Este mismo año es cuando yo, cumplo 82 años; serenada por lo tanto mi vida y limitadas mis obligaciones con el trabajo, noto que con esta edad, el paso de los años y sus circunstancias, me permiten volver la vista atrás y rememorar cosas y hechos que permanecen frescos en mi mente. Son muchos los momentos, en los cuales evoco mis tiempos mozos de cuando ejercía con tanto entusiasmo de redactor deportivo en aquella Radio la Voz de Alcira, que capitaneaba el dinámico D. Juan Friedland Prats y recuerdo también, a mis ilustres compañeros y amigos casi todos ellos desaparecidos Juan Gomar, Paco Gandia, José Ferrer, Miguel Domínguez, J.M Hernández Perpiñá, Ramón Llacer, Santiago Carbonell, Ros Marí, etcétera, también quiero recordar con cierta nostalgia como era por aquellos entonces, la rivalidad futbolística entre las hinchadas de los dos equipos más importantes de la capital del Turia. Recuerdo que hace más de medio siglo, la rivalidad, quedaba sintetizada en un reciproco, cordial y confianzudo trato, quedando resumido en regodearse unos aficionados de los otros. Los hinchas del Valencia CF., eran “insultados”, con los ingenuos remoquetes de - merengots - o –merengues-, (todo como consecuencia de que por aquel entonces, el equipaje del “once”, valencianista, era totalmente de blanco. Cuando a los aficionados del Levante UD, se les querían satirizar, los seguidores del equipo de Mestalla decían.- –granotes- o –granota - ( debido que tras la fusión (1939) entre el R. Gimnástico FC, y el Levante FC, ya, que los azulgranas, antes de trasladarse al histórico Campo de Vallejo, disputaban sus encuentros en el Campo del Stadium, recinto deportivo situado en la parte derecha dentro del mismo cauce del río Turia próximo al Palacio del Temple). Lo más frecuente en aquellos tiempos difíciles de la postguerra y posteriores era, que cuando se reunían lejos de sus respectivos recintos deportivos los hinchas de los dos equipos del – Cap i Casal-, coexistían en cordial rivalidad, rivalidad; que por lo normal, se dilucidaba en dilatadas discusiones, de -discurso-, que por lo habitual discurrían en amistosa y confianzuda actitud, sentados alrededor de la mesa de algún bar, mientras se tomaban unas cañas de cerveza, acompañando sus voces con los inocentes motes, de ¡ merengot!, ¡granota! Palabras que eran pronunciadas henchidas de familiaridad y reciproca cordialidad, por lo general en estas reuniones no se pronunciaban insultos soeces. Algo que por aquel entonces se tenía muy en cuenta era que los hinchas de uno y otro club, visitaban con frecuencia el campo del eterno rival.
P.D.- Quiero recordar que antes, incluso después de la trágica riada de octubre de 1957, cuando nuestra Valencia quedo asolada, se desconocían por aquellos tiempos los displicentes neologismos de - Xoto- y –Sapo – palabros que tanto molestan a los viejos oídos de este octogenario.
Rivalidad deportiva siempre. Enfrentamiento hostil nunca. El grito de ¡Amunt Valencia! germinó en la comisión de la falla Doctor Olòriz- Fabián y Fuero del damnificado barrio de Marchalenes para que sirviese como homenaje y superación de todos los que amamos a las tres provincias valencianas.
NOTA REDACCIÓN: Muchisimas gracias Caballero porque por lo menos a un servidor le ha despejado muchas dudas, es un honor que usted haya descrito y narrado, con su sabia edad y con sanas palabras lo que era una rivalidad familiar y lo que hoy en dia es o se puede dislumbrar desde los terrenos de juego, a mi tampoco me gusta como se insulta y se menoscaba en el mundo del fútbol, añoro los recuerdos y las anecdotas de mi padre de 83 años de edad, el ya no ve el fútbol, ya no ve a su Valencia porque se pone muy nervioso y me dice "xiquet, no vale la pena".-
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