Fernando Gómez Colomer rompió ayer su silencio en una entrevista concedida en exclusiva a Las Provincias Punto Radio; el exdirector deportivo no deja títere con cabeza y cargó duramente contra el presidente, Manuel Llorente.
Tortas como panes. Acusaciones durísimas. Respuestas razonadas a algunas de las cosas que se dijeron de él en aquella infausta jornada de junio, cuando el propio Fernando y el Valencia CF, en la figura de Javier Gómez, se tiraron los trastos a la cabeza. El exfutbolista habla sin pelos en la lengua y sin esconderse, en unas declaraciones que levantarán seguro mucha polvareda. A continuación os destacamos las frases más relevantes de la entrevista.
Dolido con Llorente. "El daño que Llorente me ha hecho es muy grande, a nivel mental, personal y profesional. Sé que cuando lea esto le va a gustar. Le va a gustar leer que estoy dolido. Las primeras semanas lo pasé francamente mal. Ahora sólo a ratos, cuando pienso que me apartaron de un cargo que era el sueño de mi vida".
El informe desfavorable hacia la continuidad de Emery. "Si yo dudaba en enero, sé de una persona que aún lo hacía más: el presidente. Cambié de opinión porque en cuatro meses Unai demostró manejar mejor el grupo y logró buenos resultados, pero sobre todo la plantilla iba a cambiar tanto que entraríamos en un nuevo escenario donde el técnico debía sentirse muchísimo más cómodo".
Desencuentro con Javier Gómez. "Nuestra relación era estrechísima. Él sabía muchas cosas que me pasaban a mí en la época de Soriano y que sólo debía saber yo. Confianza total. Pero su cambio de actitud con la llegada de Llorente fue absoluto. No entiendo que alguien que puede decir «me voy y cobro lo mismo que si me echas» acepte leer ese comunicado. La expresión de su rostro y cómo lo leyó hace hasta pensar que estaba de acuerdo. Pero no, creo que interpretaba un papel. (...) Escuché sentado en el coche el comunicado que leyó Javier Gómez. No me gustó, pero salí euforico. Ni aportaron ningún dato ni tumbaron mis afirmaciones".
Llorente nunca lo "tragó". "Lo reconozco. Ni a mí me gustó que lo eligiesen presidente ni a él que yo fuera su director deportivo. Llorente me echó en el momento justo en que era imposible encontrar ya otro sitio donde trabajar, sin tiempo para planificar, y cuando menos tenía que pagarme de indemnización. Estaba todo muy bien pensado y planificado. (...) Aquí no actuamos como se debe hacer, sino como quiere Llorente que se haga. ¿Y quién corrige a Llorente si lo que opina está mal? (...) Que se baje el sueldo un 10 o un 15 por ciento lo veo una chorrada".
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