Voy a hacer un comentario donde se vean letras con forma de números, voy a escribir recordando fechas, viviendo una numerología para comparar, también numéricamente, la posición dónde estamos y la que podríamos estar ocupando. Cambiemos los refranes y juzguemos, “más vale, a mi pesar, un número que mil palabras”.
Se empezó la temporada, hablando no oficialmente, disputando amistosos, preparando un equipo con casi el mismo plantel que el año pasado, añadiendo jugones, dejando ir a su tierra a otros, afrontando las circunstancias como buenamente se podían llevar a cabo. Ahí los números también hablaron por sí solos, pues se completó una serie consecutiva de partidos a gran nivel, dando esperanzas desde el seno de la plantilla de que los malos tragos de la temporada de la “Era Koeman” (donde se luchó para no repetir la humillante hazaña de antaño, allá por los años 1985-86, de descender a segunda división) o de sufrir un palo de última hora en la pasada, al verse el equipo relegado a la competición de la Europa League, debido a una irregular campaña del equipo de la capital de Turia.
El inicio de campaña liguera fue un monólogo del Valencia CF en cuanto a juego: sendas victorias contra el Sevilla y el Valladolid, marcaron un inicio demoledor del conjunto ché. En Mestalla contra el Sevilla, los del sur de España salieron por la puerta de atrás del Templo recibiendo una lección de bueno juego. En el Estadio José Zorrilla fueron 4 las dianas por 2 en contra, otro despliegue de efectividad y a casa con 3 puntos para seguir luchando y creciendo, para seguir donde merecíamos estar. Un Tridente en estado de gracia, un Banega recién salido de la mentalidad adolescente y un Pablo Hernández que dejó bien claro por qué tuvo méritos suficientes para ser repescado de Madrid a Valencia, todos fueron noticia deportiva, porque el Valencia CF empezaba a buscar en el Diario del año 2001 el por qué de la expresión: “Damos Miedo”.
El estreno en Europa es el claro ejemplo de esa numerología. De los tres puntos que se podían haber conseguido, se dejaron dos por el camino, fruto de un gol a última hora. Igual pasó con el equipo del corazón del Guaje, donde se volvieron a pisar en la alfombra de Mestalla otros dos puntos más, otro empate con sabor a derrota. Si bien un punto es mejor que irse con las manos vacías, en Getafe se salió del Coliseum cabizbajos, con una lección de esa irregularidad, dejando en el arcén aquello que se podría haber llevado a casa. Por si fuese poco, la historia de los regalos antes de Navidad se volvió a vivir en el Calderón. Antes de que el silbato pitase el final de un partido donde el resultado reflejaba una victoria para el conjunto de Mestalla, un despiste hizo que se volviera a anotar en la pizarra otro número mágico, el 2. Id sumando.
Génova y Racing, en Mestalla y el Sardinero respectivamente, tocó sufrir. No obstante, se consiguieron 6 puntos clave, 3 en la Europa League para que no nos pasase igual que en tiempos atrás (con el frío de Noruega), y 3 en Liga, para que la prensa no sólo hablara del Madrid y del Barça. Valga la redundancia, el Barça, los todopoderosos de Guardiola llegaron tras esos dos partidos a Mestalla. No exageramos al decir que se fueron de rositas, un empate con sabor semi-amargo, porque el despliegue táctico y el esfuerzo del equipo podrían haber sido más justos, en ese partido los de Pep ya podrían haber tenido la consideración de No invictos a estas alturas de temporada, pero no fue así, y el punto conseguido, contra quien se consiguió, no fue justo, pero mirándolo por el lado bueno, tampoco se hizo injusticia.
Posteriormente, volvió la Europa League al Templo, y curiosamente, también volvió la ofrenda. Como si de las Fallas se tratase, como si de un gesto emotivo estuviésemos hablando, el Slavia de Praga se convirtió en Virgen de los Desamparados, el Valencia CF no ofreció flores, pero sí un punto para que se fuesen contentos de la fiesta. Tras este festejo, ni el ex equipo de Unai Emery (como entrenador), ni la moral del Alcoyano, ni un recién ascendido Málaga pudieron, en sus propios campos, doblegar al conjunto ché. 9 puntos que se repartieron entre Liga y Copa (en ésta última, 3 de ellos) y que sirvieron para retomar la senda del triunfo y para seguir ocupando el puesto de mayor conquistadores de puntos fuera de Mestalla.
