LAS DERROTAS REABREN EL DEBATE SOBRE EMERY

El entrenador pierde buena parte de su crédito en apenas 72 horas con los varapalos en Alemania y Zaragoza.

El técnico del Valencia Unai Emery, tras una buena racha en la Liga con un equipo capaz de reaccionar a casi todas las adversidades, ha dilapidado en 72 horas buena parte de su crédito y ha reabierto la margarita de su futuro en el club valenciano.

Manuel Llorente, presidente del Valencia, no se ha pronunciado con rotundidad sobre el futuro del técnico, que completa su tercera temporada en el club con el que cumple contrato el próximo 30 de junio, pero que ha vivido en los últimos tres días los momentos más amargos de la actual temporada.

Emery, un técnico siempre dispuesto a experimentar en los planteamientos de los partidos, asumió tras el de Zaragoza su responsabilidad en la derrota, aceptó ser cuestionado como técnico del Valencia, pero hizo hincapié en que lo que ahora le preocupaba era recomponer al equipo tras las últimas contrariedades.

Todo empezó el miércoles en Gelsenkirchen donde el Valencia perdió por 3-1 y quedó eliminado por el Schalke 04 en los octavos de final de la Liga de Campeones y el sábado se vio arrollado en Liga por el Zaragoza (4-0).

Estos marcadores, que incluyen siete goles en contra, contrastan con los resultados favorables obtenidos por el equipo en los últimos meses.

El Valencia, pese a la derrota ante el Barcelona de hace diez días en Liga, se había mostrado recientemente como un equipo capaz de conseguir buenos resultados, pero esa consistencia se ha venido abajo de un plumazo en tres días.

Emery señaló tras perder en Alemania que el equipo había realizado el partido que habían pensado hacer. Tras perder en Zaragoza admitió su responsabilidad.

El debate de los últimos tiempos en el Valencia ha girado en torno a la comparación entre el juego del equipo y los resultados obtenidos, siempre con el objetivo de alcanzar la tercera posición de la Liga y asegurar la disputa de la siguiente edición de la Liga de Campeones sin necesidad de jugar la fase previa del torneo.

La sufrida por el Valencia en Zaragoza es la primera gran debacle del equipo en Liga desde la de hace casi tres años en San Mamés, ante el Athletic de Bilbao, cuando el equipo perdió por 5-1 y el entrenador del equipo, Ronald Koeman, fue destituido ante el peligro de descenso que rondaba en torno al Valencia.

Aquel marcador, sufrido en un encuentro en el que el Valencia festejaba, pasillo incluido de los jugadores del conjunto vasco, el título de Copa del Rey, situaba al equipo en riesgo de descenso, situación que nada tiene que ver con la del Valencia actual, que mantiene sus opciones de jugar la Liga de Campeones.

Tras aquel 5-1, el Valencia ha vivido derrotas más contundentes, entre ellas un 6-0 con Salvador González "Voro" y un 4-0, ya con Emery, ante el Barcelona, pero sin que el equipo hubiera ofrecido una imagen tan penosa como la mostrada en Zaragoza.

Las críticas se reparten entre la actitud de los futbolistas y los experimentos del entrenador, que presentó una alineación insólita.

El entrenador insistió en admitir que era el culpable de la derrota y exculpó a los futbolistas, aunque para él lo más importante no eran las culpabilidades, sino las soluciones a la imagen ofrecida por el equipo en el encuentro de Zaragoza.

El presidente del club, Manuel Llorente, ha insistido en más de una ocasión en que el futuro de Emery no depende de que el equipo alcance o no la tercera posición de la Liga.

Ahora el Valencia tiene por delante diez partidos para tratar de recuperarse de los dos últimos varapalos y debe hacerlo con un equipo capaz de lo mejor y lo peor, pero siempre con cambios profundos de un partido al siguiente que sorprender hasta a los propios futbolistas.
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