«Albelda es importante para el Valencia y se merece la renovación»

Braulio Vázquez tira de 'regate gallego' cada vez que se le pregunta por lo que va a pasar con Unai Emery y su renovación o no de contrato. «La temporada es buena pero vivimos de los resultados, ya veremos...» responde una y otra vez, un tanto agobiado ante el debate que ha nacido justo por las mismas fechas en que también salió a la luz la campaña pasada. Se ha convertido ese latiguillo en el mejor recurso de emergencia para el actual responsable del área deportiva del Valencia.

Le convence plenamente el trabajo del entrenador pero Braulio tiene miedo a dar un patinazo verbal que lo deje al descubierto dentro de unos meses cuando Manuel Llorente dicte sentencia. El técnico, por su parte, sabedor de cuál es la línea que sigue el club en este sentido, se manifiesta en términos casi idénticos. Así lo dijo ya hace unos días: «Los resultados marcan el devenir».

Toda la prudencia y la angustia que mastica Braulio cuando sale a relucir el tema de Emery contrasta con su contundencia al habla de lo que puede pasar con David Albelda. Necesitado como está el vestuario valencianista de referentes importantes tanto dentro como fuera del campo, Braulio valora el rol que representa el centrocampista de La Pobla Llarga. Por eso no tiene el menor inconveniente en dar públicamente su opinión, ya que el ex capitán finaliza contrato el mes de junio. «Albelda es un jugador muy importante para el Valencia y se merece la renovación».

La idea que maneja de salida el Valencia es presentar al futbolista una propuesta de continuidad por una temporada, cuestión que aún no se ha tratado con la formalidad necesaria. Ni tan siquiera se han sentado a hablar ni de tiempo ni de dinero pero el club no parece dispuesto a llegar a las mismas cantidades que percibe el futbolista en la actualidad y que lo sitúan en el ránking de los mejor pagados de la plantilla.

El coordinador de la secretaría técnica del Valencia no dio ayer muchos más detalles sobre Albelda en la entrevista concedida a LAS PROVINCIAS Punto Radio (92.0 FM). No es el único que finaliza contrato. En el caso de Vicente, que junto con César también apura su último año, tiene otra posición: «La decisión no se tomará ahora. Ojalá Vicente nos demuestre que tiene suficientes argumentos para seguir, vamos a ver la evolución que tiene de aquí al final».

Braulio ha aprendido en estos meses que lleva al frente del área deportiva a escapar de situaciones comprometidas aunque en muchas ocasiones se queda en fuera de juego. Por ejemplo, se niega a dar alguna explicación convincente de por qué el Valencia necesita plantearse en estos momentos el fichaje de un portero como Diego Alves (la propuesta de tres millones ha sido insuficiente para convencer al Almería). Sobre todo sabiendo que en nómina estarán a partir de junio Guaita, Moyà y Renan. Lo de César queda en el aire. «Nos ha dado un buen rendimiento», afirma sobre el veterano guardameta, que cada día que pasa tiene más cuesta arriba la continuidad.

De lo que sí habla Vázquez, con tono de relativo mosqueo y hasta con cierta contundencia, es del rendimiento deportivo que ha dado 'Chori' Domínguez en el año que lleva ya dentro del Valencia. «Sí me preocupa», afirma. Sobre el argentino, argumenta la clave para esa escasa aportación al juego del equipo: «Influyen los roles y la situación que tuvo en el Rubin. Allí era un dios y aquí se ha de ganar el puesto. No todos tienen la fortaleza mental y le está costando».

De quien le cuesta hablar es precisamente de los que pueden venir. Se descubre ante Rami (desde el primer momento ha tenido una fe ciega en el central francés) pero es más contenido con Gameiro y el otro Chori en cuestión, Castro. «En la vida hay que anticiparse y tomar decisiones muy pronto», dice como arranque. «Es pequeñito, rápido y dinámico», comenta sobre Gameiro. De 'Chori' Castro apunta: «Un jugador muy interesante pero no tenía ni idea de que se iba a ir al Nacional».

Una de las cuestiones por las que desde la grada se critica de manera insistente a Emery es por su 'aparente' falta de control del vestuario y mano dura, sobre todo a tenor de las constantes salidas de tono de los futbolistas. «Emery es Emery y no podemos pretender que no lo sea. El que gestiona el vestuario es el entrenador. Lo importante es el rendimiento final y no tenemos que hacer reprimendas públicas a los jugadores. Hemos hablado con ellos en privado cuando ha hecho falta».