Guantes, abrigo y mucha imaginación no bastaron para tomarles la revancha a los checos. De nuevo otro “tropiezo” en Europa con el más débil del grupo que tuvimos la “suerte” de que nos tocara. Ni sacando la artillería pesada en los últimos minutos se retornó el marcador a nuestro favor. Eran indicios de que las rotaciones no se estaban haciendo bien, de que jugar con un Valencia A y un Valencia B no daba resultados. Había que cambiar o despedirnos de Europa. Muchas críticas, la fe intacta, y la sangre caliente se vivieron en esos momentos.
“El Ratón” Ayala llegó a Mestalla e intentó ser el de antes, pero eso no le bastó para que le endosaran un 3-1 y lo mandaran de vuelta a Zaragoza con un mal gesto en la cara. Tras esa victoria, otra sobredosis de asalto más. Un Alcoyano, intentando emular a los “todopoderosos del Alcorcón contra el Madrid”, reconstruyeron su moral y llegaron a empatar el marcador, pudiendo incluso eliminar al conjunto ché habiendo marcado otro gol. No fue así, se quedó en el susto, pero se vivieron momentos no muy pasados a la hora de rematar los partidos. No sucedió lo mismo en la llegada al Reino de Navarra, donde un Osasuna cayó en la primera parte, sin casi necesidad de recurrir a la segunda tanda de minutos, pero tampoco sin bajar la guardia, porque el pasado y sus recuerdos apremian, no se querían más malos tragos. Se conquistó el Reino y se empezó a preparar la tropa de “Espartanos” para el tramo más difícil de la temporada.
El Mallorca llegó y sacó un punto. Hagamos hincapié aquí, volvamos a los números. Cualquier resumen de este partido muestra el porqué de esta redacción. Continuas llegadas del conjunto valenciano a la portería de Aouate, de las que únicamente se consiguió un tanto. Al final volvió a pasar lo de siempre: lección táctica en el entrenamiento del día después, repasar los videos de un nuevo regalo de puntos, otra vez la cifra mágica: el número 2.
Nuevamente en la senda de Europa. Al conjunto de Emery le hacen falta 4 puntos de los 6 que están en juego para encarrilar la nueva tanda europea. Se consiguió la hazaña, 3 goles en forma de 3 puntos y dejando la Europa League para centrarse en la Liga. El Génova será el siguiente en caer, dicen algunos, la realidad es que ese partido hay que jugarlo, esperemos que aunque no sean muchos el número de goles, sirvan para conseguir manteniendo el objetivo fuera de España.
La moraleja de toda esta historia es la siguiente:
Lo que debe ser nuestro territorio comanche, nuestro fortín, nuestro matadero de números, Mestalla, se ha girado en nuestra contra, actualmente es el árbol de Navidad, el sitio donde dejamos los regalos en forma de puntos para la mayoría de los equipos que han llegado al Templo. Si eso no fuese así, hagamos cuentas: los DOS que se dejaron contra el Sporting; los DOS que le servimos en bandeja a Agüero; los DOS que nos faltó por sentenciar contra los blaugranas; y los DOS que “Superman” Bruno hizo que “Mister cagadas” Iturralde le diera en forma de pena máxima al Mallorca, hacen un total de… 8 puntos en la recámara.
Y ahora digo yo: he visto todos esos partidos, hemos visto todos esos partidos, sabemos de lo que estamos hablando, sabemos que no hablamos como valencianistas, sino como amantes del fútbol, que esos hechos podían, a falta de pocos minutos, haber sido reales. Sumando esos NÚMEROS a los que ya tenemos, harían que tuviésemos la intelectual cantidad de 33 puntos en la clasificación. Hablando en plata, tendríamos los mismos puntos que el Todopoderoso Barça (habiendo éstos ganado al Xerez, y teniendo un partido más). Así que por esa lógica, nosotros también seríamos el Todopoderoso Valencia CF.
A todo eso hay que añadir, que los números con los que Emery ha superado al “Gran Benitez”, se han conseguido de una manera un poco confusa. Ha habido una irregularidad palpable, se ha jugado a fútbol a veces, otras no tanto, y aún así seguimos en la senda. No es de extrañar que tengamos una motividad incompleta, porque todos y cada uno de los que comentamos aquí, somos de un equipo muy grande, sepamos o no contar, todas las letras apuntan a que este cacho de palabras, este trozo numérico de argumentos inspiran a que, si Unai quiere, temblemos de júbilo, hagamos temblar de inquietud y que esos números empiecen a sumarse como deberían sin dejar de hacerlo como no deben.
