Primeras semanas en el Valencia, primeras sensaciones, ¿las quiere compartir conmigo?
Está siendo una pretemporada diferente a lo que estaba acostumbrado. El fútbol francés es mucho más físico y aquí se entrena, desde el principio, con balón. Esto me gusta más porque, como a cualquier futbolista, me gusta estar en contacto con el balón. Se trabaja igual o más, pero no te das cuenta, ¡bueno, cuando llegas a casa estás muerto!
Lo noto muy contento.
Lo estoy. Tenía muchas ganas de recalar en el fútbol español.
¿Y qué le parece?
Pues que los entrenamientos no podían ser de otra forma y reflejan lo que luego se plasma en el campo.
Ha jugado cuatro partidos con el Valencia, ¿qué diferencias importantes señalaría respecto al Montpellier?
Aquí hay más técnica individual y se juega un fútbol directo y menos organizado en el que se trata de pasar la pelota de un lado para otro. En Francia, creo, prima más el lado físico.
Al hilo de esto, ¿tan diferentes son las dos ligas? Hablamos de competiciones en la que las selecciones son campeonas del mundo.
En España los grandes jugadores juegan en España y hacen grande la competición; en Francia, como ocurre en Argentina, los buenos juegan fuera. Si los argentinos jugaran en la liga argentina, seguro que ésta mejoraría y sería un referente. En Francia, los impuestos matan.
Ha recibido los primeros elogios y las primeras críticas. ¿Han sido, unos y otras, justos?
Las críticas las tomo para crecer. Me han cuestionado porque no quise hablar durante tres días pero esto me parece tonto. Y las positivas, la verdad, son bonitas. Todo bien.
De inicio, en Valencia los argentinos tienen la simpatía de la afición, ¿ha notado ya ese cariño?
Sí y me sorprende porque aún no he hecho nada. Sé que la afición es muy exigente y, si el partido que viene meto seis pelotas a la tribuna, me matarán. La gente aquí quiere a los argentinos porque han pasado muy buenos jugadores y a casi todos les ha ido bien, pero sé que si no trabajo, malo.
Algo tendrán para que a todos les vaya bien.
Siempre hay un primero que lo estropea todo. ¡Espero no ser yo! Te confieso que, estoy convencido, de que me va a ir bien. A final de temporada, hablamos.
Braulio, su valedor, lo define como un centrocampista ofensivo con una gran capacidad de distribución, buen golpeo de balón y juego dinámico, con carácter y personalidad. ¿Qué le ha regalado para comprarlo de esta manera?
Le he invitado a un asado (ríe). Nada, fue una de las personas que primero conectó conmigo. Ha visto muchos partidos míos y, tal vez por ello, habla de esa manera. Todavía no le he regalado nada .
¿Todavía?
Si me pide una camiseta se la doy.
Que hayan depositado tanta confianza en usted ¿no le presiona?
Para nada, estoy muy tranquilo y con muchas ganas de que esto arranque para seguir creciendo.
Suplir a Baraja es...
Un orgullo. Es un gran jugador e imposible de reemplazar. Él tiene sus cualidades y yo las mías. Yo vengo para tratar de ser alguien y él ya lo fue. Hacer comparaciones está de más. Se me tiene que juzgar por lo que yo hago, no por lo que hacía él.
Y ser la competencia de un compatriota y amigo como Banega,¿le incomoda?
No porque tengo muy buena relación con él y esto es un equipo. Por el momento tenemos una relación muy sana.
En teoría ha llegado con galones de titular, pero ¿está preparado para ser suplente?
Para eso nunca se está, pero lo asumiré. Nunca me ha tocado estar en el banquillo y sé que, este año, es una posibilidad pero lucharé para que no sea así. En mi carrera he superado muchos obstáculos y lo daré todo para jugar.
Emery está ensayando con dos sistemas, ¿en cuál se siente más cómodo y rinde mejor?
En el 4-3-3 porque es con el que más he jugado y, a nivel táctico, lo tengo más adaptado.
Los que han convivido con usted en Eslovenia dicen que es muy autoexigente, ¿lo han definido bien?
Soy así. Mi carrera ha sido atípica porque empecé a los 17 cuando otros ya están jugando al máximo nivel.
¿Vale Tino Costa seis millones de euros?
Creo que sí.
Su nombre es Alberto Facundo, ¿Tino es un diminutivo?
