No por anunciado deja de ser llamativo que el Valencia haya vendido a muchos de sus pesos pesados, y algunos que no lo eran, con tal de aliviar un año más su maltrecha economía. Tras consumarse el traspaso de Alexis Ruano al Sevilla, el balance del periodo estival deja 60,7 millones de euros de beneficio en las arcas ches. Eso sí, por Mestalla ya no asomarán de locales Villa, Silva, Zigic, Alexis y Marchena. Los cinco han supuesto la entrada de 86 millones de euros, un récord.
Por contra, a Emery le han firmado seis futbolistas, dos de ellos a coste cero, por 25,3 millones, siendo Roberto Soldado (los 10 millones de su cláusula) el más caro de todos. Con esto, el saldo positivo para Manuel Llorente es de 60,7 millones, que irán destinados a pagar parte de la deuda y de los compromisos adquiridos en la etapa de Juan Soler.
Ahora todavía está por ver si el Valencia cierra el grifo de las llegadas o reinvierte una pequeña parte de lo obtenido por Alexis. Si lo hace, buscaría un central zurdo, o un mediapunta y ahí están atentos a Emaná, porque si no se va al Galatasaray podrían pedir su cesión.
Ahorro en fichas
El Valencia ahorra con la diferencia que hay entre los salarios de los que se van y los que han venido. Además, ha cedido futbolistas de los que no pagará parte de la ficha, casos de Míchel, Aarón, Del Horno o Nacho González.
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