El Barcelona tendrá que superar a David Navarro y Ricardo Costa por el medio de la defensa si quiere ganar el sábado al Valencia. Pero, ni el del Port de Sagunt ni el portugués están dispuestos a ceder un milímetro. Ellos, como el equipo, también son líderes. Reconocen que el Barça es el mejor equipo del mundo, que Messi es posiblemente el mejor jugador del mundo e incluso que David Villa es difícil de frenar a pesar de conocer sus movimientos. Aún así, son optimistas. Saben cómo hacer bien las cosas para poner en aprietos a los de Pep Guardiola. No encerrarse atrás acumulando gente cerca de la portería, presionar arriba para robar cerca de la portería de los azulgranas y jugar con muchas ayudas y personalidad son las claves de esta pareja que tiene mucho que decir en tierras catalanas. Ellos no tienen no tienen el ´glamour´ de los culés, pero tienen algo más importante. Muchas ganas, mucha ilusión y un candado. El que quieren poner en el Camp Nou. El que ayer comenzaban a probar los dos en la Ciudad Deportiva de Paterna.
La fórmula para «hacerle daño» al Barça la expone David Navarro. Ya es un veterano de ese campo y sabe muy bien cómo hacer las cosas. «Si acumulamos gente detrás cerca de la portería nos estaremos equivocando. Lo que tenemos que hacer es presionar arriba e intentar robarles el balón. Esa es la forma para hacerles daño. Si nos metemos muy atrás, nos estaremos equivocando», decía el del Port de Sagunt. El central sabe que será difícil, que los jugadores del Barça tiene mucha calidad, pero también sabe que a ganas, ilusión y personalidad no les va a ganar nadie. «Sabemos que es difícil ganar en el Camp Nou, sigo pensando que es el mejor equipo del mundo, pero a ilusión y ganas no nos va a ganar nadie. Hay que mantener nuestra línea fuera de casa y sacar nuestra personalidad y nuestro fútbol que venimos haciendo en este arranque de temporada», decía Navarro. El ´4´ del Valencia conoce al Guaje como pocos. Ha compartido vestuario con él, ha jugado a su lado muchos partidos, pero ni aún así se fía.Estar juntos, las ayudas y el trabajo son la receta para ganarle». «Villa es un gran goleador, lo ha demostrado en el últimos años en el Valencia. Lo conocemos, sabemos cómo se mueve en el campo, pero a pesar de eso sigue siendo uno de los más peligrosos junto a Messi. Tendremos que trabajar muy bien y estar muy juntos para sacar un buen resultado. Es la única forma para ganarles», aseguró.
También tiene las cosas claras su socio, su compañero en el centro de la defensa. Ricardo Costa sabe de la peligrosidad de Villa y Silva, pero avisa de algo peor: olvidarse de que juegan el resto. «David Villa y Messi son dos jugadorazos a nivel mundial, Messi para mi es el mejor del mundo, pero si nos centramos sólo en ellos estaremos perdidos porque todos son buenos y te puede hacer peligro cualquiera». Los ingredientes para frenar el juego ofensivo de los azulgranas son muy similares a los que expone Navarro. No sólo se entienden bien en el campo, también coinciden imaginándose el partido del sábado. « La forma para ganar en Barcelona es trabajar todos desde el minuto uno hasta el último, con muchas ayudas entre todas las líneas y mucha intensidad», decía.
Ricardo Costa piensa en un partido, el que jugó hace siete años en Portugal contra el Barça. Aquel día su Oporto le ganó a los de Rijkaard (2-0) gracias a los goles de Derlei y de Hugo Almeida. Aquello fue un partido amistoso con motivo de la inauguración oficial del estadio Do Dragao. Ahora quiere repetir aquel resultado, pero en un partido oficial. El del sábado. «Ya le gané al Barcelona con el Oporto en la inauguración de nuestro campo nuevo y espero que volvamos a repetir la victoria. Ganamos por dos goles, ojalá se repitiera ese resultado». Ricardo Costa ha ganado al Barça. Lo que no ha hecho nunca es jugar en el Camp Nou. «No he jugado aún en el Camp Nou, pero lo he visto por la televisión y es uno de esos campos en los que disfrutas jugando. Tenemos muchas ganas». Y es que, tanto Ricardo como David desprenden energía. Casi igual que seguridad. Por eso serán ellos los que pongan el candado.
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