A la búsqueda de capital del Golfo Pérsico

El Valencia habría iniciado los contactos para convencer a jeques árabes para que entraran como socios financieros en la entidad, pero sin comprar la propiedad del club

Si en los cumpleaños es preceptivo cerrar los ojos y pedir un deseo mientras se soplan las velas, el Valencia CF, que hoy cumple 92 años de vida desde que fuera fundado en la víspera de San José de 1919 en el Bar Torino, no tiene ningún otro anhelo que recuperarse de la delicada situación financiera que atraviesa la entidad, con una deuda estimada en 400 millones de euros.

Una de las soluciones más radicales para regenerar económicamente la entidad sería la llegada de una fortuna inversora extranjera. Sobre esa teoría se movía ayer Elconfidencial.com, que anunciaba que el Valencia ya habría iniciado los contactos para encontrar un inversor entre los jeques del Golfo Pérsico que garantizara la entrada de dinero fresco que, ante todo, ayudara a desbloquear la construcción del nuevo estadio, varado desde hace más de dos años por falta de liquidez. El Valencia ya lleva invertidos cerca 150 millones en el recinto de Corts Valencianes, y son necesarios un mínimo de 180 millones para acometer la fase final de las obras.

Según esta fuente, Bancaja, principal acreedor del club, "estaría especialmente interesado en la entrada de un socio con el que compartir cargas financieras". Elconfidencial.com concreta que hay un despacho de abogados trabajando "desde hace tiempo" con el objetivo de encontrar un jeque que se aventurase a invertir en el club. En cualquier caso, no se estaría tratando la venta de la entidad, una hipótesis descartada, sino la entrada de capital que permitiese tener más vías de financiación.

De momento, el plan de choque del consejo de administración presidido por Manuel Llorente para paliar los efectos de la crisis han consistido, básicamente, en el traspaso de sus futbolistas franquicia, caso de Villa o Silva (que permitieron la entrada en caja de más de 70 millones) y que junto a otras operaciones han logrado bajar en cien millones la deuda en un año.

No es la primera vez que aparecen informaciones que vinculan al Valencia con posibles inversores árabes. Esa posibilidad ya se rumoreó en 2008, con Juan Soler todavía en la presidencia. Sin embargo, el primer intento serio llegó con el aterrizaje en julio de 2008 de Juan Villalonga como gestor. El expresidente de Telefónica contaba con la bendición de Bancaja y el Consell, pero a las dos semanas fue fulminantemente destituido por Juan Soler y Vicente Soriano, después de dar a conocer su pretensión de aplicar una ampliación de capital como primera alternativa para sanear la economía y que veía peligrar la mayoría accionarial de Soler y Soriano (elevado a presidente tras ese cese), cuando fueron quienes propusieron a Villalonga entrar en el club. Paradójicamente, un año después tuvo que ser una ampliación de capital la medida urgente que retirara a Inversiones Dalport como máximo accionista. Soriano fue el encargado de pactar con la empresa uruguaya la venta de sus títulos, junto a los de Soler y un grupo de accionistas reunidos por Vicente Silla.

Llegan los magnates a España

El desembarco de capital extranjero, una práctica extendida en la Premier League inglesa desde 2002 (cuando el oligarca ruso Roman Abramovic compró el Chelsea), empieza a convertirse en una nueva apuesta en la liga española, como vía para sanear la economía y dar un salto competitivo ante la desigualdad de ingresos televisivos, de taquilla y mercadotecnia con los clubes "grandes". El Málaga es dirigido desde esta temporada por Abdullah bin Nasser Al-Thani, pariente del emir de Catar. El pasado mes de enero el Racing Club de Santander fue adquirido, en una operación auspiciada por el gobierno cántabro, por el magnate indio Ahsan Ali Syed.