Cuando al Chori Domínguez le hablas del Rangers, su rostro reacciona rápidamente con una sonrisa. ¿Por qué? El 14 de mayo de 2008, el argentino ganó su primer título europeo al derrotar al Rangers en la final de la Copa de la Uefa —ahora torneo denominado Europa League— en Manchester. En aquella época defendía la elástica del Zenit de San Petersburgo, al que llegó procedente del Rubin Kazan, primera estación tras salir de River Plate.
El único ´pero´ que le puede poner el Chori a aquella noche mágica es que Dick Advocaat no le alineó, pero después paseó por todo el estadio con orgullo la bandera de Argentina. Pagaron por el argentino siete millones de euros, ya que con el Rubin llegó a ser elegido mejor extranjero de la liga de Rusia, y con el equipo más poderoso del país ganó su primer título europeo. Como recordaba el mediapunta antes de disputar la final de la Copa de la Uefa, «para el Zenit es un momento histórico, es la primera vez que juegan una final europea».
Ahora la historia es diferente, ya que se trata del tercer partido de la fase de grupos, con un margen de reacción que no se tiene en una final continental. En aquella época, temporada 2007/08, el Chori tenía mucha relación con Radimov, jugador que militó unos años en el Zaragoza y con el que se comunicaba en castellano. «En el Zenit había medio equipo que hablaba en ruso y la otra mitad se comunicaba en inglés», decía en aquella época el ahora valencianista, que para integrarse al país se puso a estudiar ruso. Antes de recalar en el Valencia, equipo en el que aterrizó a finales de diciembre, el futbolista defendió los intereses del Rubin Kazan y del Zenit, ganando títulos en los dos equipos. Eso sí, en el estilo de juego de los «actuales» poderosos de la liga había muchas diferencias al parecer del ´8´ valencianista: «El Zenit era un equipo que arriesgaba más, siempre salía a ganar y además intentaba jugar lindo. En cambio, el Rubin hacía un fútbol de más fricción, más al estilo ruso». Esta noche, con el Valencia, el Chori quiere ser más protagonista que aquel 14 de mayo, aunque busque el mismo final.
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