Un saludo a todos y AMUNT VALENCIA CF HASTA LA MUERTE.
Se empezó la temporada, hablando no oficialmente, disputando amistosos, preparando un equipo con casi el mismo plantel que el año pasado, añadiendo jugones, dejando ir a su tierra a otros, afrontando las circunstancias como buenamente se podían llevar a cabo. Ahí los números también hablaron por sí solos, pues se completó una serie consecutiva de partidos a gran nivel, dando esperanzas desde el seno de la plantilla de que los malos tragos de la temporada de la “Era Koeman” (donde se luchó para no repetir la humillante hazaña de antaño, allá por los años 1985-86, de descender a segunda división) o de sufrir un palo de última hora en la pasada, al verse el equipo relegado a la competición de la Europa League, debido a una irregular campaña del equipo de la capital de Turia.
El inicio de campaña liguera fue un monólogo del Valencia CF en cuanto a juego: sendas victorias contra el Sevilla y el Valladolid, marcaron un inicio demoledor del conjunto ché. En Mestalla contra el Sevilla, los del sur de España salieron por la puerta de atrás del Templo recibiendo una lección de bueno juego. En el Estadio José Zorrilla fueron 4 las dianas por 2 en contra, otro despliegue de efectividad y a casa con 3 puntos para seguir luchando y creciendo, para seguir donde merecíamos estar. Un Tridente en estado de gracia, un Banega recién salido de la mentalidad adolescente y un Pablo Hernández que dejó bien claro por qué tuvo méritos suficientes para ser repescado de Madrid a Valencia, todos fueron noticia deportiva, porque el Valencia CF empezaba a buscar en el Diario del año 2001 el por qué de la expresión: “Damos Miedo”.
El estreno en Europa es el claro ejemplo de esa numerología. De los tres puntos que se podían haber conseguido, se dejaron dos por el camino, fruto de un gol a última hora. Igual pasó con el equipo del corazón del Guaje, donde se volvieron a pisar en la alfombra de Mestalla otros dos puntos más, otro empate con sabor a derrota. Si bien un punto es mejor que irse con las manos vacías, en Getafe se salió del Coliseum cabizbajos, con una lección de esa irregularidad, dejando en el arcén aquello que se podría haber llevado a casa. Por si fuese poco, la historia de los regalos antes de Navidad se volvió a vivir en el Calderón. Antes de que el silbato pitase el final de un partido donde el resultado reflejaba una victoria para el conjunto de Mestalla, un despiste hizo que se volviera a anotar en la pizarra otro número mágico, el 2. Id sumando.
Génova y Racing, en Mestalla y el Sardinero respectivamente, tocó sufrir. No obstante, se consiguieron 6 puntos clave, 3 en la Europa League para que no nos pasase igual que en tiempos atrás (con el frío de Noruega), y 3 en Liga, para que la prensa no sólo hablara del Madrid y del Barça. Valga la redundancia, el Barça, los todopoderosos de Guardiola llegaron tras esos dos partidos a Mestalla. No exageramos al decir que se fueron de rositas, un empate con sabor semi-amargo, porque el despliegue táctico y el esfuerzo del equipo podrían haber sido más justos, en ese partido los de Pep ya podrían haber tenido la consideración de No invictos a estas alturas de temporada, pero no fue así, y el punto conseguido, contra quien se consiguió, no fue justo, pero mirándolo por el lado bueno, tampoco se hizo injusticia.
Posteriormente, volvió la Europa League al Templo, y curiosamente, también volvió la ofrenda. Como si de las Fallas se tratase, como si de un gesto emotivo estuviésemos hablando, el Slavia de Praga se convirtió en Virgen de los Desamparados, el Valencia CF no ofreció flores, pero sí un punto para que se fuesen contentos de la fiesta. Tras este festejo, ni el ex equipo de Unai Emery (como entrenador), ni la moral del Alcoyano, ni un recién ascendido Málaga pudieron, en sus propios campos, doblegar al conjunto ché. 9 puntos que se repartieron entre Liga y Copa (en ésta última, 3 de ellos) y que sirvieron para retomar la senda del triunfo y para seguir ocupando el puesto de mayor conquistadores de puntos fuera de Mestalla.
