Emery quiere y está convencido de que el Tino Costa va a tener mucho protagonismo en este nuevo Valencia. El técnico vasco cree en el jugador y tiene una confianza ciega en las presentaciones que el argentino le va a dar al equipo a lo largo de la temporada sea cual sea el dibujo táctico elegido a pesar de que el pasado miércoles en Mestalla se cayera del once titular y de otros esquema cogieran ventaja sobre el 4-3-3 que él abanderaba. El cuerpo técnico se decantó en primera instancia por un doble pivote con Banega para afrontar el test definitivo del verano en Mestalla, pero mantiene las esperanzas y la seguridad intacta de que el ex del Montpellier va a acabar convirtiéndose en una pieza muy importante de este nuevo proyecto. Es por esa razón por la que ayer era un buen día para estar a su lado. Era un día para protegerlo.
La relación entre el entrenador y el jugador ha sido fluida siempre desde el primer día, pero ayer lo fue aún un poco más. El de Hondarribia quiso estar muy pendiente de Tino en sus primer día de trabajo en la Ciudad Deportiva después de su estreno, no tan parecido al que había soñado, en Mestalla. Emery aprovechó el final de la sesión matinal para charlar unos minutos con él. Era un momento perfecto darle órdenes, corregir posiciones, conocer sus sensaciones en el campo y, sobre todo, demostrarle que continúa confiando en él como lo hace desde el primer día.
El cuerpo técnico empezó a perfilar su centro del campo para la Rosaleda el pasado miércoles en Mestalla con un doble pivote formado por Albelda y Banega. El 4-3-3 con Topal, Fernandes y el propio Tino sólo apareció en Mestalla en los últimos compases del partido. Sin embargo, los técnicos confían en la continuidad de Tino en cualquiera de los sistemas. Las cuatro últimas apariciones del argentino se han dado en el 4-3-3 —Marsella, Manchester, Palermo y ante la Fiorentina— pero también sabe lo que es jugar este verano formando una doble pareja en el centro del campo con un pivote defensivo. Manuel Fernandes, por ejemplo, le acompañó dos veces.
Tanto Emery y Braulio no tenían dudas de que Tino Costa era el fichaje que necesitaba el Valencia dentro de las posibilidades de mercado que tenía. Casi dos meses después, su opinión no ha cambiado. Le hubiera gustado que el Tino hubiera arrancado antes y con él el 4-3-3 en el que había tanta ilusión depositada, pero le han visto, seguido y confían en que pronto lo haga. Quizás mañana sea ese día contra el Lecce italiano. Ese es el mensaje que Emery le quiso lanzar ayer al futbolista. Progresando en la adaptación, potenciando el físico y ganando en confianza, el Tino va a ser el que todos los técnicos esperan. Al Tino que ficharon y al que no se van a cansar de proteger.
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