Es una larga historia.
¿Me la cuenta?
Me lo puso mi abuelo cuando era pequeño. Mi madre me contó que, cuando yo era chico, en Argentina hacían una telenovela y mi abuelo decía que me parecía a uno de los protagonistas que se llamaba Tino. Mi abuelo empezó a llamarme así y así me quedé. Hace años me dijo una frase que nunca olvidaré: "Jugarás en un grande y yo no podré verte"; este año, en homenaje a él que ya no está, lo he puesto en la camiseta.
Acláreme eso de que siempre ha sido del Valencia.
Es un club al que he seguido desde chico, pero no quiere decir que fuera hincha. Aimar, desde que estaba en River, era mi referencia y cuando fichó por el Valencia, empecé a seguir al Valencia. Por él soy del Valencia. He visto muchísimos partidos y lamenté mucho el penalti que Pellegrino falló en la final de la Liga de Campeones. Son detalles que hacen que, cuando eres chico, quieras jugar en un equipo como ese. Es un orgullo defender el mismo escudo que un día defendieron Kempes, Aimar o Ayala.
Cuando le dijeron que el Valencia, un club que usted conocía bien, estaba llamando a su puerta ¿cómo se quedó?
Con la boca abierta. En Francia tenía varias y muy buenas ofertas, pero no me lo pensé. Me costó mucho lograr mi salida (tenía contrato hasta 2013) pero una oportunidad como esta no la podía dejar pasar.
¿No le asustó pensar que con la venta de jugadores importantes, el Valencia podía rebajar su nivel deportivo?
Lo que me asustó es que la operación se dilataba más de la cuenta ya que dependía de la venta de ellos. Estuve una semana pendiente día y noche del teléfono.
Adaptarse a un equipo con tanto jugador nuevo, ¿cuesta más o, al contrario, es más fácil?
Según para qué. Meterse en un vestuario nuevo es difícil, pero es un paso que hay que dar. Me ha parecido un grupo muy sano con muchas ganas de trabajar.
Su caso y el del "Chori" son similares porque se trata de dos argentinos que han triunfado lejos de su país y llegan a Valencia en busca de la consagración.
Puede ser, pero el "Chori" sí ha sido internacional en las categorías inferiores.
Hábleme de usted
A los 16 dejé La Terraza, un pequeño equipo del barrio de Las Flores de Buenos Aires para jugar como amateur en el RC Basse-Terre de la Isla de Guadalupe, allí me llevó un médico de mi ciudad que me vio jugar y le gusté. De allí pasé al Racing de París de tercera división, luego al Pau, al Séte y en 2008 al Montpellier. Es difícil imaginar que alguien que salió de tan bajo iba a llegar tan lejos.
Llega a un "grande" con 25 años, el hecho de haber "sufrido" para ello, ¿le hace saborear más el éxito?
Lo importante es saber de dónde llega uno y dónde está. Mis padres insistían mucho en esto para que, a pesar de todo, mantuviera los pies en el suelo. Sé lo que me ha costado llegar a donde estoy y por eso lo valoro mucho.
Le oí decir que cuando quiere algo va hasta el final, ¿en todo?
Sí. Cuando quiero lograr algo, lo pongo todo de mi parte para poder conseguirlo. Otra cosa es que lo logre o no.
Hemos conocido un poco al Tino Costa jugador, preséntenos al Tino Costa persona.
Es que no me gusta hablar de mi. No sé, una persona tranquila, hogareña (se tapa la cara y se ruboriza). No sé qué decirte. Soy normal.
Le voy a ayudar. Dígame su número favorito
El 32.
¿Por qué?
No puedo decírtelo.
¿Playa o montaña?
Playa.
¿Carne o pescado?
Carne.
¿Vino o cerveza?
Vino .
¿Diesel o gasolina?
Diesel.
¿Cuántos relojes tienes?
Ninguno.
¿No le interesa saber en qué hora vive?
Lo miro en el teléfono.
¿Cuántos coches tiene?
Uno.
¿Qué tipo de ropa le gusta vestir?
Bastante clásica.
¿Se gasta mucho dinero en ropa?
Me gusta.
¿Es derrochador?
No soy muy gastador pero me gusta darme caprichos.
¿Ya ha elegido zona para vivir en Valencia?
Sí, una casa cerca de la Ciudad Deportiva.