Guantes, abrigo y mucha imaginación no bastaron para tomarles la revancha a los checos. De nuevo otro “tropiezo” en Europa con el más débil del grupo que tuvimos la “suerte” de que nos tocara. Ni sacando la artillería pesada en los últimos minutos se retornó el marcador a nuestro favor. Eran indicios de que las rotaciones no se estaban haciendo bien, de que jugar con un Valencia A y un Valencia B no daba resultados. Había que cambiar o despedirnos de Europa. Muchas críticas, la fe intacta, y la sangre caliente se vivieron en esos momentos.
“El Ratón” Ayala llegó a Mestalla e intentó ser el de antes, pero eso no le bastó para que le endosaran un 3-1 y lo mandaran de vuelta a Zaragoza con un mal gesto en la cara. Tras esa victoria, otra sobredosis de asalto más. Un Alcoyano, intentando emular a los “todopoderosos del Alcorcón contra el Madrid”, reconstruyeron su moral y llegaron a empatar el marcador, pudiendo incluso eliminar al conjunto ché habiendo marcado otro gol. No fue así, se quedó en el susto, pero se vivieron momentos no muy pasados a la hora de rematar los partidos. No sucedió lo mismo en la llegada al Reino de Navarra, donde un Osasuna cayó en la primera parte, sin casi necesidad de recurrir a la segunda tanda de minutos, pero tampoco sin bajar la guardia, porque el pasado y sus recuerdos apremian, no se querían más malos tragos. Se conquistó el Reino y se empezó a preparar la tropa de “Espartanos” para el tramo más difícil de la temporada.
El Mallorca llegó y sacó un punto. Hagamos hincapié aquí, volvamos a los números. Cualquier resumen de este partido muestra el porqué de esta redacción. Continuas llegadas del conjunto valenciano a la portería de Aouate, de las que únicamente se consiguió un tanto. Al final volvió a pasar lo de siempre: lección táctica en el entrenamiento del día después, repasar los videos de un nuevo regalo de puntos, otra vez la cifra mágica: el número 2.
Nuevamente en la senda de Europa. Al conjunto de Emery le hacen falta 4 puntos de los 6 que están en juego para encarrilar la nueva tanda europea. Se consiguió la hazaña, 3 goles en forma de 3 puntos y dejando la Europa League para centrarse en la Liga. El Génova será el siguiente en caer, dicen algunos, la realidad es que ese partido hay que jugarlo, esperemos que aunque no sean muchos el número de goles, sirvan para conseguir manteniendo el objetivo fuera de España.
La moraleja de toda esta historia es la siguiente:
Lo que debe ser nuestro territorio comanche, nuestro fortín, nuestro matadero de números, Mestalla, se ha girado en nuestra contra, actualmente es el árbol de Navidad, el sitio donde dejamos los regalos en forma de puntos para la mayoría de los equipos que han llegado al Templo. Si eso no fuese así, hagamos cuentas: los DOS que se dejaron contra el Sporting; los DOS que le servimos en bandeja a Agüero; los DOS que nos faltó por sentenciar contra los blaugranas; y los DOS que “Superman” Bruno hizo que “Mister cagadas” Iturralde le diera en forma de pena máxima al Mallorca, hacen un total de… 8 puntos en la recámara.
Y ahora digo yo: he visto todos esos partidos, hemos visto todos esos partidos, sabemos de lo que estamos hablando, sabemos que no hablamos como valencianistas, sino como amantes del fútbol, que esos hechos podían, a falta de pocos minutos, haber sido reales. Sumando esos NÚMEROS a los que ya tenemos, harían que tuviésemos la intelectual cantidad de 33 puntos en la clasificación. Hablando en plata, tendríamos los mismos puntos que el Todopoderoso Barça (habiendo éstos ganado al Xerez, y teniendo un partido más). Así que por esa lógica, nosotros también seríamos el Todopoderoso Valencia CF.
A todo eso hay que añadir, que los números con los que Emery ha superado al “Gran Benitez”, se han conseguido de una manera un poco confusa. Ha habido una irregularidad palpable, se ha jugado a fútbol a veces, otras no tanto, y aún así seguimos en la senda. No es de extrañar que tengamos una motividad incompleta, porque todos y cada uno de los que comentamos aquí, somos de un equipo muy grande, sepamos o no contar, todas las letras apuntan a que este cacho de palabras, este trozo numérico de argumentos inspiran a que, si Unai quiere, temblemos de júbilo, hagamos temblar de inquietud y que esos números empiecen a sumarse como deberían sin dejar de hacerlo como no deben.
Un saludo a todos y AMUNT VALENCIA CF HASTA LA MUERTE.
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