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viernes, 12 de marzo de 2010

El árbitro arruina un enorme partido del VCF.


VALENCIA CF 1 - 1 WERDER BREMEN.
Un penalti inexistente y la expulsión de Banega no impiden que el VCF viaje a Alemania con opciones.

Los jugadores del Valencia se habrán marchado con la sensación de que no les han dejado ganar, algo nada descabellado. Los de Emery hicieron todo lo posible para viajar a Alemania con ventaja en la eliminatoria. Pero, hoy más que nunca, todos los factores que podían estar en contra del Valencia se han juntado para 'hacerle la púa' a los blanquinegros.
El Werder Bremen se adelantó con un inexistente penalti que sólo vio el árbitro asistente (ni siquiere el principal) y se quedó con diez por una supuesta agresión de Banega sobre Marin (y hablamos de supuesta porque no se ha visto ninguna imagen que confirme o desmienta que hubo agresión).
Pues bien, aún así, el Valencia se ha marcado su mejor partido en mucho tiempo y no ha ganado por pura mala suerte, personificada en las paradas del meta Wiese y en la falta de acierto de los delanteros.
Salvo en los primeros minutos, en concreto hasta el 0-1, obra de Frings, el Valencia superó al Werder Bremen claramente. Tuvo actitud, ganas, concentración, orden, cabeza, inteligencia y ocasiones, muchas ocasiones. Éste es el único pero al Valencia, su falta de acierto.
Hasta que el señor Atkinson decretó penalti sobre Naldo cuando no hay absolutamente nada (ni los alemanes se lo creían) el choque fue igualado, con dos equipos que buscaban tener el balón y llegar al área rival tocando.
Pero a partir de la media hora, todo el fútbol lo puso el Valencia. Y las ocasiones en la meta de Wiese fueron continuas. Villa y Banega, éste en dos oportunidades (una repelida por el palo) pudieron haber empatado antes del descanso. Para desesperación de un volcado Mestalla, no fue así.
El segundo tiempo fue un monólogo del Valencia. Justo es decir también que César realizó dos paradones marca de la casa que evitaron lo que hubiera sido un 0-2 desastroso.
La realidad, no obstante, es que el Valencia desbordó por completo a los alemanes. Ni siquiera la expulsión de Banega frenó el ímpetu valencianistas, Todo lo contrario.
A pesar de jugar con diez, el Valencia fue un vendaval. Ayudó que el 1-1 llegó justo después de la sorprendente expulsión de Banega tras un rifirafe con Marin. Llegó tras un centro desde la derecha que Silva controla en el área pequeña, se entretiene un poquito y el portero se le echa encima. Por eso su tiro lo repele Wiese, pero por allí pasaba Mata, que se tira al suelo sin miedo y con todo para empatar y hacer un mínimo de justicia.
Desde ese minuto 57 hasta el final, el choque se puede resumir de la siguiente manera: monólogo del Valencia y festival de oportunidades de gol sin suerte.

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