¿Qué le parece Valencia?
No he tenido la oportunidad de salir mucho, pero lo que he visto me ha gustado.
Dígame una diferencia entre Buenos Aires, Montpellier y Valencia.
Montpellier es un lugar muy organizado, mientras Buenos Aires es un caos y Valencia está entre ambos.
¿Y en qué se parecen?
En que tienen campo de fútbol.
http://www.levante-emv.com/deportes/2010/08/05/gracias-aimar-seguidor-valencia/728528.html
Al hilo de esto, ¿tan diferentes son las dos ligas? Hablamos de competiciones en la que las selecciones son campeonas del mundo.
En España los grandes jugadores juegan en España y hacen grande la competición; en Francia, como ocurre en Argentina, los buenos juegan fuera. Si los argentinos jugaran en la liga argentina, seguro que ésta mejoraría y sería un referente. En Francia, los impuestos matan.
Ha recibido los primeros elogios y las primeras críticas. ¿Han sido, unos y otras, justos?
Las críticas las tomo para crecer. Me han cuestionado porque no quise hablar durante tres días pero esto me parece tonto. Y las positivas, la verdad, son bonitas. Todo bien.
De inicio, en Valencia los argentinos tienen la simpatía de la afición, ¿ha notado ya ese cariño?
Sí y me sorprende porque aún no he hecho nada. Sé que la afición es muy exigente y, si el partido que viene meto seis pelotas a la tribuna, me matarán. La gente aquí quiere a los argentinos porque han pasado muy buenos jugadores y a casi todos les ha ido bien, pero sé que si no trabajo, malo.
Algo tendrán para que a todos les vaya bien.
Siempre hay un primero que lo estropea todo. ¡Espero no ser yo! Te confieso que, estoy convencido, de que me va a ir bien. A final de temporada, hablamos.
Braulio, su valedor, lo define como un centrocampista ofensivo con una gran capacidad de distribución, buen golpeo de balón y juego dinámico, con carácter y personalidad. ¿Qué le ha regalado para comprarlo de esta manera?
Le he invitado a un asado (ríe). Nada, fue una de las personas que primero conectó conmigo. Ha visto muchos partidos míos y, tal vez por ello, habla de esa manera. Todavía no le he regalado nada .
¿Todavía?
Si me pide una camiseta se la doy.
Que hayan depositado tanta confianza en usted ¿no le presiona?
Para nada, estoy muy tranquilo y con muchas ganas de que esto arranque para seguir creciendo.
Suplir a Baraja es...
Un orgullo. Es un gran jugador e imposible de reemplazar. Él tiene sus cualidades y yo las mías. Yo vengo para tratar de ser alguien y él ya lo fue. Hacer comparaciones está de más. Se me tiene que juzgar por lo que yo hago, no por lo que hacía él.
Y ser la competencia de un compatriota y amigo como Banega,¿le incomoda?
No porque tengo muy buena relación con él y esto es un equipo. Por el momento tenemos una relación muy sana.
En teoría ha llegado con galones de titular, pero ¿está preparado para ser suplente?
Para eso nunca se está, pero lo asumiré. Nunca me ha tocado estar en el banquillo y sé que, este año, es una posibilidad pero lucharé para que no sea así. En mi carrera he superado muchos obstáculos y lo daré todo para jugar.
Emery está ensayando con dos sistemas, ¿en cuál se siente más cómodo y rinde mejor?
En el 4-3-3 porque es con el que más he jugado y, a nivel táctico, lo tengo más adaptado.
Los que han convivido con usted en Eslovenia dicen que es muy autoexigente, ¿lo han definido bien?
Soy así. Mi carrera ha sido atípica porque empecé a los 17 cuando otros ya están jugando al máximo nivel.
¿Vale Tino Costa seis millones de euros?
Creo que sí.
Su nombre es Alberto Facundo, ¿Tino es un diminutivo?
Es una larga historia.
¿Me la cuenta?
Me lo puso mi abuelo cuando era pequeño. Mi madre me contó que, cuando yo era chico, en Argentina hacían una telenovela y mi abuelo decía que me parecía a uno de los protagonistas que se llamaba Tino. Mi abuelo empezó a llamarme así y así me quedé. Hace años me dijo una frase que nunca olvidaré: "Jugarás en un grande y yo no podré verte"; este año, en homenaje a él que ya no está, lo he puesto en la camiseta.
