho tiempo sin jugar y cuesta; luego, una vez sales y comienza el partido, parece que te falta un poco de ritmo, se nota que de sólo entrenar no se coge ese ritmo que dan los partidos, pero me encontré francamente bien.
—¿Mejor en la primera mitad, no?
—Sí, en la primera parte tuvimos el balón, el control del partido y así nos pusimos con 0-1. En la segunda parte el equipo no estuvo tan bien, no estuvimos a la altura con el balón, aún así creo que sin balón trabajamos realmente bien.
—Perdió un par de balones en el centro del campo…
—Sí, eso tengo que mejorarlo; no debo perder esos dos balones, puede ser por la falta de partidos y ritmo de juego, pero no hay que darle más vueltas. Tengo una manera de jugar y eso no me corta para volver a coger el balón en la siguiente jugada, volver a intentarlo y si lo pierdo de nuevo volver a hacerlo. Si por algo me caracterizo es por eso, por que siempre pido el balón.
—Sin embargo, en los saques de esquina se mostró muy acertado.
—El míster le da mucha importancia a la estrategia, al igual que nosotros. Es una faceta muy importante en un partido, un aspecto del juego que puede dar muchos puntos y abrir muchos encuentros y en Mallorca estuvimos muy bien en esas jugadas.
—Tanto, que la mayoría de ocasiones nacieron en los córners que salieron de sus botas.
—Sí, no fue sencillo, sabíamos que iba a ser un partido feo porque tienen técnico nuevo, Caparrós, que les da mucha intensidad, agresividad… Ellos, sobre todo en la primera parte, se metieron atrás a la espera de nuestros fallos para salir al contragolpe. En la segunda mitad con el 0-1 a favor, en vez de cerrar el partido como teníamos que haber hecho, hubo ocasiones para ello, nos echamos atrás y fuimos un poco conservadores. Es verdad que nos salió bien, en defensa se estuvo francamente bien, apenas nos tiraron a portería. Lo único, pues, ese penalti con el que nos quitaron dos puntos.
—Supongo que lo viviría con mucho cabreo desde el banquillo.
—Claro, era la última jugada del partido, ya estaba casi terminado y te quitan dos puntos que en estos campos son los que te pueden dar la Champions para el año que viene… De todos modos, creo que es así, a veces te los dan, otras te los quitan.
—¿Cómo se sintió físicamente?
—Me he sentido un poco cansado, también por la falta de minutos y todo…
—Cuando se juega una vez cada mes es más complicado…
—Sí, entrenando estás a tono, físicamente te sientes bien, pero cuando sales a un campo… No tiene nada que ver un entrenamiento con un partido, el ritmo de un partido de máximo nivel es increíble.
—Usted decía que necesitaba jugar en la Liga BBVA.
—Por supuesto, la Liga es una competición muy bonita, es la que el día de mañana, en mayo, dicta tu trabajo de todo el año. Es la más regular, si acabas octavo es porque es lo que has merecido, igual que si finalizas segundo. La Liga es una competición preciosa y te da un poso increíble.
—¿Ha ganado en confianza después del partido en Palma?
—Sí, pero yo la confianza nunca la he perdido, tengo mi forma de jugar, mi manera… Y yo, por supuesto, soy el que más confía en mí. Eso es lo que más me ayuda a trabajar, a entrenar y a esperar esa oportunidad. Ahora sí que es cierto que estoy contento y, a ver, si poco a poco voy entrando en el equipo.
—Tampoco ha ayudado lo del sistema, el 4-3-3 ha perdido peso. No obstante, ¿se siente más adaptado poco a poco al doble pivote?
—Sí, el año pasado en Getafe jugamos 4-3-3 con dos pivotes ofensivos, pero siempre lo he dicho: La racha positiva que tuvimos en Getafe de cuatro o cinco partidos seguidos jugamos 4-2-3-1 y yo jugué de pivote cuatro partidos. Creo que puedo jugar en las dos posiciones.
—¿Llegan a perderse las ganas cada vez que va a entrenarse y se ve fuera una y otra vez de las listas de convocados?
—Soy realista y es difícil. Cuando vas a entrenar, lo haces bien y luego salen las convocatorias y no vas, y no vas, y siempre pasa lo mismo, es verdad que al final acaba un poco quemando, por lo menos a mí. Creo que he sido fuerte o lo estoy siendo, voy a entrenar con ilusión, ganas y muchísima ambición y creo que eso es lo que al final me va a dar los resultados.
—Muchas veces Unai Emery comenta de Parejo que es un jugador en crecimiento, ¿eso cómo se interpreta, cansa?
—Si es lo que piensa, es así. Es cierto que tengo 22 años y con esa edad evidentemente me falta mucho por crecer; por supuesto, creo que lo que te da ese crecimiento, ese poso ese saber estar, esa veteranía, todo eso te lo dan los partidos.
—¿Confía en repetir en Alemania?
—Claro, y más con lo que nos jugamos. Es una final para nosotros, un partido importantísimo para ver si queremos estar en los octavos de final o, al menos, luchar con todo para seguir en la Champions.
http://www.superdeporte.es/valencia/2011/10/18/22-anos-falta-crecer-dan-partidos/141947.html
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