El derbi de las alarmas
El Valencia está al borde de la depresión y el Levante a un punto del descenso. Ninguno puede dar un paso en falso.
ANDRÉS GARCÍA
Y con todos ustedes, el derbi de la ciudad de Valencia. El que este año podría bautizarse como el derbi de las alarmas. Todavía no han sonado en Mestalla. Tampoco en el Ciutat de Valencia. Sin embargo, una derrota podría hacerlas saltar en cualquiera de los dos barrios. ¿Para quién es más urgente que no suenen? ¿Para un Valencia que está borde de la depresión copera después de la humillación de El Madrigal? ¿O para un Levante al borde de los puestos de descenso que ya siente el aliento de Zaragoza, Almería y Sporting? Sólo estamos en la penúltima jornada de la primera vuelta, pero parece la 37 como en los tres últimos derbis jugados en Orriols. Hay mucho que ganar, pero también mucho que perder.
Quizás el que más se juegue sea el Valencia. El derbi ha adquirido unos tintes de final que nadie esperaba. Después de la dolorosa eliminación de Copa a manos del Villarreal, al equipo no le queda otra que ganar al Levante. Por lo civil o por lo criminal. La goleada de Reyes sólo se arregla desquitándose con el otro vecino. Así se lo hizo saber Manuel Llorente a Unai Emery y así se lo ha hecho saber el entrenador al vestuario. Se puede decir más alto pero no más claro. Los tres puntos de esta noche son absolutamente necesarios para reconducir el camino y seguir luchando por la tercera posición de la Liga y la eliminatoria de la Champions League contra el Schalke 04. Ahora sólo quedan dos objetivos y ya no hay margen para el error. Hay que encararlos desde ya. Desde hoy. Es por esa razón por la que el técnico ha pedido la ayuda de los capitanes y los pesos pesados. Ahora más que nunca se necesita que den un paso al frente y tiren del carro. recuperar la intensidad, concentración y agresividad perdida contra el Villarreal es ahora una obligación contra el Levante. Por eso el equipo quiere salir al «200%». Por eso Emery tendrá que echar mano de su mejor once como si fuera el último partido del año. Y el mejor once pasa por recuperar el dibujo clásico, 4-4-2, con Soldado y Aduriz en ataque. Otra vez juntos. Por primera vez este año. Con Mata o Vicente en la izquierda y Pablo por la derecha. Ni Joaquín ni Ricardo Costa podrán jugar por sanción.
El Valencia va a poner de su parte. No le queda otra. Lo que pasa es que delante tendrá a un Levante que, como augura Unai, va a tener ración extra de todo. Especialmente de motivación. Lleva esperando este día desde que la Federación colgó el calendario el pasado verano, quiere dar una alegría a sus ´granotas´ para que se rían de los ´xotos´ al menos hasta el partido de Mestalla y, por si fuera poco, está necesitado deportivamente. Las alarmas de los azulgrana pasan por su delicada situación en la tabla. Por alejarse de ese pozo oscuro que conduce a la Segunda. Zaragoza y Almería están a dos puntos. El Sporting de Gijón a tres. Todos juegan esta tarde. El Levante puede tocar el cielo con una victoria histórica al Valencia o caer a alguno de los tres puestos de abajo. Una segunda opción que nadie en el equipo contempla. El vestuario respira optimismo tras una Copa que ha traído más alegría que tristeza a pesar de 8-0 del Bernabéu. Luis García podrá alinear un once fresco y, por si fuera poco, recuperará a su máximo goleador, ´Felipao´ Caicedo. Todo está listo. También las dos alarmas. O la del Valencia o la del Levante saltará esta noche. La respuesta, en Orriols.
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