Acláreme eso de que siempre ha sido del Valencia.
Es un club al que he seguido desde chico, pero no quiere decir que fuera hincha. Aimar, desde que estaba en River, era mi referencia y cuando fichó por el Valencia, empecé a seguir al Valencia. Por él soy del Valencia. He visto muchísimos partidos y lamenté mucho el penalti que Pellegrino falló en la final de la Liga de Campeones. Son detalles que hacen que, cuando eres chico, quieras jugar en un equipo como ese. Es un orgullo defender el mismo escudo que un día defendieron Kempes, Aimar o Ayala.
Cuando le dijeron que el Valencia, un club que usted conocía bien, estaba llamando a su puerta ¿cómo se quedó?
Con la boca abierta. En Francia tenía varias y muy buenas ofertas, pero no me lo pensé. Me costó mucho lograr mi salida (tenía contrato hasta 2013) pero una oportunidad como esta no la podía dejar pasar.
¿No le asustó pensar que con la venta de jugadores importantes, el Valencia podía rebajar su nivel deportivo?
Lo que me asustó es que la operación se dilataba más de la cuenta ya que dependía de la venta de ellos. Estuve una semana pendiente día y noche del teléfono.
Adaptarse a un equipo con tanto jugador nuevo, ¿cuesta más o, al contrario, es más fácil?
Según para qué. Meterse en un vestuario nuevo es difícil, pero es un paso que hay que dar. Me ha parecido un grupo muy sano con muchas ganas de trabajar.
Su caso y el del "Chori" son similares porque se trata de dos argentinos que han triunfado lejos de su país y llegan a Valencia en busca de la consagración.
Puede ser, pero el "Chori" sí ha sido internacional en las categorías inferiores.
Hábleme de usted
A los 16 dejé La Terraza, un pequeño equipo del barrio de Las Flores de Buenos Aires para jugar como amateur en el RC Basse-Terre de la Isla de Guadalupe, allí me llevó un médico de mi ciudad que me vio jugar y le gusté. De allí pasé al Racing de París de tercera división, luego al Pau, al Séte y en 2008 al Montpellier. Es difícil imaginar que alguien que salió de tan bajo iba a llegar tan lejos.
Llega a un "grande" con 25 años, el hecho de haber "sufrido" para ello, ¿le hace saborear más el éxito?
Lo importante es saber de dónde llega uno y dónde está. Mis padres insistían mucho en esto para que, a pesar de todo, mantuviera los pies en el suelo. Sé lo que me ha costado llegar a donde estoy y por eso lo valoro mucho.
Le oí decir que cuando quiere algo va hasta el final, ¿en todo?
Sí. Cuando quiero lograr algo, lo pongo todo de mi parte para poder conseguirlo. Otra cosa es que lo logre o no.
Hemos conocido un poco al Tino Costa jugador, preséntenos al Tino Costa persona.
Es que no me gusta hablar de mi. No sé, una persona tranquila, hogareña (se tapa la cara y se ruboriza). No sé qué decirte. Soy normal.
Le voy a ayudar. Dígame su número favorito
El 32.
¿Por qué?
No puedo decírtelo.
¿Playa o montaña?
Playa.
¿Carne o pescado?
Carne.
¿Vino o cerveza?
Vino .
¿Diesel o gasolina?
Diesel.
¿Cuántos relojes tienes?
Ninguno.
¿No le interesa saber en qué hora vive?
Lo miro en el teléfono.
¿Cuántos coches tiene?
Uno.
¿Qué tipo de ropa le gusta vestir?
Bastante clásica.
¿Se gasta mucho dinero en ropa?
Me gusta.
¿Es derrochador?
No soy muy gastador pero me gusta darme caprichos.
¿Ya ha elegido zona para vivir en Valencia?
Sí, una casa cerca de la Ciudad Deportiva.
¿Qué le parece Valencia?
No he tenido la oportunidad de salir mucho, pero lo que he visto me ha gustado.
Dígame una diferencia entre Buenos Aires, Montpellier y Valencia.
Montpellier es un lugar muy organizado, mientras Buenos Aires es un caos y Valencia está entre ambos.
¿Y en qué se parecen?
En que tienen campo de fútbol.
http://www.levante-emv.com/deportes/2010/08/05/gracias-aimar-seguidor-valencia/728528.html
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