El argentino se negó a dar explicaciones sobre el cambio del pasado domingo porque había un redactor de SUPER.
Hace unos años, en Villena, unos tipos formaron un grupo de música que se llamaba Maniática y que, entre otras muchas, tenía una canción que empezaba así: «Menos mal que hay libertad de expresión...». Y eso es lo que desde SUPER queremos decirle al argentino Chori Domínguez, que en este periódico respetamos profundamente la libertad de expresión y que, como cantaban estos chicos de Villena, «¡libertad de expresión para todos!».
No habla si hay un redactor de SUPER
Esta historia comenzó hace un tiempo pero ayer tomó dimensiones que hacen que deba ser conocida por los lectores de este periódico. Sobre la una del mediodía, al término del entrenamiento del Valencia, en la Ciudad Deportiva de Paterna, un grupo de periodistas se acercó al Chori Domínguez con el ánimo de contrastar —y saber su versión— lo que sucedió el pasado domingo por la noche en el campo del Levante cuando Emery le dijo que entrara en el terreno de juego. Entre este grupo de periodistas que trataba de hacer su trabajo se encontraba un redactor de SUPER, concretamente Andrés García. Al verlo, el Chori Domínguez dijo a los informadores: «No hablaré porque hay alguien de SUPER. Si queréis saber mi versión, llamadme después».
Contrastar la versión del jugador
Este diario tan sólo trataba de contrastar su versión al respecto de lo que Emery contó en rueda de prensa sobre el cambio de Banega por Mata en el minuto 90: «El cambio era el Chori», dijo el técnico, y añadió: «El jugador viene de una lesión y sin entrar en calor era mejor no salir, es normal que tenga esos miedos y para la semana que viene estará en mejores condiciones».
Ya había dejado de calentar, dice
La versión que el argentino contó —no a SUPER pero a la que este diario sí ha tenido acceso por cortesía de nuestros compañeros de profesión— dice que había dejado de calentar y que se encontraba algo frío y temió lesionarse.
La relación con Emery está viciada
Más allá de la versión de uno y otro sobre este asunto, la relación entre el entrenador del Valencia y el Chori Domínguez está viciada desde la llegada del futbolista a Valencia en el mercado inverna de al temporada pasada. Ya entonces, el Chori consideró que tardó mucho en debutar y probablemente fue así, pero detrás había un motivo futbolístico, y es que Emery no lo veía competir en los entrenamientos. El desencuentro entre los dos se puso de manifiesto ante la plantilla el once de abril de 2010, cuando el Valencia juega en son Moix contra el Mallorca y se produce un encontronazo entre Emery y Banega porque el argentino se niega a saludar al técnico cuando fue sustituido. Ese día en el vestuario el Chori desacreditó en público a Unai cuando dio que Banega tenía razón, porque eso él nunca lo había visto.
Chori y los partidos complicados
Otro de los problemas con los que se está encontrando el cuerpo técnico y que hacen que no se termine de confiar en el Chori es que por diferentes problemas físicos, a menudo no está a disposición del entrenador lo que hace que no se piense en él cuando del partido es realmente complicado, como por ejemplo el del pasado domingo en el Ciutat de Valencia.
Titular en cuatro choques de Champions
Eso sí, no se puede dudar de que Unai Emery le ha dado oportunidades, de hecho, esta temporada ha sido titular en cuatro partidos de Champions, en Bursa, en Glasgow y en Manchester, y también ante el United en Mestalla. Incluso, el entrenador del Valencia ha llegado a reunirse con los agentes del futbolista para hablar sobre el puesto en el que el Chori puede dar más rendimiento, que es a juicio del jugador, en la media punta.
El Chori habla, Emery se entera...
Para rematar la faena, el argentino ha dicho en varias ocasiones que le da igual jugar o no, porque siempre va a tener equipos, y esto ha llegado a oídos del técnico lo que hace que no vea en él un jugador de compromiso. En ese sentido, y dando por verdadera la versión del Chori en lo que al cambio del pasado domingo se refiere, con todo lo que se jugaba el Valencia, ¿por qué dejó de calentar? Chori, ¿por qué te callas?
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