Hace apenas una semana el Valencia visitó el Camp Nou para defender su condición de líder de la Liga y ayer el capitán Vicente Rodríguez abogó por un cambio de sistema tras la derrota del sábado contra el Mallorca. Bajan ahora las aguas un tanto revueltas por Mestalla, donde al son de los resultados se pasa del cielo a la tierra en unos cuantos días.
"Sorprende un poco el sistema elegido, sobre todo al jugar en casa", apuntaba ayer Vicente al respecto del 4-3-3 que dispuso Emery para medirse a los de Laudrup. Palabra de uno de los capitanes del vestuario. "El equipo no acaba de cogerse al trivote y nos perjudicó un poquito, ya que este sistema no lo tenemos tan trabajado", recalcó el zurdo.
Cuerpo técnico y jugadores se reunieron ayer por espacio de 50 minutos en el vestuario. Emery dio su punto de vista y algún jugador, el sentir general del vestuario. Los futbolistas no quieren jugar a ser entrenador, aunque se sienten más cómodos con el 4-2-3-1 o 4-4-2 (con Soldado y Aduriz en punta de lanza) que con el planteamiento del sábado.
Hacer un equipo.
También son los futbolistas los primeros en confesar que Emery no puede querer contentar a todos. Esto es un vestuario de fútbol y son conscientes que un equipo necesita que no más de 15 o 16 jugadores sientan plena confianza y el resto deben esperar su turno. Y un último punto, sienten que durante la semana los entrenamientos son demasiado pesados y las piernas lo notan en los partidos.
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